martes, 3 de enero de 2023

Los pequeños placeres de un jubilado

He  estado unos días sin  escribir. Me fui  a la capital y... me perdí.
Bilbao es una selva y  yo  sólo me manejo bien en los bosques.
Tanta gente por la calle, todos viniendo de frente y nadie me miraba. Me siento  tan  pequeñito en Bilbao, tan  invisible, tan ignorado... yo quiero  saludar  a  los que  vienen de  frente, pero nadie me mira.

Amaia, ¿tú me ves, verdad?—le pregunté.
El Corte Inglés, la  Gran Vía, los bares de al lado de la  Diputación, la SS SS, el parking... ¡qué horror!   Todo el mundo hablaba y yo no entendía nada.
—Amaia, ¿seguro que  estamos  en Bilbao?—le pregunté.
No es que sepa muchos idiomas, solamente  me defiendo en  dos, pero  toda esa gente no debía hablar en ninguno de  los  dos, porque  yo  no  entendía nada.
—Amaia, vamos para Zierbena, que allí no me choco  con nadie—le rogué. Es que  hay  que ir  esquivando  a la gente... ni te miran, pero  se  choca  contigo, oye.
—Para Rober, ¿no ves que hay un semáforo y  está en  rojo?

Pero, mi psicóloga me dice que  siempre hay luz al  final  del  túnel. Y hoy lo he  comprobado, he mirado a la oscuridad y  allí, a lo lejos,  en el  centro,  se  veía una luz. Y se oía el  murmullo del  agua cayendo... "Urak dakarrena, urak  darama".

Se vive bien de jubilado, la verdad.

Te levantas  cuando quieres. Yo he  cogido por costumbre no levantarme antes de las diez. 

Desayunas en Maloka  con  Sonia y Ricar (y  Amaia,  que  está de vacaciones). Con Ricar puedo  estar cien días seguidos y no me cansaría nunca. Siempre tenemos  temas para hablar: nuestra Playa  de  La  Arena, Lastrón, La Batería, el Torneo Maloka, los  viejos  tiempos...

Me llevo  a Eki (mi perrito bodeguero) a la huerta de  Ranes. Ranes  tiene historia... historia  de la  de  queda  en los libros y museos. Un día  os contaré con más detalle qué había en mi huerta de  Ranes cuando yo era  niño: tumbas, huesos y piedras con historia... de un monasterio que  allí  existió  en el  siglo IX. Yo, allí (y en Moreo)  crecí, me pasé la infancia cuidando las vacas, plantando berzas y  regando los pimientos y  tomates.
   Estela hallada  en los  años  60 en la Cerrada de  Ranes (Zierbena)   

A las  cuatro de la tarde, me siento a comer  en la terraza, mirando  al mar, con Amaia, Eki y Argi. Los tres  son  encantadores. No como yo.

Hoy sí me he  ido  a  andar, sin  rumbo fijo y al regresar casi cuatro horas  después me he  dado  cuenta  que  había  andado 18 km.

Entonces, una infusión  de  frutos del  bosque  en el  Skull de  Esteban y para casa... Mañana será otro día  de jubilado.

Playa La  Arena, me  cojo el bidegorri, paso el km 4, sigo y  giro hacia  Santurtzi (no  había ido por ese bidegorri), aparezco en Kabiezes,  bajo al Parque de  Santurtzi,  subo por la Calle del  Dólar hasta la  Sardinera y  bordeando lo que  era costa llego  hasta  El Puerto de  Zierbena, subo por la carretera a Valle,  me meto en el barrio y  cojo el  camino que  sube al  cementerio, paso por delante del Kiroldegi de Zierbena y bajo por la  carretera hasta la Playa La  Arena. Buena vuelta he dado.
Túnel  tras pasar el Km 4 del bidegorri
"No todos los graffitis son arte callejero".

"Los bidegorris deberían ser verdes, pero... 
¡claro! entonces, no serían bidegorris"

Me recordó a cuando yo tenía 20 ovejas en Moreo.

Kabiezes y Santurtzi: Bullicio en las  calles,  luces de Navidad y olor  a  gasolina... En  ese  campo jugué mi mejor partido con el  histórico Abanto Club (salí por un lesionado, marqué un gol, me hicieron un penalti...), hace más de 40 años. Un abrazo, amigo Txarly

"Algunos graffitis sí  son arte callejero"

Cuando veo una Sardinera siempre me acuerdo de Rosilla
con  su balde de latón en la  cabeza, de casa en casa,  
vendiendo el pescado (sus  lirios, fanecas,  txitxarros y  anchoas...). 
Y al  acordarme de  Rosilla me  acuerdo  de mi madre, Teresa
de mi  abuela Rafaela y de mi tío Ipe.

Lo importante no son los 18 km. 
Lo importante es que  he  caminado solo y lo he hecho de noche. 
Ir solo de noche me da miedo, es un trauma de mi niñez. 
Me  cuesta superarlo.
Hay que mirar al mañana. 
Pero nunca se puede olvidar  el  ayer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...