Muchos pensáis que el Torneo Maloka 2022 ha sido un exitazo. Sí, lo ha sido; y, sin embargo, yo no he conseguido muchas cosas que pretendía conseguir y siento esos latigazos de fracaso marcados en mi piel.
Pedí públicamente a los surfers poder jugar un partido este año, a pecho descubierto, como aquel de 2004, ¡ya les regalaría yo las camisetas del Maloka, después!, pero no lo conseguí. Para mí, es un pequeño fracaso.
Cuerpos morenos, cuerpos estilizados, simpatía, músculos marcados, bermudas largas, pelos largos... y una pala en la mano.
Quería y lo pedí. Insistí, mas no lo conseguí, asumo mi fracaso.
He hurgado en mi nube de fotos del pasado, ahí es donde empecé a guardarlas cuando ya tenía repletos los armarios. Fotos que hoy empiezo a compartir en mi blog, en mi facebook... es mi testamento adelantado...
Foto dedicada a Alberto, a Meduso, a Rubén y a Toñín, y al juez Manu Piedra con la camiseta de Waitaki (escudo de Galipa), porque ese local y a su Javi, en La Arena, jamás habría que olvidarlos.
No he conseguido que los surfistas jueguen a pala.
Fracaso.
Así que yo ya he empezado a surfear, con la sudadera de Maloka. Me ayudará a cabalgar por las olas y ahogar el llanto.
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