domingo, 19 de agosto de 2012

Nire olerkiak / Mis poemas (II)


      ... Hoy quisiera   

...hoy quisiera no tener que existir,
saber evitar estar así,  
y no sentirme rodeado y aislado, al mismo tiempo.

...hoy no quisiera ocupar mi tiempo mirando al mar,
y querer arrebatarle  la fuerza de sus olas;
quisiera estar en la cumbre de un monte,
sentirme cerca de las nubes, tocarlas con mis dedos,
sentarme a descansar en ellas y dormirme;
moldear desde ellas este mundo
que es tan simple y difícil a la vez.

...hoy quisiera cerrar mis ojos
y poder caminar invisible entre la gente,
no tener miedo en cada paso,
no mirar asustado ni atrás ni alrededor,
y quisiera no saber pensar, no pensar, no sufrir...

...hoy quisiera ser una gaviota
para poder volar al cielo y desahogarme;
y quisiera ser una bella flor, llena de aroma y alegría;
quisiera ser elegante y  frágil mariposa,
sobrevolar tus pasos, detenerme sobre ti,
contemplarte sonriente día y noche.

...hoy quisiera  vivir feliz y  no soñar,
y quisiera, sobre todo, que al mirarnos
tú no me vieses triste
y yo no te viese triste.

         ...hoy quisiera estar lejos de aquí, contigo
y que tú también quisieras estar lejos de aquí,  conmigo,
por que juntos estamos bien los dos
y al despedirnos empezamos a recordarnos,
a echarnos de menos y a pensar uno en el  otro.

(Es bonito porque siempre estamos juntos sin estarlo)

  “¿Por qué me miras?”  

Te miro a los ojos  y  tú me preguntas porqué
y es porque quisiera dedicarte la frase más bella;
aquella que aplacase la ira de un volcán
y guardase la sensibilidad de Bécquer;
¡ay qué gran poeta!;
aquella que hiciese estremecer tu cuerpo,
sonrojar tu piel
y hacerte sentir la más feliz de las princesas;
aquella que transmitiese en sus palabras
todo lo que tú me haces sentir cuando conmigo estás
y todo lo que yo siento cuando de mi te alejas;
aquella que te hiciera sonreír y darme un beso
de esos que tú no das,
de esos que, cuando estás enamorado,
tanto se necesitan y tanto se desean.

Pero .......¿cómo podría  yo inventar
una frase que no habite ya en esta tierra
si antes que yo ya existieron Tagore, Machado,
Jesucristo, Lord Byron, Shakespeare, Séneca…?

Y cuando tú me miras
no sé ni cómo puedo hablarte,
porque esos ojos tuyos resplandecen tanto
que a mi me paralizan, me encantan,
me nublan, me enloquecen, me ciegan…
por eso hoy, a tus preciosos ojos claros,
yo  les brindo este humilde poema.

   Cuando alguien te ama...  

…su forma de mirarte es diferente,
…su nombre no le suena igual cuando tú le llamas,
…no importa adónde vaya, tan sólo le importa ir contigo,
…siempre te espera cuando tú no estás con él,
…cuando se pone a pensar siempre piensa en ti,
…si te ve triste, no puede sonreír aunque lo intente,
...al decirte “te quiero” se siente avergonzado y herido si tú no se lo dices también a él,
…al verte llegar sus ojos miran con otro brillo,
…cuando le habla  a alguien de ti, se nota su amor en sus palabras, en su expresión, en su corazón, en su mirada…
…ningún tesoro es importante para él, porque él siente que su único tesoro eres tú.
Cuando alguien te ama…tú lo eres todo para él, y todo lo demás para él es…nada.



Hablar contigo

Hablar contigo me ha hecho olvidar 
(no sé qué, ciertamente, pero algo) y estoy mejor. 
Me he quedado viendo una película de guerra
(siempre he sido enormemente pacífico pero…a veces,
la adrenalina hay que expulsarla de aquellas maneras que se ponen en tu mano). 
Así,… han pasado otras dos horas de este martes
(que parece lunes, pero que ya es miércoles),
y ahora me enfrento a una noche
de oír cómo sopla y silva el viento norte en mi ventana.

Mirando desde mi ventana

Horas muertas de invierno largo y frío,
que tras los cristales de mis ventanas,
contemplando el mar, vivo y no vivo
evocando recuerdos que nunca se acaban.

Mar agitado, mar en calma
que, a veces, me parece verde
y que, a veces, me parece gris oscuro;
como pasa con los corazones tristes,
que unas veces tienen esperanzas
y otras, tan sólo, dolor por el amor absurdo.

