La naturaleza y el paisaje de Karrantza me tienen enamorado desde hace mucho tiempo y el sábado tenía una oportunidad de disfrutar de ambas en buena compañía, así que el viernes me quedé a dormir en Karrantza para hacer esta excursión tan bien comandada por Sergio Fernandez.
Escuché el canto de intrépidos pájaros escondidos en el bosque, vi sobrevolar en nuestras cabezas a los buitres y al alimoche, caminé por senderos almohadillados de hojas, atravesé el hayedo entre la niebla, sortee cascadas de agua que descendían llorando desde los montes de Ordunte, agoté la batería de mi cámara de fotos, es decir, disfruté muchísimo y, sin embargo, al regresar desde Karrantza a Zierbena, asombrado, me preguntaba que cómo es posible que solamente una escasa docena personas nos hubiéramos apuntado a esa exquisita inmersión en la naturaleza carranzana.
Nos acercamos en vehículos hasta Las Arreturas, que en los carteles indicadores figura como Las Arroturas. Sin duda, debió ser un señor importante, con traje y corbata, regidor de algún despacho medioambiental, pero poco conocedor y poco respetuoso con la tradición carranzada, quien determinó cambiar la E por la O.
Aunque , después de 26 años trabajando en Karrantza, he de confesar que no es eso lo que más me llamó la atención, sino que la O siga aún en el cartel.
De Las Arreturas nos dirigimos andando, por la pista forestal, hasta La Buitrera. En el camino, Sergio nos hizo varias pruebas/juegos para despertar nuestro interés por la naturaleza: diferenciar diferentes troncos de árboles, manipular diferentes tipos de rocas, oler el aroma a mandarina amarga del abeto Douglas... con Sergio siempre se aprenden cosas nuevas, y no sólo me gusta lo que cuenta, sino como lo cuenta también.
Los otros once valientes que acudieron a la excursión (Alicia G., Sergio, Oier R., Jon M., Alicia L., Oier S., Esther, Jon B.. Jesu. Maite y Lucas), en el punto de salida.
En los primeros cientos de metros estaban muy bonitas las telarañas humedecidas por la fina lluvia y la niebla baja de la noche. Una de ellas parecía una medusa marina al revés.
Eneko, de La Calera del Prado, subió en bici y nos saludamos.
...cuando Sergio examinó nuestro sentido del olfato con las hojillas del abeto Douglas...
Para ello, el bueno de Sergio nos tapó los ojos con " gafas 3D carranzanas"
Cada poco había que detenerse y escuchar las cosas que contaba Sergio, siempre muy interesantes.
Quizás, una amanita ya en deterioro
Oier S.: --"Y pensaban que yo era pequeño para hacer esta excursión".
Si es que ya decía El Principito, que a la gente mayor le cuesta mucho entender las cosas y para los niños resulta agotador tener que darles siempre una y mil explicaciones.
Espino álbar o majuelo... bajo el que Jon B. quiso darse un baño de gotas de lluvia y hojas.
A ver cómo andamos de tacto... estas dos maderas son del mismo árbol, ¿o no?
Diferentes: peral y avellano. En la finura de la piel y en las estrías estaba la solución
(que estábamos con los ojos tapados)
Y la niebla empieza a volar...
Y Eneko ya baja de vuelta mientras nosotros seguimos subiendo...
A Jon B. cualquier sitio le parecía bueno para darse un baño.
Maite, Esther y Jesu escuchan con atención las explicaciones de Sergio.
¡Nos acercamos a La Buitrera!
Y a la orilla izquierda del camino nos encontramos una imponente haya trasmocha.
¡Cuántas historias tendrá para contar!
Y sin embargo, guarda silencio.
Las personas, en cambio,
a veces, hablamos sin parar,
aunque no tengamos nada interesante que contar.
Alicia G. y Jon M., pillados. Si mis fotografías les gustan,
perdonarán mi intromisión en su momento de intimidad familiar de madre e hijo
Y llegamos a La Buitrera.
Me pregunté con humor si habrá buitreras sin buitres,
del mismo modo que hay buitres que no están en su buitrera.
Y en La Buitrera, los buitres se echaron a volar, dispersaron la niebla con sus alas, nos dejaron ver el cielo azul y el verde de los montes. Bueno, ¡por una vez hay que agradecerle algo a un buitre!
Jon B. y su aita, Lucas, en el Campo La Celaria, sobre La Buitrera.
Jon y Jon: Jon Bengochea y Jon Modesto,
con la intriga en el cuerpo que nos acercamos a la entrada al bosque.
¡Cuidado! Senda estrecha, barro, pisad en la piedras...pero tened cuidado que resbalan, despacito.
¡Comienza el espectáculo del hayedo!
Dos ojos son insuficientes para poder mirarlo todo con la atención que se merece.
Y entre la niebla, se oye una ronca voz salida de entre las hayas...
"¡Guapas!"
Lucas no puede sino arrodillarse ante tanta majestuosidad y belleza
Alicia G. respira hondo y escucha el particular canto del pájaro carpintero
Lucas quiere inmortalizar el momento
Y Oier T. y su amama Alicia L. siguen las indicaciones de Sergio
...y seguimos avanzando...
...por lugares preciosos...
...vigilados por incontables hayas...
Laguntza!
Mientras Sergio trata de ayudar,
Rober dice con humor... "si os caéis no pasa nada, que yo os inmortalizo el momento con la foto"
¡Ánimo!
Yo me apoyo en mis dos bastones, que mira que si me caigo...
Sólo un color: VERDE.
Arándanos y serbales entre las hayas
Dedicadas a Oier S.
Con él se puede ir de excursión. Prueba superada con matrícula de honor.
Y regresamos por nuestros pasos... que llega la hora de volver.
Aún queda mucho bosque por descubrir...
Eso será otro día...
... sin tardar mucho.
¡Buitres!
Mira qué bocadillo me he traído, Rober -parece decirme Jon B.
¡Pues, mira el mío, a ver si te gusta más! --parece bromear Jon M.
Eso parece cosa de los buitres, Jon M.
Kukupraka o dedalera
Mirad, allí hay restos de corrales de piedra.
Y tuve que ir a mirarlo de cerca y... ¡vaya sitio para mirar y disfrutar de las vistas!...
... con Aldeacueva y Salviejo delante en la distancia
ADIVINANZA
"Un pastor en la montaña
vio lo que no ha visto el rey de España;
ni con capa ni sin capa
lo puede ver el Papa;
y Dios, con todo su poder,
tampoco lo puede ver".
¡Renacuajos! Zapaburuak!
¡Caballos y yeguas!
¡Colmenas de abejas!
Flores silvestres (aguileña)
¡Mariposas!
¡Un placer, amig@s!
¡Eskerrik asko por vuestra compañía!
Nos vemos en la siguiente...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.