Mikel BAINES y Edu GLARIA, los navarricos de ISABA, han venido ya tres años seguidos a jugar el Torneo Maloka. Esto para el Maloka es positivo, le da amplitud geográfica y habla muy bien de lo atractivo de nuestro torneo, porque su pequeño pueblo del Valle de Roncal navarro queda a 272 km de Zierbena y/o a 3 h por carretera.
Goian, 2017ko txapelketan. Behean, 2018koan
2017Lladó--Uriarte 25 Baines--Glaria 15
Baines--Glaria 19 Madari--Barru 25
Txurru--José Pérez 14 Baines--Glaria 25
En su primer año, se encontraron una pareja muy fuerte en su grupo, la del riojano de Ezcaray, Lladó--Uriarte, en su primer partido en el Maloka. No me parece mal resultado hacer 15 tantos en ese partido. Después, en su partido clave, perdieron con Madari--Barru por seis tantos de diferencia. Y finalizaron su competición ganando su primer partido en la kantxa del Maloka por 25 a 14 ante Txurru--José Pérez (sustituía a Jabitxa).
2018
Baines--Glaria 18 Ormaetxe anaiaak 25Ager--Jon 25 Baines--Glaria 24
Asier G.--Jon G. 25 Baines--Glaria 19
Comenzaron su andadura ante una pareja que jugó muy bien, la de los hermanos Ormaetxe, y perdieron por siete tantos. Hicieron un buen partido con suelo mojado por la lluvia ante los mungiarras Ager--Jon, que acabaron ganando por un sólo tanto, y perdieron en su despedida con los locales Asier G--Jon G., ya sin opciones de nada. Tuvieron un grupo muy complicado, la verdad.
2019Baines--Glaria 25 Arriortuatarrak 20
David A.--Rober A. 25 Baines--Glaria 08
Baines--Glaria 20 Julen--Mikel 25
En su tercer año debutaron ganando a los Arriortua, pero al día siguiente les pasó factura la jaia en Santurtzi y sucumbieron estrepitosamente ante los Areizaga. Finalmente, tuvieron sus opciones contra Julen--Mikel, pero acabaron derrotados por cinco tantos.
Es decir, han jugado en La Arena 9 partidos y han ganado solamente dos de ellos, pero han sumado 18 tantos o más en seis de sus derrotas y solamente en dos de ellas se han quedado por debajo de los 15 tantos.
Su aspiración y objetivo en el Torneo Maloka siempre ha sido clasificarse para las eliminatorias, pero aún no lo han conseguido.
Ya hace un año nos contaron su sueño: hacer un torneo en su pueblo, en Isaba, en el singular frontón de la plaza del ayuntamiento isabarrés, ¡y con parejas de las que juegan el Maloka! No es una empresa imposible, pero si complicada. Hace unos días, el pasado fin de semana, ese sueño ya no está tan lejos, porque Gari y Rober fueron a jugar a Isaba contra Baines--Glaria.
Gari--Rober Izabako frontoian
Gari es Gari, es diferente a casi todos los que juegan a pala. En el frontón y en los campeonatos cada cual tiene sus objetivos. Para algunos ganar es lo principal y sabiéndose buenos jugadores se unen a otro excelente jugador para conseguir su meta. Gari sabe que la txapela no va a ganar, pero busca otros premios que para él son tan o más importantes que la txapela: divertirse y divertir jugando y hacer amigos.
El pasado sábado en Isaba comentaba que en el Maloka nunca llega a 1/4 de final y que todos los años le damos un premio (trofeo). Le respondí que porque se lo merece: juega bonito, alegra el torneo, da espectáculo y parece un galipo más durante el mes de julio, porque muchísimas tardes las pasa en La Arena, viendo partidos, hablando con unos y otros y tomando unas birras. Gari hace amigos allá por donde juega. Eso se merece tenerle en cuenta y valorarle.
Rober también es diferente. Con 50 torneos de pala ganados en sus humildes vitrinas, sigue jugando algunos torneos con 60 años, pero su mérito es organizar el Torneo Maloka, un campeonato top en cuanto a organización en opinión mayoritaria. El aitite de La Arena y su blog haixeder son un referente en la pala.
