Haixeder: Udaberri Txapelketa 2013 (y XIV)

domingo, 28 de abril de 2013

Udaberri Txapelketa 2013 (y XIV)

Naufragio de Galipa

El club de Zierbena, que tenía el mérito de ser el que más parejas había presentado al Udaberri 2013 (7 en total: una en 1ª, cinco en 2ª y otra en chicas), el que más parejas había clasificado para semifinales (cinco), el que más finalistas presentaba en las finales de paleta goma (tres, 1 en cada categoría), se ha ido del torneo con las manos vacías, después de que sus tres parejas perdieran inesperadamente en cada una de las tres finales; ya que partían como favoritas y jugaban, además, en su propio frontón.

El deporte no es una situación matemática. En el deporte entran en juego factores sorpresa, factores que alteran el transcurso del juego y, como consecuencia de ello, el resultado final. Son detalles pequeños que se suceden y, encadenados, producen un efecto colateral trascendente e, incluso, decisivo..

El vuelco de un camión en la autopista A-8, en Muskiz, en la bajada hacia el puente de La Arena, a media tarde del viernes, colapsó la circulación e impidió a los pelotaris llegar a la hora a disputar sus finales. Much@s de ell@s estuvieron hasta más de 2 horas en la ratonera que se formó con el casi total cierre de la autopista.

La primera final que se disputó fue la correspondiente a la primera categoría: Galipa / Ermua, y comenzó con más de una hora de retraso sobre el horario previsto. Eloy Tajada, el delantero galipo y Tito Ferreiro, el zaguero de Ermua ya estaban en el frontón a las 6 de la tarde; pero tanto Juanjo (delantero de Ermua) como Oskar Medina (zaguero de Galipa) quedaron atrapados en la zona de la margen izquierda, por lo que sólo se podía esperar e intentar ayudarles a llegar hasta Zierbena por carreteras secundarias, o incluso caminos rurales libres de las enormes caravanas de vehículos.

GALIPA 24 25 ERMUA
(Eloy Tajada -- Oskar Medina) (Juanjo -- Tito Ferreiro)

Galipa salía como favorita. Había sido segunda en la liga (Ermua, 4ª) y ya les había vencido recientemente en el mismo escenario por 25-19. Además, la presencia en la zaga galipa de uno de los zagueros de la selección bizkaina (Oskar Medina) parecía ser una garantía suficiente de victoria, sumado a la ventaja de jugar en Zierbena.

El partido, sin abrir grandes diferencias en el marcador, siempre transcurría con ventajas para Eloy y Oskar. Enfrente, Tito Ferreiro se asentaba en la cancha y dejaba muestras de su gran defensa desde los cuadros traseros. Su delantero, Juanjo, valiente, decidido, agresivo y correoso, combinaba casi por igual aciertos y errores en ataque.

Traspasado medio partido, la victoria estaba del lado de Zierbena. Al pasar los dos tercios del choque, también. Observé secuencias en que Eloy Tajada no parecía gozar de la confianza de su zaguero, aunque sí del respeto de sus rivales; y no llegué a entender por qué no gusta que Eloy sea Eloy; ya que nadie como él se merece pleitesía en un frontón y en una final. Surgieron dudas y, quizá, desconcierto o desequilibrio en Galipa, sin caer en la cuenta de que ese terreno suele resultar resbaladizo cuando te enfrentas a una pareja de Ermua.

El azar pegó la pelota a la pared izquierda en repetidas ocasiones y, pese a que Oskar maneja con solvencia ese lance del juego, varios tantos cayeron del lado de Juanjo y Tito. Entonces, aparecío la zurda de Eloy para colocar un dos paredes inalcanzable y arrancar de la grada los mejores aplausos del choque y de su, aparentemente al menos, enfadado compañero.

Pero doy fé, por que lo he vivido, que Ermua no se doblega ni cuando el rival alcanza el cartón 24. Y así fue. Hizo uno, hizo dos, hizo tres tantos. Y llegó a empatar a falta del tanto decisivo. Un tanto que valía un campeonato. El nerviosismo y la incertidumbre invadieron el frontón.

Tito Ferreiro tuvo entonces un gran gesto de deportista: antes del último saque se acercó a dar la mano a sus contrarios, como queriendo reconocer que había sido un gran partido y que ganase el mejor, el que tuviera esa pizca de suerte que hace falta tener en situaciones como la que estaban viviendo para ganar. El gesto fue ampliamente aplaudido por el público asistente.

Y... otra pelota que va a morir pegada a la pared izquierda y que Oskar no consiguió sacar, golpeándose, además, él mismo con la pala, en el desesperado intento y empujado por su carácter indomable de ganador.

Me sentí triste porque mi gran amigo Eloy Tajada se merecía esta victoria y yo quería que ganase.

