Mirando desde mi
ventana
Horas muertas de invierno largo y frío
que, tras los cristales de mis ventanas, contemplando el mar,
vivo y no vivo
evocando recuerdos que nunca se acaban.
Mar agitado, mar en calma
que, unas veces, me parece azul o verde
y que, otras veces, me parece gris oscuro;
como pasa con los corazones tristes,
que un día tienen esperanzas
y, al día siguiente, dolor por un amor absurdo.
Miro, miro desde mi ventana,
buscando el horizonte que no alcanza mi mirada
cansada ya de tanto mirar y no ver nada.
Miro a la gente que pasa
escondida en su abrigo y su bufanda,
miro a los perros que pululan desnudos,
a los coches que frente a mi casa aparcan,
a las banderas que ondean infatigables,
al reloj de luz roja que hay junto a la playa
y que marca el frío del invierno y las horas que no pasan,
miro a las olas que golpean incansables en los acantilados
y a la espuma que tras golpearles salta;
miro durante la noche y miro durante el día,
miro las nubes del cielo, miro la lluvia caída,
miro la arena de las dunas que, rebelde, en silencio avanza,
miro las luces encendidas de madrugada,
miro y recuerdo mil recuerdos a distancia.
Entonces, cansado, dejo de mirar y cierro los ojos
para imaginarme sonriente como cuando tú sonriendo me mirabas;
le lanzo un beso a la luna
Es muy bonita
ResponderEliminarAlaia
Oso polita.
ResponderEliminarAnder eta Unai
Bai polita
ResponderEliminarZe polita eskerrik kompartitzeagatik
ResponderEliminarQue bonita!!
ResponderEliminar