Rober sabe que lo que se tiene hay que cuidarlo, porque, de lo contrario, te expones a perderlo para siempre. Quería devolver la visita a los de Isaba, pero... ¿quién está tan loco por el frontón como para ir desde Zierbena a Isaba a jugar un partido contra Baines--Glaria?
GARI. Gari es ese loco. No podía ser otro.
Durante el Maloka de este año se fraguó todo. Hablamos, acordamos, apostamos una comida en un desafío a pala en el frontón de Isaba, el pueblo de Baines--Glaria, y mantuvimos la palabra. Dos, Baines--Glaria, son navarricos y los otros dos tenemos ascendencia navarra (una amama de Gari es de Ochagavía/Otsagabia y mi bisabuelo materno era de la merindad de Estella/Lizarra, a pies de la Sierra de Lóquiz). El pasado sábado, 3 de agosto, fue el día. Un día inolvidable y repetible.
BAINES--GLARIA
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20
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22
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GARI—ROBER A.
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BAINES--GLARIA
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22
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20
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GARI—ROBER A.
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BAINES--GLARIA
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21
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22
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GARI—ROBER A.
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Acordamos un desafío al mejor de tres partidos a 22 tantos, que es a lo que juegan allí. No pudo estar más igualado. Tras más de dos horas, jugando a pleno sol y refrescándonos en los parones con la fresca agua de la fuente de la iglesia de San Cipriano, si sumamos los tantos de los tres partidos, Gari--Rober hicimos 64 y los navarros solamente uno menos, 63.
El frontón de la plaza de Isaba se las trae. De entrada, tiene una pared izquierda de 3 m de largo, lo que la convierte en un tesoro pelotazale. El frontis, sin txapa y con un reborde saliente que modifica la trayectoria de la pelota y ayuda a marcar las txapas, consta de tres superficies diferentes. Aproximadamente, hasta los 5 m de altura tiene losetas (la mayoría de 60 x 30 cm), deterioradas o erosionadas con el paso de las décadas o siglos, por lo que no garantiza la correcta salida de la pelota. Más arriba, tiene otros 3 metros de cemento, con alguna loseta incrustada en el lateral y, finalmente, otro metro más de cemento u hormigón, pero menos grueso que el resto, apreciándose a simple vista ese detalle. Al final, un reborde o sombrero saliente hace de txapa superior.
Si el frontis ya es especial, no lo es menos la continuación de su limitada pared izquierda, porque tiene un bancal (dos escaleras) y la pared de una casa adosada. Si la pelota bota en la kantxa y se mete en la zona del bancal, tienes que defenderla, para lo que puedes subirte en las escaleras y golpearla con tu derecha o meter revés o zurda con la dificultad de que te desequilibras con las escaleras.
Además, si bota en kantxa y pega en la pared de la casa adosada, puedes llevarla a buena a frontis y el juego continúa; pero si bota en alguno de los dos peldaños del bancal, ya no puedes darla, has perdido el tanto.
Si va directamente al vertical del primer peldaño, el juego sigue, porque se considera pared izquierda. Sin embargo, si da en el vértice de la escalera, es vuelta.
Por si todo esto no fuera ya suficiente, tenemos la repostulera. La repostulera es una especie de cono en forma de chimenea que une el final de la pared izquierda y la casa adosada y ahí... después de más de dos horas jugando allí ... todavía no tengo claro cuándo es buena, cuándo es mala y cuándo es vuelta. Tampoco me importa mucho, porque los navarros son 100% honestos.
Os detallo en imágenes...
Se aprecia el menor grosor de la parte superior del frontis (indicado por la flecha en rojo) y el reborde saliente que ejerce de chivato o txapa, a 1 m de altura, aproximadamente (señalado por la flecha amarilla).
La zona bordeada de amarillo, la repostulera, es siempre mala (creo), si la pelota va directa allí, pero si antes ha botado en kantxa sería buena del que la ha golpeado.
Si va directa o tras bote a la zona verde el tanto se sigue.
Si va directamente o tras bote al vértice rojo, es vuelta.
En esta fotografía sacada desde el mismo txoko, se observa el bancal de la pared izquierda.
La fotografía inferior está sacada justo de enfrente, desde el rebote.
En ésta, también sacada desde el txoko, pero enfocando en diagonal hacia contracancha, se ve el resto de la plaza, con el ayuntamiento y la casa que hay tras la malla del rebote.
El suelo de la kantxa, que es muy muy áspero, no tiene ninguna raya pintada. Son las juntas o uniones del cemento las que delimitan, por ejemplo, la Pasa o la línea de contracancha. Además, como se aprecia en la imagen, el suelo tiene algún botxo o agujero. Cerca del rebote, a metro y medio, el suelo está un poquito más elevado, unos centímetros, por lo que al ir para atrás, hay que tenerlo presente, para no tropezar y/o caer.
Otra curiosidad, y no pequeña, del frontón de la plaza de Isaba, es que el rebote es una red o malla metálica de unos 5 m de altura, que está destensada del paso del tiempo, y que tiene en la base una barandilla de hierro, sujeta a un reborde.
El rebote de Isaba es un arma de destrucción masiva. Con potencia, golpeando cerca del frontis, puedes enviarla directamente al rebote y... ¡a saber qué va a hacer la pelota! La pelota, antes de su segundo bote, puedes llevarla a frontis tras dar en cualquiera de las diferentes partes del rebote. Y..., ¡cuidado!, dejar botar la pelota cerca del Pasa es arriesgado, porque la pelota se te mete en el rebote y la puedes llevar, pero no golpearla, con lo que la entregas al delantero contrario.
¿Veis este muro? Pues, Glaria se subió en él y desde arriba fue capaz de salvar una pelota. ¡Fue increíble! Aquí se aprecia también la ranura de tres o cuatro centímetros que se toma de línea de contracancha.
La pelota se escapa, a veces, por las escaleras.
Abajo os pongo la imagen desde el otro ángulo.
Gari, Rober, Glaria y Baines esquilados en la repostulera.
Por ella se trepa al tejado colindante si pierdes la pelota. La pelota, si pasa por encima de la red del frontis, queda atrapada en el regatxo, un callejón muy estrecho entre edificaciones que abunda en la estrechez de las calles de Isaba. En esos casos, Baines era el encargado de ir a por la pelota, qué él es mendizale.
Contraste de estilos:
Rober la defiende de cuchara con gran coordinación de movimientos.
Baines remata de machete de derecha.
Gari hace una dejadita suave con la izquierda.
Glaría entra a saco, a cuchillo, con su derecha.
Después de jugar y tras una excelente comida pagada por los navarros (tal como habíamos apostado), regresamos al frontón y pactamos la revancha para agosto de 2020.
Gari selló el acuerdo, metiéndole el dedo en el ojo a Glaria.
PRIMER JOKO
BAINES--GLARIA 20 GARI--ROBER 22
Los navarros jugaban en casa y vestían de colorado (el rosa del Maloka 2019), porque eran favoritos por la singularidad de su frontón y todos los trucos que ejecutan en él.
Como calentamiento y preámbulo, echamos unos tantos para el saque inicial y que nos fueran explicando los pormenores del juego en un frontón que es más singular y difícil que el de La Arena, sin duda.
El joko fue muy igualado, de unos 45´ de duración, sin diferencias reseñables en el marcador. Los cuatro sabíamos que era muy importante ganar el primer joko y yo procuré tenerle atado a Gari, que ya sabéis que es jugón. Tan jugón que la primer pelota del primer tanto se la jugó... y empezaron ganando los de Isaba. Gari en estado puro.
En este joko, Baines sacaba al bancal y nos metió algunos tantos, pero Gari ocupó la zona donde acaba la pared izquierda para restar de izquierda los maliciosos saques de Baines y taponamos la brecha.
Desde atrás había que darle con todo para evitar que Baines tuviera pelota fácil para atacar a Gari. Pero no era sencillo asentarse bien en el suelo con ese escaloncito de cerca de la malla metálica-barandilla del rebote.
Cuando podíamos tratábamos de echarla para que se metiera en el bancal, pero Glaria se subía allí y la golpeaba de derecha. Se nota que es su frontón.
