sábado, 28 de junio de 2014

Has elegido dejarme sin nada


Me siento muy triste esta noche,
no hay consuelo para tanta tristeza,
solamente lágrimas y reproches, 
lamiendo en soledad las heridas de mi pena.

Yo no tenía nada
y tú lo tenías todo, 
más de lo que te hacía falta,
más de lo que necesitabas.
Y, sin embargo, me lo has negado todo, 
no  me has dejado nada.
No me has concedido ni las migajas 
cuando desesperado te he pedido que compartas.

Y ahora yo sigo como antes, entre la nada.
No sabes cómo duele ver que te lo has llevado todo, 
hasta lo que no necesitabas.
Tú que lo tenías todo no me has dado absolutamente nada.
Incrédulo, perplejo, sorprendido...
Es por eso que me invade la tristeza.
Tú te sentirás  satisfecho,
te vas con las alforjas repletas,
regocijándote de ver las mías totalmente vacías 
y de ver las tuyas tan llenas.

 ¿Sabes?  No me lanzaré al abismo,
crecí de niño soportando penurias, dolor y violencia.
No es para desaparecer para lo que muevo mis alas,
es para volar más alto, más lejos y más rápido que tú,
es para volar hacia la cima.
La alcanzaré.

 Estoy hundido, me siento en un pozo,
tú me has arrojado al fondo.
Pero es eso, sólo eso, el fondo.
Delante de mi sólo veo peldaños,
difíciles, costosos, infinitos peldaños...
Comenzaré a escalarlos uno a uno, 
sin miedo y sin cansancio.

 ¿Y tú qué harás?
Tu futuro es peor que el mío.
Del pozo yo iré subiendo... imparable,
peldaño a peldaño.
Tú  estás hoy en la cima,
no puedes llegar ya más arriba,
estás sentenciado a ir bajando, 
¡qué importa la premura, qué importa el tiempo!
acostúmbrate a descender,
acostúmbrate a perder,   
ahora estás arriba, sonriente, porque yo estoy abajo,
pero mañana yo empiezo a ir para arriba 
y mañana tú empiezas a ir para abajo.
Es  así, ¿te das cuenta?  Yo  estoy en el fondo,
no puedo  caer más abajo;
tú estás en la cima,
no tienes capacidad para quedarte,
vas a estar mucho tiempo yendo permanentemente hacia  abajo.

Llegará un momento que nos encontraremos,
tú y yo,  en el mismo peldaño.
Te miraré a los ojos
y no querré oír nada que salga de tus labios.
Te cederé el espacio, 
para que  pases y sigas bajando.

Prometido.
Te cederá el espacio, 
para que bajes más abajo.
No querré compartir contigo nada.
Yo estaré subiendo,
hacia la cima,
tú estarás camino del fondo, bajando.
Acuérdate de lo que te digo.

 Esta noche estoy apesadumbrado.
Pero derrotaré  ese sentimiento,
con esfuerzo y lucha, con paciencia, sin desmayo.

 Ese espíritu me dará luz y energía.
Tú te has quedado con todo,
te sentirás rico.
Yo no tenía nada, tú no has compartido,  
sigo siendo pobre,
lo sé, lo asumo. 
Llorando me he quedado dormido,
y al despertar he pensado...

¡Qué mayúsculo error creer que hoy tú has ganado!
¡Qué lamentable servilismo de a quien tantas veces  le había estrechado mi mano!
¡Qué miserable cobardía de quien la cara no ha dado!
¡Qué lamentable silencio de aquellos a quienes siempre he ayudado!
Nadie ha  alzado la voz, nadie ha tendido la mano.
Yo se la habría tendido a ellos que hoy han mirado para otro lado.
En ese silencio me he acordado de lo que dijo un hombre sabio...
"Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío.
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar".

La generosidad nunca hizo llorar a nadie, 
es el egoísmo el culpable de las lágrimas.

Has elegido quedarte tú con todo,
llegará el día que  seas tú quien no tenga nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...