Juanjo, Tito y el resto de pelotaris de Ermua son mis amigos desde aquel primer enfrentamiento, allá por el año 2004, en el frontón de Sopuerta. Por lo tanto, les felicité por su victoria con sinceridad y reconocimiento. Cualquiera de las dos parejas merecía haber ganado. Cualquiera de las dos merecía no haber perdido.

Cuando llegas al final empatando a 24 tantos, el factor suerte es decisivo en un alto porcentaje. Pero hay que analizar lo que pasó durante la hora y media que duró el partido. Creo que en el club de Zierbena se pecó de confianza en la victoria antes de conseguirla, no hubo una estrategia definida y si la hubo no se puso en práctica correctamente; y tampoco se consideró necesaria la labor de botillero específico alguno. En Ermua, en cambio, observé una estrategia definida: pelota con poco recorrido para jugar dos cuadros por delante de lo que ocurrió en la liga; buscar arrimar a la pared izquierda aunque se golpease menos; su delantero variaba mucho sus ataques (entraba de zurda, de derecha, dejaba al txoko, echaba a dos paredes con zurda y derecha, aire de machete y de palanca...) y parecía ´gozar del apoyo de su zaguero para hacerlo cuando veía ocasión; y tener, en todo momento, a Carlos en la contracancha, ejerciendo de botillero, atento a cada incidencia del juego, aconsejando los cambios de material, los momentos de parar el partido y pedir tiempo, haciendo trabajo psicológico con los pelotaris de su club. Carlos no vino sólo a ver el partido de sus compañeros de club, vino también a jugarlo desde la contracancha. Algunos no dan valor a estos detalles, yo sí. En un 25--24 suelen ser los que marcan la diferencia.

La segunda final era la de 2ª categoría, enfrentaba a Galipa E (Valoya--Edu) contra Danak Bat, de Mungia (Ager Urrutia--Alex Pérez). También aquí eran favoritos los representantes del club de Zierbena. Por un lado, habían eliminado sorpresivamente en semifinales a Galipa A (David y Rober Areizaga) en un partido memorable, tras dos horas y cuarto de juego, y bendecidos por los dioses en todas sus acciones. Por otro, Garikoitz San Román, el zaguero de Mungia no podía jugar, se perdía la final por haberse luxado el quinto metatarsiano de su pie izquierdo unos días antes practicando baloncesto, otras de sus pasiones. Además, se jugaba en Zierbena.

DANAK BAT 25 15 GALIPA
(Ager Urrutia -- Alex Pérez) (Valoya -- Edu García)

Alex Pérez no es Garikoitz, no tiene ni su experiencia, ni su técnica, ni su defensa de izquierda, ni su recorrido en la cancha, y se vio claramente en los inicios del partido, donde, además, Ager no acertaba en sus remates; por lo que la seguridad en la victoria de Galipa se percibía en el ambiente.

En las huestes de Galipa volvió a cometerse el error, pero esta vez más latente, porque la ausencia de Gari y el mal inicio de Alex Perez les hizo dar por segura la victoria, más aún con la ventaja impuesta en el marcador desde los primeros tantos. Pero Danak Bat, además de Garikoitz, había traído un botillero de lujo, Egoitz Ojinaga, el alma mater del club de Mungia. Tuve el honor de compartir comentarios y opiniones con él y, en cada tanto, observaba a su pareja y a sus rivales, analizando las fortalezas y también las debilidades. Ellos también jugaron este partido, desde fuera, desde la contracancha. Continuamente indicaban a Ager qué hacer, cuándo buscar el aire, cuando retroceder en ayuda de un exigido Alex, parando el partido para hablar, para hacerles creer en la posibilidad de victoria y para sacar los nervios de sus músculos y el miedo a perder de sus cabezas. Oí sus diálogos, sus intercambios de opiniones y me sentí un privilegiado. Ager, por su parte, miraba continuamente a sus botilleros, quería indicaciones porque sabe de su experiencia y confía en ellos.

Alex se asentó en su defensa, fue a más, ya apenas fallaba y buscaba el aire para oxigenarse, ganando en confianza y autoestima, y Ager sacó el pelotari que lleva dentro y fue a buscar el partido como un kamikaze. Y lo logró. En la segunda mitad todos los tantos caían para Danak Bat. La impotencia se apoderó de Valoya y Edu, no esperaban que pasase lo que estaba sucediendo y me parecían una caricatura de la pareja que nos había eliminado en semifinales, donde ya dije que, en mi opinión, habían firmado el partido de su vida. Su juego era deslavazado y dubitativo; sus rostros , serios; sus movimientos, como de sentirse agarrotados.

Fue entonces cuando se me acercó Carlos, de Ermua, y, refiriéndose a Ager Urrutia, me dijo: "Cómo juega el pelirrojo, tú, maneja el partido él solo, y encima es de los que les gusta ganar. ¡Cuidado con él!".