Conseguimos rematar el joko y ganarle, no sin sufrimiento. Quizás, los navarros pecaron de exceso de confianza. Parecían convencidos de que no íbamos a ganarles allí, en su frontón y teniendo tantas peculiaridades, en nuestro primer partido en Isaba.
Ganarles el primer joko nos daba vidilla, pero sabíamos que lo habíamos ganado por mínimos detalles.
SEGUNDO JOKO
BAINES--GLARIA 22 GARI--ROBER 20
Tras perder el primero, los de Isaba se pusieron las pilas y fueron con amplias ventajas en el marcador desde el inicio. Baines cambió su saque, sabedor de que ya nos nos iba a sorprender sacando al bancal, y la ponía atrás. Yo, que dudaba entre si ir al aire o a bote, fallé bastantes pelotas al resto, porque iba con miedo de no pisar en los botxos de la zona o tropezar con el reborde y en ese miedo, perdía la pelota de vista y luego fallaba. Me venían a la cabeza las losetas de la jaula de SaNiko (Algorta) y las torceduras de tobillo.
Gari le echaba dos paredes a Baines y le echaba bien, pero Baines llegaba y respondía con pelotas cruzadas que iban al bancal y no conseguíamos defender bien. Gari insistía, pero ahí no sumábamos. ¡Ya se sabe como es Gari! Si le metes una, él quiere devolvértela. En esa trifulca, Baines salía vencedor.
Conseguí sobreponerme, tomé mejor las distancias y empecé a restar mejor, en un intento de acercarnos en el marcador a los de Isaba y llegar al final del joko con opciones de disputárselo.
Glaria era un coloso atrás, no fallaba casi nada y le sacudía a la pelota más fuerte de lo que le hemos visto en el Maloka. "Es mi frontón"- decía. En el murete, en el bancal, en el rebote... Glaria las restaba todas, sabía lo que iba a hacer la pelota...
Gari y yo nos encomendamos a la heroica, jugamos unos tantos muy buenos y fuimos a por el joko, pero no llegamos a tiempo, nos faltaron unos tantos más por disputar. Los navarros ganaron 22--20, el mismo marcador con el que les habíamos vencido nosotros en el primer joko.
Todo se iba a decidir en el tercer y definitivo joko.
TERCER JOKO
BAINES--GLARIA 21 GARI--ROBER 22
Gari y yo hablamos en el intermedio y nos dijimos que había que ir a saco desde el primer tanto y jugarlos todos con cabeza, porque ellos estaban más listos que nosotros aquí, las libraban todas y a nosotros la kantxa nos quitaba tantos por novatos. Baines y Glaria tenían reacción cuando la pelota botaba mal. Nosotros... no tanto.
"Gari, quiero ganar en mi primer partido en Navarra" - le dije a mi gran compañero de aventura en Isaba. Y él, convencido y sonriente, me aseguró que eso estaba hecho.
Gari atacó al rebote. No se jugó tanta pelota en tuya mía con Baines y le pegó alto a la bola, poniéndola en la malla del rebote. Glaría sacó todas las que pudo y más, pero Gari la encajó varias veces en la misma barandilla de hierro y ahí Glaria no tuvo opciones de defenderla.
Baines empezaba a acusar el esfuerzo y Gari le atacaba al bancal. Sacaba allí y le dejaba preso a Baines en esa zona para atacarle luego a contracancha, donde Baines sufría ya más que al inicio, estando más fresco de piernas.
Fuimos todo el joko con ventajas de cuatro y cinco tantos, lo que nos daba cierta tranquilidad y llegamos así al final, con 21 a 17, pero los navarros, en un arreón final se pusieron empate a 21 tantos. ¡Joder! La ventaja se nos había esfumado y ellos venían con moral desde atrás. Nosotros nos pusimos nerviosos.
Gari atrasó una pelota con su izquierda a contracancha y fueron los dos navarros a defenderla. Glaría estaba mejor situado, pero Baines entró a por ella y la defendió, pero fue a la malla lateral derecha del frontis por escasos centímetros.
Gari y yo dimos la campanada y ganamos en Isaba. Al límite, sí, pero me supo a gloria.
