F I N A L E S
Esta mañana, después de una larga noche de fiesta en Sanfuentes, bajo un sol de justicia que deslumbraba en mitad de la cancha y con un fuerte calor, que sólo se soportaba bien cobijado a la sombra, se ha echado el telón a esta edición del torneo de pala; un campeonato que crece de año en año.
Un partido de chicas ha abierto la jornada. Tres de las pelotaris del club Galipa de Zierbena, Bea Díez, Susana Osteikoetxea y Angélica González, y la campeona de Loiu, Idoia Gordón, ahora afincada en Abanto y Ciérvana, han participado en un partido de promoción del deporte femenino. Lo de menos era el resultado, lo que importaba era la presencia de 4 chicas jugando a pala en Sanfuentes el día de las dos grandes finales del torneo.
Angelica--Idoia 25 Susana--Bea 08
La gran final del campeonato abierto ha comenzado a mediodía, con gran animación de un público expectante y entregado a la pareja azulada, Jose--Asier Del Horno, que tenían ante sí un reto que se antojaba imposible: arrebatarle la txapela a la pareja de Zierbena, esta vez representado por Eloy Tajada--Ibai Pérez.
Un año más, y ya son muchos, las txapelas de la categoría reina, la abierta, han venido para Zierbena.
Eloy--Ibai 25 Jose--Del Horno 17
Los dos mejores jugadores del torneo, ambos zurdos (
Ibai, pese a su juventud, ex pelotari profesional de
Aspe; y
Asier, aún joven también, ex futbolista profesional de
Athletic, Chelsea, Valencia, Levante,
Valladolid... e internacional absoluto),
mano a mano en busca de la txapela.
Ibai muy bien arropado y dirigido por la sabiduría de
Eloy, el aita de su novia,
Iris, de unos cuantos años ya.
Asier acompañado de la ilusión de
Jose, que ha sustituido a
Nino (ausente por vacaciones) en la mitad del torneo.
¡Qué pelotazos de zurda! ¡¡Cómo volaba la Artengo 820 y cuántos rebotes a buena hemos visto llevar por parte de ambos! ¡Dos paredes fantásticas! ¡Txokos! Han fallado alguna pelota, sí, pero eso era normal que pasara jugando al ritmo que han jugado, con ese calor, atacándose uno a otro.
Y no han desmerecido para nada ni Jose, ni Eloy. El de Sanfuentes empecinado, quizá en exceso, en el inicio en lograr tantos en dos paredes, pero cuajando un meritorio partido en general. Y el de Zierbena con su saber estar en la cancha y leyendo los partidos como nadie, y, sobre todo, llevando a Ibai por donde les convenía en cada momento.
Tantos muy aplaudidos algunos, de una enorme calidad, que hacían las delicias de l@s aficionad@s.
Y un gran esfuerzo de los cuatro pelotaris, que han sudado y sufrido mucho, como tenía que ser.
Aquarius para hidratarse, estiramientos musculares, chorros de agua por la cabeza y...
levitación de Ibai tras acabar el partido.
Pero Jabitxa estaba para cumplir el protocolo y el horario previsto y no daba tregua, llamando para realizar el paseillo a los cuatro pelotaris de la final del torneo local: Del Horno--Jon y Txitxo--Koldo.
Las apuestas estaban divididas en el barrio moñiguero. Unos pensaban que la durísima final recién jugada y, además, perdida por Asier Del Horno le pasaría factura y, por ello, apostaban a favor de Txitxo--Koldo. Y otros, apostaban a favor de Del Horno--Jon, porque creían que Txitxo, aunque jugase bien, no podría aguantar los pelotazos de zurda y las bajadas al txoko de Asier, dado que es él el que lleva casi todo el peso de sus partidos.
Y, a la vez, también estaban los románticos, esos que tenían el corazón dividido, y querían que ganasen los dos, lo cual era incompatible.
A. Del Horno--Jon 25 Txixto--Koldo 23
Los dos jóvenes delanteros estaban nerviosos, deseaban ganar y no querían fallar. Intervenían poco, casi sólo cuando era absolutamente necesario. Era lógico, su rol era no perder pelotas tontas y dejar que los zagueros dirimiesen la contienda. Y los dos zagueros también han asumido su papel. Txitxo, una vez más, ha estado fantástico, jugando con mucha inteligencia, llevando la pelota donde le interesaba, defendiéndose atacando. Y Asier se ha vaciado, lo ha dejado todo en la cancha para ganar. Y cuando estaba realmente difícil ha jugado con mucha maestría, al ancho, al delantero rival, echándole la pelota encima, y buscando su error. Tras el empate a 23 tantos, cualquiera podría haber ganado. Seguramente, los dos merecían ganar; o, al menos, ninguno de los dos merecía perder.
La dureza del partido había castigado muchísimo más a los zagueros, Txitxo y Del Horno. Sin embargo, la presión del partido había dejado exhaustos a los dos delanteros, Jon y Koldo.
Acceso a mi álbum de fotos (314 imágenes) de las finales:
Acceso a mi álbum de fotos (906 imágenes) del torneo:
