FILOSOFÍAS del FRONTÓN
Los pelotaris de GALIPA de hace dos décadas (Eloy Tajada, Joxemari Alonso, Jon Serrano...) siempre estábamos de acuerdo en que, dentro de la kantxa y en competición, quien más sumaba entre físico y mente era quien salía victorioso de los partidos casi siempre. Y no sólo estábamos de acuerdo, sino que lo poníamos en práctica, era nuestra filosofía de competición
También solíamos decir que los partidos no se ganan al principio, sino que se ganan de la mitad para adelante. "El más grande" (Eloy Tajada), cuando el marcador andaba 12-11, o similar, siempre soltaba la mítica frase de "ahora empieza el partido, abuelo".
Y, finalmente, había una tercera "ley": en los partidos no se debe pensar que vas a ganar porque hayas tenido un buen principio, ni se deben perder por tener un mal final. Cuando ambas cosas se juntan cavan la tumba de la derrota.
Pueden parecer frases simples, hasta incomprensibles para algunos, pero encierran mucha sabiduría. Eso sí, para el que actúa como si lo supiera ya todo, no le sirven para nada.
DATOS del PARTIDO:
Tiempo de duración: 1 h
Tiempo real de juego: 44´
Nº de tantos disputados: 59 (28 colorados y 31 azules)
RESULTADO FINAL:
GALIPA F (Jesus--Arkaitz) 1 (15 / 08 / 05)
GALIPA E (Gofinondo--Ibon) 2 (06 / 15 / 10)
Nº de pelotas usadas: 2 OxoneX3 (la 2ª, a partir del tercer joko).
Juez: Rober Areizaga
Fecha y hora: Viernes, 8 de septiembre, 19: 15 h
INCIDENCIA:
Por dos zonas de la pared izquierda descendían reguerillos de agua, a la altura de los cuadros 2 y 6, aproximadamente. Y una gotera caía a la altura del cuadro 8, cerca de la pared izquierda.
No impedía jugar, pero tuvimos que secar agua y poner paños antes y durante el partido.
No provocó polémicas.
ANÁLISIS del PARTIDO
Partido muy igualado, como se refleja si contamos los tantos realizados por una y otra pareja tras la finalización del mismo. Los colorados sumaron 28 tantos y los azules, vencedores, tres más, o sea, 31.
En el primer joko, los azules estuvieron fríos, desubicados, faltos de entendimiento, incluso fallones y lentos, muy lejos del nivel mostrado 24 h antes, donde los que ayer eran compañeros fueron rivales, ya que tuvieron que sustituir en 1ª categoría a Silver y Adrian.
Por el contrario, los colorados entraron a tope e hicieron las cosas muy bien, desarbolando a sus rivales. Tanto fue así que en poco más de 11 minutos de juego ya se habían adjudicado el primer joko (15 a 06).
En el 2º joko, tanto el delantero colorado, Jesús Yagüe, como su zaguero, Arkaitz Martinez, no mantuvieron la intensidad, buscaron tantos precipitadamente y fallaron. No sabría decir si por cansancio (aún era demasiado pronto para sentirlo), por exceso de confianza tras el paseo en el primer joko, porque les pudo afectar el calor (29º en la kantxa), o simplemente, porque sus rivales espabilaron un poco o bastante.
El caso es que en el último tramo del joko, y tras unos minutos muy igualados de juego y con tantos muy largos, vieron que la diferencia que les llevaban sus rivales era ya insalvable y entregaron el joko para jugárselo todo en el tercero y definitivo.
El tercer joko fue muy parejo, tanto es así que se consumieron los diez primeros minutos y apenas superaban el empate a tres tantos en el marcador. Y, pese a tener un límite de 10 tantos, lo que provoca que en el tercer joko casi nunca se agote el tiempo de 20´, los cuatro frontenistas casi lo agotaron, de no ser porque los últimos tantos fueron muy rápidos a favor de los azules, que acabaron físicamente mejor que los colorados, pese a haber disputado otro partido 24 h antes.
El partido podría resumirse diciendo que pudo ganar cualquiera, pero que ganaron los azules porque fueron de menos a más, y perdieron los colorados porque fueron de más a menos.
Gofinondo siempre empieza frío y mal, pero se va entonando y acaba muy bien los partidos. Aspecto a mejorar por el joven bermeotarra.
Ibon Ayesta no estuvo tan sólido como en la noche anterior, anduvo más lento en sus reacciones y le costaba poner la pelota donde quería. Creo que nunca sabré si es lento o es que, simplemente, es tranquilo.
Jesús empezó muy bien, pero se fue diluyendo.
Arkaitz jugó bien de zaguero (hay que recordar que, normalmente, es delantero con la pelota rápida), pero acusó el esfuerzo, seguramente, por el calor. Hecho no criticable si tenemos en cuenta su físico, que mérito tiene mucho. Cuando le metía ritmo, Ibon sufría, pero ese ritmo también cansaba al propio Arkaitz. Quizá, por ello, por momentos, buscó acabar rápidamente el tanto con su buena zurda. A veces acertó. A veces, falló. Cuando estaba fresco acertó más que falló. Cuando estaba cansado, falló más que acertó.
No sé si en algún momento del partido hubiera convenido intercalar sus posiciones (Jesús y Arkaitz) durante algunos tantos. Es una variante en su juego. Es difícil saber si hubiera dado resultado.
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