Baines nos tenía reservada una sorpresa. Consiguió que el sacristán nos abriera la iglesia de San Cipriano y nos subió al campanario, donde las vistas del pueblo eran espectaculares. Fue un bonito detalle.
Desde lo alto se ve la plaza y el frontón y Amaia nos hizo unas fotos desde arriba cuando bajamos del campanario.
Todas las imágenes durante el partido se las debemos a ella, así que, de parte de los cuatro, eskerrik asko, Amaia.
Experiencia muy gratificante, el partido y todo lo demás del fin de semana, que contaré en otro reportaje (la verdad es que tengo muchas cosas para enseñaros y preciosas fotografías). Quiero decir que, pese a las dificultades, es enormemente atractivo jugar en este frontón, que te engancha y gusta. Y quiero volver allí, aparte de que Baines--Glaria se lo merecen, por cómo son y cómo nos han tratado. Amigos y rivales para siempre.
Para mí, jugar en el frontón de Isaba ha sido un regalo; un regalo muy bonito después de acabar el Maloka-2019 bastante triste, decepcionado y molesto por diferentes circunstancias. Por ello, quiero dar las gracias más sinceras a Gari por acompañarme; a Mikel Baines y Edu Glaria, por invitarme y acogernos de esta manera que han hecho; y a Amaia, por hacerlo posible, porque sin ella no habría ido.
Era la 1ª vez que jugaba un partido con Gari de compañero. Ha sido un gran honor, un privilegio, un recuerdo imborrable. Gari jugó muy bien, fue el primer responsable de que pudiéramos ganar el desafío. Había estado en otros frontones navarros (Artajona, López, Arellano...), pero nunca había jugado en ninguno de ellos. Con 60 años he cumplido un deseo, un sueño de un hombre de pueblo.
Y después del partido, la ducha y el vermut, la comida en el Hostal Lola de Isaba.
...con un chef argentino.
¡Por Isabaloka!
Mi plato de verduritas a la plancha con panceta y salsas dulces...¡delicioso!
¡Grande Gari!
Neuk, Gentleman, Tomy... ¡llámate como quieras!
Lo que importa no es tu nombre.
Lo que importa es cómo eres.
Mikel Baines y yo coincidimos en el 2º plato: bacalao
Después, toda la tarde juntos, paseando por Isaba, contando historias y tomando unos cacharros...
...asistimos a la final de las 12 h de fútbol-sala, donde vencieron los de Ezkaroz, del cercano valle de Salazar, en el frontón cubierto de Isaba, el frontón Erminea. Allí mismo, al día siguiente, había partidos de remonte y entre los remontistas jugaba Mikel Etxarri, buen amigo navarro de nuestras andanzas por el López y Arellano. ¡Pena que no fuera el mismo día para haberle podido saludar y ver jugar!
Gari y Glaria en el monumento al pastor roncalés.
¡Aiba la ostia!
Y por la noche nos encontramos en Isaba con Álvaro, uno de los artistas de Meatzeta, los que hacen los magníficos trofeos del Torneo Maloka. ¡Vaya sorpresa tan agradable!
...mientras veíamos algunos festejos típicos del pueblo.
En 2020 trataré de organizar un campeonato de pala en Isaba, con varias parejas del Maloka-2019. Es un sueño de los navarros y quiero ayudarles a cumplirlo, porque ellos también me han ayudado a mí. Hablamos de ello, hicimos nuestros planes. En este mundo del frontón y de la pala con pelota de tenis hay muy buena gente, contaré con ellos para sacarlo adelante.
Cierro el reportaje mencionando a Esteban Antolín, el fotógrafo de Zierbena, el del Skull Bar, que dijo que igual iba y, finalmente, no pudo ir. Estuvimos todo el día esperándole... le daremos una 2ª oportunidad dentro de un año.
Y quiero dedicar este reportaje a Gari, por tener el detalle de jugar conmigo; pero, muy especialmente, a Mikel Baines y Edu Glaria, los navarricos de Isaba. ¡Buena gente!
(A Amaia le dedicaré la 2ª parte o 2º reportaje del fin de semana en Isaba y alrededores).
Se lo merece todo.
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