domingo, 19 de agosto de 2018

Trijueke--Hueso, PRÍNCIPES del MALOKA 2018

Mikel Trijueke--Aitor Hueso, vencen y convencen en la Final del Torneo Maloka 2018, ganando tras cuatro  jokos a Asier Del Horno--Oskar Medina (10/09, 09/10, 10/01 y 10/07) y escriben una brillante página en un capítulo que bien podría modificar la historia futura de este  campeonato de pala, cuya alternancia en  el logro de las txapelas le da aún más atractivo para ediciones venideras.
Puedes ganar aunque no juegues bien, porque el contrario... puede jugar mal.
Puedes ganar por un golpe de suerte, porque la suerte es incontrolable como el viento.
Puedes ganar jugando soso, aburriendo al público y hasta a los rivales.
Puedes ganar porque tu contrario se lesiona.
Nada de esto sucedió el viernes en la final del Maloka 2018.
Y puedes ganar jugando bonito, divirtiendo al público, poniéndole en pie, adaptándote a las circunstancias, teniendo estrategia definida, con todo merecimiento, superando a unos rivales que también   juegan bien y,  ...entonces, no sólo tú te alegras de tu victoria, sino que se alegra todo el mundo, incluso tus rivales a los que  has arrebatado la gloria y sus sueños, que en  medio de su decepción son capaces de felicitarte deportiva y sinceramente.
Todo esto sucedió el viernes  en el Maloka.
La Final del 2018 había tenido que ser aplazada el martes 31 de julio, día de San Inazio de Loiola, patrón del barrio, por la lluvia que no cesaba en toda la tarde. Al filo de las 20:30 h de la tarde, la organización se reunía con los cuatro finalistas, que con actitud digna de  destacar  se ponían de acuerdo para trasladarla a una fecha en la que los cuatro pudieran jugar y se eligió el viernes, 17 de agosto, a las 19 h.

Llegado ese día, el pasado viernes, teníamos temor por la final. 
Ya habían pasado más de dos semanas. 
Era  mitad de agosto, mes de vacaciones, un viernes, inicio de las fiestas en Bilbao, fiestas también en otros muchos lugares de Bizkaia
Teníamos temor y dudas. 
¿La gente habría desconectado ya del torneo?  Eso nos trasmitían los típicos agoreros que nunca tienen nada positivo que decirte.

