Esta es la historia de un águila, un buitre y un cordero y... me ha recordado al MALOKA.
Había una vez un buitre, que se moría de hambre, y el águila raptó un cordero justo frente a él, y voló hacia las montañas.
Entonces, el buitre se dio cuenta que se podía atrapar un cordero y quiso hacerlo mejor que el águila. El águila había cazado un cordero flaco y pequeño y el buitre quiso atrapar el cordero más gordo, para tener carne para mucho tiempo.
Para imitar al águila, el buitre subió bien alto y descendió en picado como había hecho el águila. Sin embargo, al agarrarse al cordero, sus pequeñas patas no podían rodearlo y el cordero empezó a balar muy fuerte.
El pastor, al oír los balidos del cordero, acudió con la escopeta. El buitre, al ver al pastor armado, intentó volar, pero sus patas estaban enredadas en la lana del cordero. El pastor abatió la buitre.
En la vida, muchas personas pensarán que tu esfuerzo es fácil, pero cuando intentan imitarte se dan cuenta de que no tienen garras ni alas de águila como tú.
El pastor es el público del MALOKA y el cordero es el torneo.
El águila quisiera ser yo.
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