Si ya Ager Urrutia, bien cubierto por Alex Perez según fue avanzando el partido, dio un recital en los últimos 10 ó 12 tantos, cuando el partido se puso 24--15 era ya un huracán y se fue a por el tanto 25 con rabia, corazón y acierto. Hizo el mejor tanto del partido, un dos paredes espectacular. Tras el partido, los 4 de Danak Bat se mostraban exultantes. ¡No era para menos! Su deseo era realidad. Estaban viviendo lo que habían soñado tantas veces. Zorionak! La tristeza de Gari por no poder jugar la final que merecía había encontrado consuelo.

Y llegó el turno de la final femenina, pasadas ya las 10 de la noche. Se enfrentaban...

ALAITASUNA 30 23 GALIPA
(Idurre -- Marijo) (Susana -- Bea)

Antes del inicio me preguntaban mis amigos de Ermua sobre cómo veía este partido y les decía que Alaitasuna defendía muy bien; pero que carecía de la potencia en el golpeo que tenían las chicas de Galipa, por lo que, si Bea y Susana fallaban poco, podían llevarse el gato al agua. Pero también les decía que las chicas de Galipa iban a dominar en el juego; pero que iban a carecer de estrategia, que las de Bakio eran más pelotaris y que las de Zierbena solían ser presa de los nervios en ciertas fases del partido. Por todo ello, no me atrevía a pronosticar; ni siquiera habiendo visto pocas semanas antes el mismo partido en el mismo frontón, donde Alaitasuna ganó al final por 2 tantos de diferencia. Al final del choque los de Ermua me dijeron que les había hecho un buen retrato del partido antes de jugarse.

El partido comenzó con una superioridad notable de las chicas de Zierbena y, pese al bonito espectáculo de la grada con numerosas seguidoras de Alaitasuna, todo transcurria demasiado sencillo para Galipa. En el marcador se alcanzó un 19--10 a favor de Galipa.

Cuando Idurre y Marijo se acercaban a su botillero, Gorka Alonso, se veía casí la asunción de una derrota segura. Idurre no aguantaba en su pala la velocidad que traía la pelota y no conseguía hacer tantos, mientras que Marijo se estaba defendiendo, malamente, llevando pelotas desde el 8 y más atrás, merced a la espectacular zurda de Bea y al no menos espectacular revés de Susana.

Gorka Alonso pareció dar órdenes claras: que Marijo se adelantase dos cuadros y se defendiera al aire, con lo que ya pasaba al ataque. Y poner en juego una pelota muerta (tan muerta que Idurre hizo falta).

Desde ese momento, y hasta el final, Galipa sólo hizo cuatro tantos más, cuatro; mientras que Alaitasuna consiguió ¡veinte!. Volteo sorprendente, tal como había trascurrido la primera media hora de partido.

El graderío de Bakio fue in crescendo de tanto en tanto y llevó en volandas a sus pelotaris. Zierbena enmudeció.

Tres de tres, sí, pero derrotas. Importante varapalo para Galipa.

Entrega de premios
Asistió, en representación de la Federación Bizkaina de Pelota Vasca, Juan Carlos Garrofé, seleccionador de Bizkaia en paleta goma.

Subcampeones de 2ª.... Galipa E (Valoya -- Edu)

Campeones de 2ª.... Danak Bat (Ager Urrutia -- Alex Pérez)

Subcampeones de 1ª.... Galipa (Eloy Tajada -- Oskar Medina)

Joxemari Alonso, presidente de Galipa, recogió el premio por Eloy, que se tuvo que ausentar tras su partido para atender a su restaurante en El Puerto de Zierbena.

Campeones de 1ª.... Ermua (Juanjo -- Tito)

Subcampeonas .... Galipa (Bea -- Susana)

Campeones .... Alaitasuna (Idurre -- Marijo)

Me pareció decepcionante que la Federación Bizkaina sólo entregase trofeos (copas que ni tan siquiera tenían motivos alusivos a la pala) y no concediera txapelas a l@s campeones. Si la razón es la crisis económica, como puede ser también la razón por la que tampoco nos envía jueces a los partidos del torneo, si exceptuamos las semifinales y las finales, ¿por qué no tiene el mismo criterio a la hora de marcar el coste de la ficha anual de pelotari, ficha que está incrementando sin contemplaciones y en muy alto porcentaje en estos últimos años?

Como pasa en la política, aquí también quienes se ven más perjudicados son la base de la pirámide, l@s pelotaris y los clubes. Que cada uno saque sus propias reflexiones. Las mías son sobradamente conocidas.

Pese a que he escrito mucho, aún tendría muchas cosas de qué hablar sobre este torneo (jueces, reglamento, calendario, actas, sedes,...), pero dicen que debo amansar a la fiera que llevo dentro para evitar polémicas; así que me despido agradeciendo vuestra atención, amig@s.