Al levantarme, tras una noche en la que el sueño no vino a visitarme, me fui a la ventana y miré al mar. No lo podía ver, solamente se veía  espesa y  fina bruma acompañada de una persistente lluvia. El tiempo nos volvía a golpear la moral y la ilusión; nos la  tiró a un profundo pozo.
Me acerqué al frontón,  miré al monte Punta Luzero (símbolo de los galipos) y no lo podía ver; miré a la mar, ni siquiera se podía ver la zona del desaparecido Cargadero. ¡Qué tristeza!
El 31 de julio llovía. 
El 17 de agosto, también. 
¿Cómo es posible que nos esté pasando esto?
La niebla cubría y envolvía todo el barrio de la Playa La Arena: desde Orbás a Moreo, pasando por Ranes, y bajo El Peñón hacia Pobeña; mirases por donde mirases  todo era niebla/bruma que desprendía  sirimiri.
El teléfono se llena de  mensajes-pregunta: --"¿se va a poder jugar?"
Subo a La Cuesta y recojo la llave que había solicitado de la ermita en el ayuntamiento de Zierbena.
Me acerco al polideportivo, a escasos 300 metros del ayuntamiento.
La situación empeora:  al día siguiente (sábado) hay programado un festival de pala profesional,  conratado por  nuestro ayuntamiento a Innpala en el que algunos de nuestros pelotaris del club Galipa actuarían de "teloneros" de Ibai Perez--Gaubeka y Necol--Ibargarai. Pero resulta que también hay programado un  amistoso de pretemporada de fútbol sala. ¡Todo a la misma hora! ¡Nooo! No nos hemos entendido bien. Tú por mí y yo por ti... ¡la casa sin barrer! Hay que solucionarlo.
Móvil y a colaborar para salir de ese entuerto. 
Se soluciona. Los "teloneros" de Galipa no juegan; el partido de profesionales se traslada a las 19:30 h y el horario de fútbol sala se mantiene. 
Sigo mi rumbo al ambulatorio de Ortuella y tampoco recibo buenas noticias allí.
¡Vaya mañana!  "¿Va a suceder algo bueno hoy? -me pregunto un tanto apesadumbrado.
Regreso a la Playa de La Arena y  me acerco bajo el sirimiri a la ermita de San Inazio. La abro, me acerco a la imagen del santo, una  estatua de un metro que  ahora  está en una esquina, en el suelo, olvidada... ¡algo estamos haciendo mal!
Miro al santo. San Inazio  está triste, solo en un rincón sucio de su ermita.
Le cojo en mis brazos, le  saco a la luz, me siento con él en un banco. 
--"Yo soy aquel niño que te  limpiaba  tu cara y tu capa negra cuando era  monaguillo. ¿Me recuerdas? Con la yema de mi dedo índice derecho siempre te acariciaba tu nariz y te limpiaba las mejillas para que pudieras ver con tus ojos de santo. ¿Lo recuerdas?" 
El cura de Zierbena era Aurelio y, luego, más tarde lo fue Ignacio Amann.  Yo   sentía devoción por ambos sacerdotes. Eran curas del pueblo y para el pueblo. Y  ambos sentían   mucho respeto y cariño por aquella imagen de San Inazio de Loiola; me pedían que la limpiara con amor cada domingo. Eran buenos  curas porque eran buenas personas, ahí  está la clave, ahí es donde  todo empieza o acaba, en las personas, no en sus oficios.

--"No me gusta que estés olvidado en aquella esquina, pero yo no soy nadie, no estoy autorizado para ponerte en el sitio que deberías estar. Pero quiero hacer un trato contigo, San Inazio. Tú, ayúdanos, llévate esta lluvia para que se pueda jugar la final del Maloka y yo contaré que el San Inazio de Loiola de La Arena está solo y abandonado en un rincón de su ermita y que ya nadie viene los domingos a  acariciarle su nariz y limpiar sus mejillas".
Le di un beso y  me fui.
Cerré la ermita.
Miré a Punta Lucero y  ya se apreciaba La Batería.
Me acerqué a la barandilla de la playa y entre la lejana bruma ya se empezaba a vislumbrar Castro Urdiales y el Pico Cerredo.
Me volví, miré a El Peñón y distinguí su mojón sobre  el precipicio.

Yo que fui monaguillo durante una década, pero dejé poco después de creer en Dios. 
No me decepcionó Dios. 
Nunca tuve ocasión de conocerle.
Y... le llamé muchas veces  cuando era niño, pero... 
Me decepcionó la Iglesia. 
Me decepcionaron los hombres. 
Ya no creo en casi nada. Ni en la suerte.
Pero sí creo en algunas personas.
Ellas son mi Dios.
Pero dejó de llover, se abrió un claro entre las nubes y  volvimos a ver el sol y la final del Maloka se jugó 17 días después.
Eskerrik asko, San Inazio.
Impresionante.
De dar envidia.
Prácticamente, 700 personas asistieron a la Final de Torneo Maloka 2018.
Mujeres, hombres, jóvenes, mayores, aitites y amamas, niños y niñas, chicos y chicas...
"¡Qué poquitas veces tenemos los profesionales 700 personas viéndonos jugar. Ambientazo!" - reflexionaba el mungiarra Ander Landeta.
Las gradas se quedaron pequeñas.
La gente se apretó, mucha gente de pie alrededor del frontón, ocuparon todos los espacios, compartieron otra tarde inolvidable.
¿Qué tiene este torneo?
Solamente es una ermita con una bonita pared pintada adosada. Pala con pelota de tenis, una modalidad no reconocida ni federativa, ni institucional, ni reglamentariamente... pero en pleno agosto,  tras más de dos semanas desde que el torneo  "acabó" y sin poder sumar nadie de toda esa gente que viene a la playa a tomar el sol y, al salir, se engancha a los partidos... ¡¡700 personas!!
Eskerrik asko, San Inazio!
Me has dado más de lo que yo te había pedido.
Creo en ti.
TRIJUEKE--A. HUESO   10 / 09 / 10 / 10
DEL HORNO--OSKAR   09 / 10 / 01 / 07
Oskar Medina dice que ya no jugará más; desde hace meses, su hombro derecho desprende dolor cuando juega. Así, con sufrimiento, ganar solamente es una pequeña recompensa. Si pierdes... ¿qué te queda? Oskar ha jugado ya siete campeonatos en este frontón, todos desde 2012, por tanto los seis torneos Maloka. Ha disputado 4 finales (2012/2016/2017 y 2018) y solamente ha ganado una (2017). Esa estadística es brutal y las tres finales perdidas no le resta méritos al  zaguero barakaldés. Oskar está dejando la pala ya y no iba  a jugar este año, pero si Del Horno te apunta con él... ¿quién se negaría a jugar?

