domingo, 2 de abril de 2017

Fusto--Ibai Perez, campeones del mundo pala parejas

Un honor esta foto con los campeones del mundo de pala profesional, Ibai Perez y Pablo Fusto
Ayer fui a Mungia a ver la final del campeonato mundial de pala profesional y vi mucho más que eso. No me importaba que  se retransmitiera en directo por eitb, porque yo no quería solamente verlo, quería sentirlo, vivirlo, estar allí.  Los cuatro finalistas me parecen  palistas con mayúsculas. De hecho, a mí, todos los que están   en esa condición me parecen palistas  sobresalientes, nadie desmerece, ni siquiera los que  no ganan. Jugar con esa pala y esa pelota, y  a esas velocidades, es enormemente complicado, a pesar de que les ves a ellos y parece hasta fácil. 
Ander Landeta, Erik Zubiri, Iker Gordon, Dan Necol, Sylvain Brefel, Xabier Ibargarai, Esteban Gaubeka, Imanol Ibañez, Pablo Fusto e Ibai Perez, los diez  palistas profesionales de Innpala, son palistas de lujo, auténticos cracks.
En las gradas del frontón de Mungia vi a otro crack, Rafa Alkorta. Y a muchas caras conocidas del mundo del frontón, pelotaris  humildes, pelotaris anónimos, pelotaris reconocidos en Haixeder, que iban a  disfrutar de una final de categoría.
Han transcurrido ya muchas horas desde que acabó la final, y ha habido una noche de por medio, y yo sigo pensando en esa final y en ese final. Tengo muchas cosas en qué pensar, pero esa final y ese final me atraparon el pensamiento y sigue preso.
         
Estoy pensando en Esteban Gaubeka, "el gallo de Armintza", un mito viviente de la pala, un ídolo merecido, a quien sus rivales le arrebatan títulos y con las derrotas  le hacen más grande. La historia debería, al menos, escribir que Gaubeka   fue contemporáneo de Fusto y la gente inteligente sabrá interpretar la profundidad de esa frase.
Estoy pensando en Esteban Gaubeka. Y me siento un tanto triste por su derrota. Gaubeka ha perdido y yo no le he visto hacer nada mal en la kantxa del frontón de Mungia. Magistralmente posicionado, ha defendido de revés, extraordinariamente, los esporádicos misiles de Pablo Fusto; ha golpeado de derecha y de izquierda  empalando con precisión y fuerza para  evitar a Fusto; ha rematado con exquisitez algunas pelotas y ha levantado a la grada con esa  fuerza que trasmite cuando levanta sus brazos y aprieta los dientes para celebrar el tanto. Gaubeka   ha estado concentrado, inteligente, animoso, preciso,deportivo. Gaubeka no merecía perder. Gaubeka fue ayer un campeón sin txapela.

