DEL HORNO--OSKAR 23
GORKA--JUANMA 25
GORKA--JUANMA 25
No hay partidos trámite en el Maloka. Del Horno--Oskar, aspirantes al título, txapeldunak en 2017, subcampeones en 2016 y 2018, y ante una pareja que no había mostrado nada especial en sus tres partidos de liguilla (ganaron 25-23 en el último suspiro ante Asier Guillén--Jongo, los farorillo rojo de su grupo; perdieron 25-14 contra Sanse II--Kastre, líderes de su grupo, pero que cayeron inesperadamente en 1/8 de final ante los hermanos Ormaetxe; y ganaron ajustadamente 25-23 a Txaber--Petxu), quedaron fuera del torneo y dejaron el Maloka en estado de shock.
El triunfo azul se escapa a toda lógica, no solamente por el contrastado potencial de los colorados, sino por lo mostrado hasta ahora por los azulones, que en tres partidos de liga, en un grupo no muy exigente, habían logrado 64 tantos y habían encajado 71, con dos triunfos exiguos e in extremis, con muchos fallos, sin continuidad en el juego, hasta sin entendimiento, y lanzando pelotas fuera de la kantxa con demasiada facilidad.
El partido se puso colorado desde el inicio y a mitad de partido seguía claramente colorado, con fallos impropios de un delantero como Gorka, un tanto perdido y precipitado en la kantxa. Por si esto no fuera suficiente, su zaguero estaba medio lesionado de la mano derecha y sólo el deseo de jugar este partido le mantenía en kantxa, con un "huevo" en su muñeca derecha.
Dicho de otra manera. Nadia habría apostado por una victoria azulona. A lo mejor, ni los propios pelotaris, Gorka--Juanma.
No se puede explicar lo inexplicable. Con un Oskar marathoniano y potente en su golpeo y un Del Horno que remata majestuosamente, las diferencias en el marcador se fueron estrechando y de pronto, nos encontramos con un empate a 15 tantos en el marcador. ¡Cuidado! Superioridad manifiesta colorada, partido controlado por los colorados, los azules haciendo los recados, pero el marcador señala un empate a 15.
Estaba subiendo la marea, pero todos confiaban en que enseguida iba a volver a bajar, que los azulones estaban engordando para morir.
¡Ojito! ¡Qué peligro tiene este partido! Empate a 20 tantos.
Juanma no falla una puta pelota. Otros días de cada siete tira una fuera, ahora de diez acierta diez, de veinte acierta veinte, de cuarenta acierta 40. Es su momento. Gorka ha encontrado una vía de agua en la derecha de Del Horno, que parece tener molestias físicas, porque no corre con soltura. Oskar tiene que multiplicarse.
Del Horno da miedo cada vez que tiene remate. Pero hoy una se le va a la txapa, la otra se le va a la línea, la tercera se le escapa por tres centímetros. Algunos se frotan los ojos. Otros intentan tragar saliva. También hay quien resopla, quien suda sin estar en kantxa... la tensión se apodera del Maloka, de los 300 espectadores que inundan las gradas del frontón.
"Oskar, hay que sacar adelante esto como sea" -le masculla Del Horno. Oskar confía, él es un seguro de vida. Su delantero, un crack. Pero el marcador señala un empate a 20 y los azulones están en las nubes. Se han crecido. La brisa se ha llevado su juego mediocre y la marea ha traído una pareja inexpugnable, excelsa. ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué Gorka las clava todas? ¿Por qué Juanma no falla una pelota? ¿Por qué a Del Horno se le van por centímetros todos sus remates? ¡Esto no es normal!
Y, de pronto, todo se vuelve lógico. Tres tantos seguidos de los colorados y cogen una ventaja de 23 a 20. ¡Ya está! ¡Menudo susto!
Pero la lógica se hace añicos. Del Horno busca finiquitar el partido y sus remates se estrellan de nuevo contra la txapa.
Película de suspense. Para algunos... de terror. ¡Empate a 23!
Y lo que nadie esperaba, sucede. Era el día de Gorka--Juanma. Estaba marcado en su calendario.
Día señalado.
Día histórico.
Día inolvidable.
Día para olvidar.
Del Horno--Oskar eliminados en 1/8 de final por una pareja que apuesto que solamente les ganaría uno de cada 100 partidos Sólo uno de 100. Pero ese uno, era ayer.
SANSE I--REYERO 25
LEO--ÍÑIGO 16
Mientras calientan, asimilando la sorpresa, se comenta que de las cinco eliminatorias de 1/8 de final ya disputadas, en tres han vencido los que no eran favoritos, las parejas que pasaron como subcampeonas de sus grupos y que tres campeonas de grupo se habían ido a la calle ya. ¿Qué está pasando en este Maloka?