Oskar ha hecho un campeonato sobresaliente. El pelotari más laureado de la historia del club Galipa de Zierbena llevaba ya medio año sin competir en paleta goma de forma regular. Se ha sacrificado en cada partido, ha llenado de gotas de sudor la kantxa del Maloka. Él corre de un lado para otro, hace el necesario trabajo para que Del Horno pueda jugar bonito. Juntos suman mucho. Han ganado muchos torneos juntos. No son compañeros, son más que eso, son  amigos que se aprecian mucho.
Oskar no puede dejar de jugar el Maloka. Este torneo le necesita aún un tiempo. Si yo no soy capaz, quiero que vosotros me ayudéis a convencerle para que juegue en 2019. Oskar Medina  ha jugado las tres últimas finales del Maloka. Sólo hay un  pelotari que ha jugado cuatro finales: Asier Del Horno. En 2019, Oskar puede igualar el récord de Del Horno. ¿Cómo puede querer retirarse un jugador que puede igualar un récord que  bien podría durar mucho tiempo?
Dicen que este año Oskar no movía la pelota igual que años atrás. Ya. Tiene fácil explicación.  Si lleva medio año sin jugar a su nivel, es lógico que su potencia en el golpeo haya decrecido algo. Aún así... ¿a cuántos hemos visto golpear a la pelota como él? ¿Queda por ahí alguien que no entienda esto?
Oskar ha mostrado en esta edición un golpe muy bonito, bajando la pelota de izquierda a derecha, poniéndola  sobre la txapa. Antes ese golpe lo usaba muy poco. Este año se lo hemos visto  a menudo. Ha resuelto tantos y ha abierto huecos. 
Pero, además de todo lo dicho, Oskar es un activo en el Maloka. Su participación no se puede perder. Su colaboración ya sé que está asegurada. Pero para mí eso no sería suficiente. No le quiero ver  poniéndome el marcador en su habitáculo, que también, quiero verle jugando el Maloka.
Cuando  en junio yo no quería embarcarme en la organización de esta edición, alguien me dijo: "Si tú no haces el Maloka, no la hará nadie y se perderá como ha pasado con otras cosas. Y si lo hicieran, sin ti, no sería lo mismo, sería diferente". No sé, es cuestión de opiniones. Si yo he de admitir esa opinión, el resto podrá admitir la mía: "El Maloka sin Oskar Medina ya no sería lo mismo".
 
 Si Del Horno--Oskar, de tres finales del Maloka, pierden dos... eso quiere decir que ganar este torneo no es   tarea sencilla. Esa es la primera reflexión que hemos de hacer. El resto... sobra.