Estoy pensando en Imanol Ibañez, el espigado zaguero bilbaino. Soberbia final la suya. ¡Qué manera de pegar a la pelota! ¡Qué velocidad! ¡Qué armonía en sus movimientos a contracancha! ¡Qué coordinación  para dar a la pelota con su izquierda desplazándose a la derecha de la cancha! He visto alguno de sus golpes delante de mí y se me quedaban los ojos como platos,  no creía lo que estaba viendo. Imanol desafiaba a la gravedad o, al menos, a las leyes de la estabilidad corporal. Para más de uno  ha podido ser el mejor del partido. Y, sin embargo, se ha ido triste, decepcionado, abatido. Debería haberse ido también orgulloso de su final.
Gaubeka--Imanol no ganaron ayer la final, pero se merecían que este humilde reportaje de Haixeder empezara hablando de ellos. Seguro que a los campeones no les ofende, porque su  hazaña ayer fue conseguir ganarles jugando Gaubeka--Imanol al nivel que jugaron. Cuando los derrotados ofrecen tal batalla, la victoria de los campeones  es aún más grande, le  da aún más valor a su txapela.
Yo fui al frontón de Mungia pensando que era una final abierta, pero me inclinaba por Fusto--Ibai. Pronto tuve que recapacitar y poner en  duda esa opinión. Cuando el primer joko acabó con 10 a 8 para Gaubeka--Imanol, después de hacer una tacada de 8 tantos seguidos, y más aún viendo cómo jugaron esos 8 tantos, pensé en mi amigo Eloy Tajada y en cómo estaría sufriendo desde su restaurante de El Puerto de Zierbena (Taberna Eloy), donde a buen seguro estaría viéndolo en  eitb.
Gaubeka--Imanol estaban desatados. Ibai Perez aguantaba el chaparrón con  su zurda de oro y dejándome en buen lugar mis  recientes comentarios en otro reportaje de Haixeder acerca de la validez de su derecha, pese a ser zurdo.
Comienza en segundo joko, nada cambia, los colorados van a remolque, los azules   siguen muy fuertes, nos deleitan con tantos espectaculares y se produce un empate a 9. "Un dos a cero se puede levantar, pero  va a ser muy complicado", se comentaba en la grada. Y, efectivamente, Gaubeka--Imanol colocan el 10 a 9 a su favor en este  segundo joko y empiezan a tocar con la punta de sus dedos las txapelas de campeones del mundo de pala profesional. El armintzarra y el bilbaino  están imparables, demoledores, superan a sus rivales y sus rivales son nada más y nada menos que el argentino Pablo Fusto y el  actual campeón individual del leño, Ibai Perez.
Las gradas del frontón de Mungia se calientan, sube la temperatura, se empiezan a  quitar chaquetas, hay soplidos y resoplidos, gestos para todos los gustos...
Los  seguidores de Gaubeka se muestras  exultantes y "el gallo de Armintza" les da motivos para ello, les levanta de sus asientos con su juego y les ponen en pie con sus ganas de  ganar la final, con su carácter de  campeón.

