La lluvia inoportuna fue más inoportuna que nunca. La lluvia fue hasta cruel e hija de puta, como, a veces, resultan ser la vida y la muerte.
Ayer apareció en el momento más inmerecido y doloroso, cuando estaba a punto de jugarse la FINAL del I Memorial Jon Ander Soto de Eskupilota. Las detestables nubes podían irse a cualquier lugar donde les recibieran con agrado en un día caluroso, pero quisieron venir a donde estábamos nosotros, al MALOKA, a molestar y maltratarnos.
Las gradas ya albergaban un gentío honroso, para ver la final, para ver el partido, para ver a los pelotaris, para homenajear a Jon Ander Soto, para estar en el lugar preciso y con la emoción en los ojos.
Se suspendió el partido cuando estaba a punto de empezar. Se esperó, mirando al cielo. Quizá, alguien rezó. No yo. No sirve para nada, como tantas otras cosas que se hacen de buena voluntad y creyendo que servirán par algo. A Dios le inventó algún mentiroso con el don de convencer al necesitado de creer en algo. Engaño.
Se alteró el programa de partidos, se barrió y secó la pista con anónimos voluntarios, se trasladó la barbacoa al pórtico de detrás de la ermita San Inazio, se jugó un partido de pala SPRINT para acondicionar la kantxa y se arremolinaron más de 200 valientes bajo las amenazantes nubes... Y ni la lluvia indeseable, ni la oscuridad de la noche impidieron que se jugara a lo que Jon Ander Soto jugó desde niño, a pelota. Era la afición de su vida y es el recuerdo nuestro.
Quedaron los que quedaron, no los que querían, sino los que pudieron, porque, querer estar, querían estar todos. Y esta vez no era para salir en la foto. Acompañando a Gonzalo Soto, aita de Jon Ander, Ekain Lopez, Unatx Riol, Gorka Lopez Alday, Aitor Briongos, Koldo Soto (Jon Anderren anaia), Gaizka Lopez, Inhar Kortazar, Eleder G, Iñigo Tellitu, Kantxo eta Andros Arroyo.
Riol--Andros--Kantxo
Eleder--Ekain L.--Gaizka Lopez
Unatx Riol, como en su semifinal, fue el espectáculo. Mano de terminator, mecha de nitroglicerina, lo que hace que, a veces, dejes en pie la roca y cortes de raíz el árbol. Cuando Riol ataca no hay trincheras en la kantxa; si sales a campo abierto te dispara y te mata; si te refugias, te echa tierra encima y te tapa.
Los dos zagueros, Kantxo y Gaizka Lopez, optaban a llevarse el MVP del Memorial y se lo podían haber llevado, no hicieron nada mal, pero Unatx Riol es el Irujo de la cuadrilla uriostarra.
La lluvia, cabreada, porque no pudo evitar lo inevitable, y solamente atrasar la final y debilitarla, apagarla, ensombrecerla, deslucirla... volvió a aparecer cuando los coloraos ganaban 18--09. Y los seis pelotaris, que querían ganar, pero que no eso a lo que venían al MALOKA, decidieron que ahí se acababa y que los coloraos se llevarían la honrilla de ganarla. Y que todos se llevarían el honor de jugarla.
Los manomanistas no querían txapelas para el campeón. La txapela del MALOKA es propiedad de la memoria de Jon Ander. Querían estar juntos tras la final, en una cena de pelotaris, con Gonzalo Soto, y con Toñín Rojo (presidente del Bardadun muskiztarra, club de Jon Ander).
Un llavero conmemorativo para cada uno de los 19 participantes.
Y un trofeo exclusivo, único, de valor incalculable, hecho a mano y con mimo por su aita, y que se entregó al relámpago de una noche de tormenta, Unatx Riol. Trofeo de kategoria pelotazale!!!
En MALOKA somos agradecidos, humildes con emociones, y desde los montes de la bella Karrantza llegaron tres cuernos bocineros, tradición en estado puro, como el noble deporte de la pelota vasca, grabados a fuego con el nombre de Jon Ander Soto, para que el galdakaoztarra Kantxo, el pobeñés Andros Arroyo y el premiado Unatx Riol cuenten que, pese a todo, el MALOKA es un grande entre los grandes.
Artesano: Andoni Sainz Llaguno
Una madre es una madre y madre sólo hay una y especialmente emotivo fue el momento en que Marian Camino descendió a la kantxa para coger el ramo de flores y saludar emocionada a los pelotaris.
Desde el respeto más profundo a su querer estar en la sombra, nos llenó de sentimientos y entrecortó la voz ese inesperado instante.
Por ti, Jon Ander!
ESKERRIK ASKO, PELOTARIS!