Del Horno empezó la tarde con bromas. -"Rubio, ¿tú vas a hacer de juez?", le dijo a José Ángel Pérez en presencia de Esteban Antolín. Y prosiguió: "Toma 400 pavos y ya sabes cuando tienes que  levantar la mano"
José Ángel Pérez, a quien Del Horno apoda cariñosamente Rubio, curtido ya en mil batallas y con mucha flema le contestó: "Na, tranquilo, con 300 € ya  vale. Con los otros 100 € te pagas  luego unas cervezas".
-Rober,  ¿a ver qué  escribes luego y qué fotos pones, qué  das miedo",  expresó  mirándome con buen humor. 
-¿Qué voy a poner? La verdad, que para Del Horno, lo más importante no es ganar, sino disfrutar y hacer disfrutar. Llevo ya seis años viendo eso.
Del Horno  quiso hacer un guiño a su amigo Mikel Goñi, jugando con una camiseta que llevaba   su nombre.
En mi opinión, Del Horno tiene mucho que ver con  los éxitos del Torneo Maloka. Su gancho mediático, su juego, sus triunfos y su actitud han catapultado este torneo hasta  donde nadie podía sospechar hace pocos años. A Asier no le gusta que  diga estas cosas y que le dé esta importancia. Pero yo lo digo porque lo siento así y él siempre acaba perdonándome. Sabe que yo me he ganado el derecho a opinar.
Del Horno es el crack del Maloka. Ha jugado  este campeonato los últimos seis años. Ha ganado dos (2015 y 2017), encadena cuatro finales consecutivas (2015/2016/2017 y 2018) y tres años seguidos ha sido reconocido como el  mejor jugador del torneo (2016/2017 y 2018). Nadie presenta ese palmarés en el Maloka. Del Horno es el Messi del Maloka.
Su compromiso con este campeonato es total. Él suele decir que es su campeonato favorito, el que más le gusta. Su actitud, intachable. Hace una semana me   mandaba un mensaje para disculparse porque no iba a poder quedarse a la cena de despedida del torneo tras la final por un tema familiar. No le contesté hasta la  noche antes de la final y le dije que lo  entendía y respetaba, pero que una cena del Maloka sin Del Horno no era una cena, que se quedaba en muy poquita cosa. A los pocos minutos me  contestó: "Voy a la cena". Ese es Del Horno.
Del Horno hace   tantos  extraordinarios en este frontón. Siempre suelo pensar que me encantaría verlos a cámara lenta, porque en vivo no me da ni tiempo. Lo que parece imposible lo hace  realidad. Le he visto hacer   tantos inverosímiles con su  prodigiosa zurda. En la final del viernes volvía ver esos tantos  que no están al alcance de nadie más. 
 Es el nº 1, pero en la kantxa se muestra humilde y deportivo, muy deportivo.
En la cena se bromeó mucho, porque el ambiente era muy agradable y distendido. Se habló del Maloka, del Athletic... nuestro alcalde  estuvo muy bromista también. En esas situaciones no todo lo que se dice es verdad, ya se sabe, pero Asier  le dijo a Oskar  "búscate otro compañero, que conmigo  no haces más que perder finales". Y Oskar le replicó: "si es que eres un pakete". Al de poco rato comentó: "Rober, ya te puedo decir con quien  voy a jugar en 2019. Apúntame con Belarri. Acabo de hablar con él. Ese es como Oskar,  no para de correr. Es lo que necesito para el Maloka".