Leo--Íñigo también quieren que sea su día. Leo comienza como siempre, supersónico. Los azules toman ventaja importante: 6 a 1. Pero pasa lo que ya hemos visto antes en este torneo, que ese ritmo y esa forma de golear a la pelota, dándolo todo, le desgasta a Leo, le devora, no se puede mantener en su actual estado físico.
Leo surfea en el Maloka. Viene la ola, la coge y sube tres tantos en su marcador, preciosos, imponentes, en un solo minuto abre hueco. Pero luego, debes nadar con tu tabla y adentrarte en el mar, sentarte en su tabla y esperar a que vuelva la ola y, esa espera, sus rivales suman tantos y se escapan.
Del 6 a 1 azulón pasamos al 12 a 6 colorado. Esperando la siguiente ola.
Si pones un vídeo con los minutos de oro de Iñaki Leonardo nadie diría que nadie le va a ganar. Es brutal. Es un bestia, una bestia humana. La pelota se explota; la pared de la ermita llora de dolor... Pero, al final, no llega lejos... hasta octavos también llego yo a mis 63 años y sin parecerme a Leo en nada. Leonardo debería estar en otro nivel, porque está en otro nivel. Leo podría ganar el Maloka. Debería ser su reto. Conformarse con hacerle cinco tantos espectaculares a Del Horno--Oskar y otros cinco a Sanse I--Reyero no es meritoria cosecha para un delantero de su nivel. Reflexión pendiente. Reflexión profunda.
Íñigo ha cumplido con lo que yo esperaba de él. Es bastante más joven que yo, pero, como en mi caso, sus mejores años ya quedaron atrás. El fue un zaguero indomable, bueno entre los mejores, una bestia del deporte, ese contra el que los mejores querían hasta entrenar... Íñigo Moral es de lo mejor que he visto con pelota de tenis en un frontón, zaguero impresionante.
El Íñigo al que yo me enfrentaba hace 20 años era tan poderoso como el mejor Oskar Medina. Esta cosas solamente las sabemos los viejos, el resto las ignora, pero conviene decirlas. Íñigo se mantiene todavía y no se arrastra por los frontones, da guerra, pero el que yo conocí hace dos décadas... era capaz de hacer que te arrastraras por la kantxa. Eta un zaguero soberbio.
Quizás, dentro de una década, alguien vea jugar a Oskar Medina y diga... "pues no juega tanto". Ya, pero... ¿y lo que jugaba? ¿Cuántos zagueros son capaces de hacer lo que hace Oskar Medina? Y, ojo, que me duele decirlo, pero Oskar, aun siendo muy bueno, ha sido aún mejor de lo que es... el tiempo pasa, las heridas duelen, los músculos te pasan factura... pero yo seguiré aquí para contar todo lo que veo, y también todo lo que vi. Un día vi que Íñigo era el mejor entre los mejores. Y un día vi que Oskar Medina era el mejor entre los mejores.
Los recuerdos nunca mueren.
Éste es un buen zaguero y también es un zaguero humilde.
Yo sé lo que le falta.
Jugar a pala todo el año.
Mejorar técnica y físico.
Coger confianza. Creer en sí mismo. Prepararse.
Eso es lo que le falta.
Si no lo hace, será siempre eso, un buen zaguero, rocoso, trabajador, compañero... pero nunca podrá ganar un Maloka.
No soy yo quien para aconsejarle. Su aita es el Gran Reyero, el mejor botillero que pudiera tener. Eso si, hay que "aguantarle".
¿Iluminados o cegados por el sol?
ESKERRIK ASKO AL PÚBLICO DEL MALOKA
En el Maloka hay público fiel, que asiste cada tarde.
En el Maloka hay pelotaris que ya han sido eliminados, pero que siguen yendo a seguir el torneo, porque entienden que el torneo es lo importante, no cada uno de los que juegan. A Kastre, Pinillos, Gamboa, Brull... les gusta el torneo Maloka y lo siguen, después de quedar eliminados. Eso es admirable.
En el Maloka hay ilustres de la pala que admiran este torneo. Berto Quintana siempre aparece y dice que lo que se ve en el Maloka es algo único. Lo dice un palista de lo mejor que ha dado Muskiz, un grande, gran pelotari, gran persona. Con otro grande, Ricar Llamosas. Estos son los que deberían clonarse.
En el Maloka hay gente importante, representativa, como Unai Elosegi, concejal de deportes de Zierbena, o Iosu Urkijo, director deportivo de Innpala.
El público del Maloka lo hace grande.Uztailak 26, asteartea. Martes, 26 de julio
19 h (1º) BELARRI—GOÑI DAVID A.--ROBER A.
19 h (2º) // GUERRAS—IÑI ALBERTO--MACY
Uztailak 27, asteazkena. Miércoles, 27 de julio
19 h (1º) Eliminatoria ¼ de final
19 h (2º) Eliminatoria ¼ de final
19 h (3º)
21 h PARRILLADA ofrecida por...
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