¿Y Pablo Fusto? El argentino sufre, sufre, sufre, sufre y sufre... El sufrimiento también forma parte del deporte y para ser  un auténtico campeón hay que saber sufrir, enfrentarse  cara a cara con el desacierto de una tarde que lleva   camino de convertirse en trágica.
Fusto no está como tantas otras tardes ha estado. Sus rivales le desquician, la pelota parece querer cobrarle un precio por los golpes que  habitualmente le  da a sus hermanas. No le sale como él la espera de la pared izquierda, le bota justo donde él no puede llegar, o se le va la que él golpea por escasos centímetros, llega muy forzado y por momentos parece que hasta sus zapatillas no le dejan correr como otras tardes, que no se le despegan del suelo... Fusto, por su juego, no parece Fusto
No le salen las cosas. Se   inclina contra la pared, mira hacia el suelo, habla consigo mismo, está desmoralizado, abatido... ni siquiera protesta, ni siquiera se gusta a sí mismo. 
El tercer joko transcurre equilibrado y por los mismos  cauces, pero se inclina  del lado colorado por 10 a 8. Ya llueve menos. El ambiente  en el frontón de Mungia es el de las mejores tardes de pala que se recuerda. Las finales, en ocasiones, no son buenos partidos. Esta final está siendo un auténtico partidazo. La hinchada de Gaubeka, grita, pero empieza a sentir pánico. La hinchada de Ibai Perez, grita,  empieza a vislumbrar la salida del túnel.  Hace un buen rato que se ha superado la hora de partido y los pelotaris siguen  jugando a un altísimo nivel y dándolo todo en cada golpe. En las gradas nadie quiere que se acabe la final y todos quieren que gane su pelotari favorito.
Cuarto joko, y otro 10 a 8 para Fusto--Ibai.  Empate a dos jokos en el marcador, algo que  parecía imposible unos minutos antes. Me cuesta  creer lo que estoy viendo. Fusto desata  el animal que lleva dentro. Había estado más de una hora sufriendo en la kantxa, desesperándose... Había estado más de una hora viendo  que la  txapela de campeón mundial parejas se le escapaba. Y ahora  ya no estaba tan lejos, en realidad,  estaba a un solo joko de   calársela por 5ª vez.
La grada se calienta más aún. Unos necesitan salir a dar unas caladas, no pueden con sus nervios; otros, necesitan un trago, la tensión les   seca las gargantas... otros no nos movemos del asiento, no me quiero perder ni un  segundo, porque un segundo da para ver un detalle y los detalles son siempre importantes.
"¿Aguantará Ibai? Lleva mucha tralla, ¡eh!" - comentan unos.
"Gaubeka--Imanol están más frescos, pero la tenían ganada y se les ha torcido mucho, eso igual lo acusan moralmente" -comentaban otros.
"Los colorados van a darlo todo ahora, después de levantar un dos a cero y jugando como han jugado sus rivales, tienen que  ir a por todas ahora" -reflexionaba otro.
En el tercer y, sobre todo en el  cuarto joko, Esteban Gaubeka pedía  calma y cabeza a Imanol. Ganaba dos jokos a cero, pero eso es signo de enorme respeto por la categoría de sus rivales en la final de ayer. Imanol era una cañón que  golpeaba  la pelota con su  zurda, cuando venía al aire la rompía; a bote pronto la  salvaba con una  calidad suprema, y   los latigazos de Fusto los contrarrestaba con misiles de corto alcance. Pero Gaubeka le reclamaba, en   ocasiones,  llevarla, ponerla, no querer romperla. Cada uno tiene su juego y sus interpretaciones del mismo. Gaubeka es más  frío y calculador. Imanol es más caliente y temperamental.
Quinto joko. Órdago a la grande. Ibai Perez tiene  dificultades con la pelota puesta en juego, pierde uno, pierde dos, pierde tres tantos... El marcador se coloca 6 a 2 para los azules. La  cuadrilla de Armintza respira, vuelve a ver la luz. La cuadrilla de Zierbena,  se echa las manos a la cabeza, no quiere ver lo que  está viendo. 
El argentino Pablo Fusto, se ha hartado de estar sufriendo y sufriendo. Él es el   nº 1. Él es el  crack, "amado" y "odiado" a partes iguales. Cambia de color, ya no juega en blanco y negro, juega de colorado, el color que honra a los campeones. 
Pero Gaubeka--Imanol se agarran como leones al lomo de un ñu y ponen un 8 a 5 a su favor en el marcador. Entonces, pienso ... Fusto--Ibai Perez  tendrían que hacer un final de 5 a 1 para  llevarse la txapela. ¡Buff! En esos momentos me  parecía una misión imposible.
8 a 6. 
8 a 7. 
Empate a 8. 
8 a 9.
Y 8 a 10.
La kantxa es un  ejemplo de respeto y deportividad entre los pelotaris.
Los sentimientos se desatan.
Alegría y tristeza por igual.
Las gradas se contagian de lo que ven en la kantxa.
Apoteósica final. 
Apoteósico final.
 Espíritu argentino, espíritu indomable,
5ª txapela mundial parejas para Pablo Fusto.
Nunca una txapela la tuvo tan lejos, nunca  en una final sufrió tanto.
Exultante,  expulsó de dentro todo ese sufrimiento.
Sigue siendo un crak,
sigue siendo un campeón.
En el último joko, soberbio, enrabietado, a muerte, hasta perder el aliento...
 ...¡cómo se agarró al triunfo hasta  conseguirlo!
¡Ganas de ganar!
Extraordinario el juego ofrecido en la final por Ibai Perez.
Ibai Pérez, doble campeón mundial de pala profesional en 2017:
 campeón individual
y campeón parejas.
¡Qué grande Ibai Perez!
Me acerqué  a felicitarle y, verdaderamente, me asombró lo que me dijo: "no estaba a gusto de cómo he jugado, Rober. ¿Cómo se ha visto desde fuera? Desde dentro yo no me he visto del todo bien". 
-Ibai, ¿qué dices?, has estado fantástico, has jugado de diez. Disfrútalo y gracias".--le contesté. Era la verdad, mi verdad.
 

 Prieto, uno de los jueces de la final (Ager, el otro)
 Con Ibai Pérez, Esteban Antolín, "el fotógrafo de Zierbena", a quien agradezco la cesión de muchas de las fotos de este reportaje.
 Sariak...
... eta sari banaketa
 
 





y otros recuerdos...


Rober, échanos una foto  a la cuadrilla

Eskerrik asko zuen arretagatik!

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