Belarri y Del Horno ya  jugaron la final de 2015, pero como rivales. Venció Del Horno. Era su primera final. Y la ganó. Desde entonces,  sacó abono para todas la finales. Y  no ha fallado a la cita en cuatro años. ¿Conseguirá Del Horno una manita de finales consecutivas en el Maloka? Entonces, se colapsaría el frontón, podríamos alcanzar las 1.000 personas. Es todo un reto.
 Trijueke--Hueso  han sido los príncipes azules del Maloka 2018.
Ganaron la semifinal vestidos de azul.
Han ganado la final  luciendo el mismo color azulado.
Ya estuvieron en la final  a tres parejas del 2017, quedando en tercera posición.
Valen por dos. Un tanto inesperadamente, en los momentos cumbre, han cambiado sus posiciones tradicionales y Mikel Trijueke ha  jugado atrás, dejando a Aitor Hueso la zona alegre de la kantxa.
No sabría decir si Trijueke   juega más delante o detrás.
No sabría decir si Hueso juega más delante o detrás.
O sea, no sé decir nada, pero, diciendo eso, en realidad, ya estoy diciendo mucho.
Trijueke, delante: espectacular: remates inesperados, poco ortodoxos, total efectividad.
Trijueke, detrás: solvencia absoluta, sobriedad, un muro.
 Hueso, detrás: un rebote eléctrico, dirigido por ordenador.
Hueso, delante: magia, atrevimiento, espectáculo, un dolor de cabeza para los contrarios.
 Y no son pelotaris federados.
¡Increíble!
Uno es de Muskiz. El otro es de Kabiezes (Santurtzi).
Llevo años detrás de ellos. No quieren federarse. Solamente  juegan con la pelota de tenis.
 Han sido  merecedores del Maloka 2018.
Hicieron una semifinal soberbia contra Leo--Rober Cuadra.
Y han derrotado en la final a Del Horno--Oskar, sin que estos  jugaran  mal.
Palabras mayores.
Han cambiado el curso.
Ahora son ellos los que llevan dos finales consecutivas y una victoria.
Los números de Del Horno y Oskar, que podían haber aumentado  ayer, además de impedirlo, ya no parecen tan inalcanzables.
 Jugaron muy bien el viernes. Los dos. Esa es la verdad.
Los dos primeros jokos fueron muy duros, enormemente igualados. El primero se lo llevaron Trijueke--Hueso por 10 a 09. El segundo se lo llevaron  con el mismo marcador Del Horno--Oskar. Hasta ese momento, empatados a todo. Empate a un joko. Y empate a 19 tantos para cada pareja. Pero  el desgaste de esos dos jokos pudo pasar después factura a los colorados y no a los azules. En el tercer joko, rompieron la final, pusieron un 8 a 0 en el marcador para acabar ganando 10 a 01 y asestar un duro golpe en la moral de sus  contrarios.
Del Horno--Oskar saben lo que es perder un joko. Pero perderlo 10 a 01  no es lo mismo.
El cuatro joko fue de trámite, ya no hubo ni juego bonito ni posibilidades de que se fuera al quinto joko. Trijueke--Hueso  estaban crecidos. Iban a conseguir lo que no habían podido lograr un año antes. Otro año esperando podría ser demasiado tiempo.
La alternancia en la txapelas hace atractivo al torneo, le da vida.
Aitor Hueso,  el pelotari que saca con la derecha y juega con la izquierda fue, además, nombrado Mejor Jugador del Maloka 2018.
El de Kabiezes compartió podium y honor con la alavesa Laura Saez, Mejor Jugadora del torneo femenino. Preciosos los trofeos que se llevaron. Artesanía pura de Meatzeta.