Miro, miro desde mis ventanas,
buscando el horizonte que no alcanza mi mirada,
cansada ya de tanto mirar y no ver nada.
Miro a la gente que pasa
escondida en su abrigo y su bufanda,
miro a los perros que pululan desnudos,
a los coches que frente a mi casa  aparcan,
a las banderas que ondean infatigables,
al reloj de luz roja que hay junto a la playa
y que marca el frío del invierno y las horas que no pasan,
miro a las olas que golpean incansables en los acantilados
y a la espuma que tras golpearles salta;
miro durante la noche y  miro durante el día,
miro las nubes del cielo, miro la lluvia caída,
miro la arena de las dunas que en silencio avanza,
miro las luces encendidas de madrugada,
miro y recuerdo mil recuerdos a distancia.

Entonces, dejo de mirar y cierro los ojos
para imaginarte sonriente como cuando yo te miraba,
le lanzo un beso a la luna
y le pido que le pida al viento que lo lleve hasta tu casa.


No sé dónde estás...

No sé dónde estás, ni si está lloviendo........
pero iría arrastrándome a buscarte;
aunque muriese de frío en el camino
porque estando lejos de ti,
respiro
pero yo no me siento vivo.

No sé dónde estás ni si ya está de noche,
pero iría arrodillándome hasta encontrarte;
aunque me desangrara en el camino
porque estando aquí sin ti,
descanso
sentado en una silla cómoda
pero me siento casi muerto,
de amor gravemente herido.

No sé donde estás ni si un día leerás esto que hoy te escribo,
pero invento estos versos para ti, laztana,
porque queriéndote  a ti con todas mis fuerzas
para ti no parece  suficiente este amor sincero,
dulce, amigo, platónico, cariñoso, pasional y enloquecido,

Te podría decir adiós
Y, quizás, a ti  de este peso liberarte;
pero a mi me he haría un daño gigantesco,
irreparable, infiel y furtivo.
Soportaría resignado  que tú fueras feliz;
aunque yo no lo fuera
pero mi esperanza es  serlo contigo.

No sé dónde estás ni adónde marcharás ahora,
pero yo me iría en tu bolsillo escondido,
para no molestarte nunca
pero para verte a cada instante.
Igual quieres que te deje en paz y que me marche,
que busque sin ti otro camino;
yo lloraría caminando sin ti, amorcito,
lloraría a escondidas para que tú no lo supieras,
para que tú mal no te sintieras,
haría que la apariencia te engañara
y que te dijeran que  ya de ti ni me acuerdo,
que poco a poco, te olvido,

Me iría quizás lejos
me iría no sé cómo, ni cuando, ni con quién,
pero me iría y no pondría más piedras en tu camino.
¡Joder, qué triste estoy!,
al darme cuenta que te quiero como yo nunca antes he querido

¿Quieres saber cómo estoy cuando pienso que no estaré contigo?
Si estuviera aquí a mis pies el acantilado
me arrojaría ahora mismo;
ya nunca tendría esperanzas;
ya nunca volvería a ver tu sonrisa dulce
ni tus preciosos ojos azulados;
ya nunca me darías la mano,
ni un abrazo, ni un beso enamorado;
ya nunca  estaría contigo,
pero es que cuando pienso que nunca estaré contigo,
y mientras se me caen las lágrimas sobre el teclado,
estoy mal, estoy desesperado;
siento ese nudo en la garganta,
ese temblor en mis manos,
ese frío en mi cuerpo,
la oscuridad en mi corazón desgarrado.

No sé donde estás y por eso, solo por eso,
es por lo que no salgo corriendo y voy a tu lado;
a tirarme a tus pies, a suplicarte desconsolado.
Si tú sabes que yo te quiero más que nadie
¿porqué tú no vienes a mi lado?.
Y es que soy insignificante sin ti,
    porque me siento nada,
    porque me siento nadie,
acaso un prisionero, un cautivo,
un caminante sin camino.
Si no quiero caminar sin ti,
¿sin ti, adónde camino?
Si sólo quiero mirarte a ti y tú no estás...
¿al abrir mis ojos, adónde miro?
Si sólo quiero abrazarte y llorar........
lloro sin abrazarte porque tú no estás.
No sé donde estás.................pero si lo supiera iría ahora mismo,
aunque reventase de tanto andar,
aunque tuviera que ir descalzo y desnudo,
aunque me escupiera el ética  al pasar,
aunque me pisarán, golpearan y derribaran como un enemigo,
aunque me costara la vida,
saldría a la calle y correría para ir a tu lado
si tú quisieras vivir conmigo.
No tengo sitio en este mundo sin ti,
no tengo mundo sin ti,
estoy derrotado, absolutamente perdido.

¿Por qué permites que viva así?.
Ven, clávame un cuchillo;
me harías mucho menos daño, amor mío,
porque tú no querrás matarme, lo sé,
pero me sin ti yo me siento más muerto que vivo.

Silencio y soledad

Silencio que callado habla,
soledad de corazón y de alma,
oscuridad de día
y oscuridad de noche clara,
sentir que...
¿por qué sentir que entre todo se es tan sólo nada?




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