José Ángel Pérez y Koldo Landazabal fueron los jueces de la final del Maloka 2018.

Finala amaitu ondoren, sari-banaketa.
De izquierda a derecha, las personalidades  presentes en la entrega de premios: Juan Carlos Garrofe, de la bepf; Unai Elosegi (EAJ-PNV), concejal de deportes de Zierbena; Igor Gañán, concejal (EH Bildu) de Zierbena; Yoli (Maloka); Íñigo Ortuzar (EAJ-PNV), alcalde de Zierbena; Selene GuevaraEdu (SOLVE-IMI); José Angel Perez (organización); Xandra Acosta (EAJ-PNV) concejala de Zierbena; Ander Landeta (pelotari profesional) y Pedro Ibarretxe (Inter Sport). En la imagen no aparecen la joven y el niño que representaron al kiosko de Helados Nestle de Verónica López Villanueva, ingresada por un problema de salud en Cruces, y a quien  le deseamos  pronta y total recuperación, enviándole un  fuerte abrazo del Maloka.

Aproximadamente, una treintena de pelotaris participantes en esta edición del Maloka acudieron a presenciar la final y la organización les obsequió con   algunos detalles, la mayoría de carácter simbólico,  agradeciendo su presencia.
Sabemos que a otros-as muchos-as les hubiera gustado estar y el aplazamiento de la final lo ha impedido al coincidir con sus vacaciones.
Siempre es importante que los pelotaris participantes, a pesar de haber sido eliminados, sigan en contacto con el torneo y  se dejen ver en la final. Es un plus para la final y para el campeonato y deja muy buen sabor de boca en la organización.
El torneo lo debemos jugar todos-as hasta el final.
 ENDIKA Arriortua recibe su recuerdo de manos de José Angel Perez

Alex Perez GAGO recibe su recuerdo de manos de Landeta

 Álvaro CUADRA recibe su recuerdo de manos de Iñígo Ortuzar.

 NINO recibe su recuerdo de manos de  Pedro Ibarretxe.

 ARKAITZ Martínez recibe su recuerdo de manos de Igor Gañan.


 ÍÑIGO Santamaría recibe su recuerdo de manos de Unai Elosegi


Aitor GUERRAS recibe su recuerdo de manos de Xandra Acosta.
 
Josu PEÑA recibe su recuerdo de manos de Yoli.

 GARAzi recibe su recuerdo de manos de Juan Carlos Garrofé.

 ASIER Guillen y JON Gonzalez reciben sus recuerdos de manos de Ander Landeta.

 ANDER Seoane recibe su recuerdo de manos de Selene Guevara.

 INGE recibe su recuerdo de manos de Edu.

 JON Madariaga recibe su recuerdo de manos de los representantes de la convaleciente Verónica (Kiosko de Helados).

 URKO recibe su recuerdo de manos de un representante de Meatzeta.

Ander KASTREsana recibe su recuerdo de manos de Íñigo Ortuzar.

 JULEN--MIKEL recibe su premio de manos de Igor Gañan y Yoli.

 Asier DEL RIO es premiado por su juego espectacular recibiendo el trofeo de manos de nuestra concejala Xandra Acosta.

 Leire ETXANIZ recibe un trofeo en reconocimiento a su juego y a haber sido la primera mujer que compite en el torneo abierto con los hombres. El concejal de deportes Unai Elosegi se lo entregó.

 GARI es homenajeado por la organización por ser jugón, por su juego alegre, y recibe el premio de manos del también mungiarra Ander Landeta.

 JABITXA es premiado por su compromiso con el Maloka, pese a estar metido en las competiciones de las carreras de montaña. Nunca  falta a  la cita, nunca deja de lado al Maloka. O juega o viene cada tarde a ver los partidos. Juan Carlos Garrofé le hizo entrega.

La organización  quiso entregar un recuerdo conmemorativo a IRKUS, que jugó en este frontón hace 14 años y acudió este viernes a  ver la final del Maloka. La hija de Pedro Ibarretxe le hizo entrega.

 SEMIFINALISTASSARRIA--PLAZA (entregó Pedro Ibarretxe)
SEMIFINALISTAS: Iñaki LEOnardo--ROBER Q Cuadra
(entregaron Selene y Edu de SOLVE_IMI)

 Las primeras txapelas del Maloka para Trijueke--Hueso.
 Podium de la final con los 4 finalistas y los representantes del ayuntamiento de Zierbena.
 Yo también quise guardarme este recuerdo.

  Juan Carlos Garrofé y Xandra Acosta con los Mejores Pelotaris del Maloka 2018: Laura Saez y Aitor Hueso.
(El trofeo de Aitor Hueso lo debería haber entregado la representación del Kiosko de Helados de Verónica, pero tuvimos algún desajuste y no fue así. Pedimos disculpas).


 Elosegi calándole la txapela a Hueso.
 A mí se me entregó un reconocimiento por mi labor organizativa. Eskerrik asko.

Y quise guardarme este recuerdo también.
Eskerrik asko a Lauri y A. Hueso.

Esta fotografía es premonitoria.
LEO--ETXANIZ sería una pareja  brutal para un posible campeonato mixto en 2019.
¡Qué tomen nota!
Ella es quien más me ha ayudado en esta edición. No tuvo premio, ni reconocimiento de nadie.
Pero os contaré un secreto.
Ya lleva seis años en que nuestras vacaciones las planifica teniendo en cuenta todos mis compromisos con el Maloka y con  el club Galipa de Zierbena.
Y ya lleva también seis años en que su día de cumpleaños yo estoy con partidos en el Maloka.
Este 27 de julio le quise dar una sorpresa.
Izaskun y Oskar actuaron de cómplices míos. Se lo agradezco, de verdad.
Íbamos a dejar en medio de la kantxa un caja para que ella la abriera y se encontrara un precioso y espectacular ramo de flores. Un regalo de cumpleaños del Maloka. Y que le cantáramos el Zorionak Zuri...
Pero... ese día no  hablé con San Inazio y...
...estuvo lloviendo toda la tarde. Tuvimos que suspender todos los partidos y no se le pudo entregar su regalo en reconocimiento a su sacrificio. Se lo día a solas. A ella  le valió, pero...yo me quedé con pena. Yo quería que lo recibiera en el frontón, delante de todos y todas, porque ella es muy importante para mí... también  en el Torneo Maloka.
Te debo una, Izaskun. Eskerrik asko!
 Conmigo siempre suma, siempre aparece, siempre colabora...
Esteban Antolín, "el fotógrafo de Zierbena".
 ¡Qué importante es  tener a gente como ellos en el equipo del Maloka!
Esteban Antolin y José Ángel Pérez.

 Gene Pedrueza, se llevó más de dos recuerdos de la final...
 "la élite del fútbol sala"... "hace ya unos cuantos años" - bromearon.

 Paseillo de la final.
¡Qué importante es que a una final como esta asistan los concejales y el propio alcalde de Zierbena!
¡Qué ejemplo de implicación con el deporte y con el pueblo!
Y juntos, los de EAJ-PNV y el de EH Bildu, sin renunciar  cada cual a  sus ideas, pero en armonía.
Eskerrik asko!
 Leire Etxaniz
 Nino y José. Pronto empezarán juntos a mover el Campeonato de Nocedal.
(Intxaurdi Pala Txapelketa)

 Alcalde  (Íñigo Ortuzar) y concejal de deportes (Unai Elosegi) de Zierbena.
Lo de este año hay que superarlo en 2019 y ellos serán necesarios para conseguirlo.
 Xandra Acosta, concejala de Acción Social, Euskera e Igualdad.

Para mí, Íñigo Ortuzar es un alcalde  cercano, campechano, accesible... le tienes ahí, se te ofrece, aporta, colabora, se interesa, participa, hace equipo, controla, dirige, reparte, da...  El Torneo Maloka ha crecido mucho con él en la alcaldía y parte del éxito del Maloka también es de él, de su interés por que este torneo se dispute cada verano y de considerarlo como un escaparate del buen hacer en Zierbena, de su presencia en las gradas, en la entrega de premios... Él no es uno más, es nuestro alcalde.

 Xandra se disculpó por no poder quedarse a la cena de despedida. Tenía  un compromiso con  sus amigas... Los de Mungia que lo oyeron, expresivos y simpáticos siempre... preguntaron.... "¿Qué tienes cena con ocho amigas más? ¿Dónde, dónde, no podemos ir nosotros también?"

          Un paseo por las gradas...          
...en homenaje a toda esa gente que  vino a ver la final... aunque muchos y muchas no salgan  en las fotos...





























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