Nekane maitea Pablo Zapata idazlearekiko saio batean
Estuve unos años en un proyecto ACEX. No daba clase. Llevaba la liburutegi escolar que ofrecía alternativas de ocio al alumnado del CEIP Kontxa en los recreos matinal y post-comedor, realizaba actividades extraescolares y el huerto escolar. A raíz de ello, conocí a varios escritores que participaban en "La Aventura de leer", cuyos libros leían los niños y niñas de Karrantza y, en ocasiones, nos visitaban.
Uno de ellos fue el navarro de San Martin de Unx Pablo Zapata (Bensuf el relojero, Balabilú, La casa de vino y otros cuentos...) y que había escrito un libro cuyo título me encantaba... Historias de un niño de pueblo. (Creo que por eso quise conocerle).
Y fue en una de esas sesiones cuando le hice esta foto a Nekane, una niña encantadora, con un imán en su triste sonrisa y muchos secretos en su mirada. (Llevaré no sé ni cuantos años sin verla, a no ser a través de sus RR SS) Podré olvidar muchas cosas de Karrantza, pero a Nekane siempre la recordaré y siempre desearé que sea feliz, muy feliz.
...(Nekane, behin hau irakurriz gero, emaiozu besarkada handi bat zure nebari, Mai. Berataz ere gogoratzen naiz).
El Sucesoko Josu nirekin beti primeran!
Si miramos al cielo, vemos nubes. Podrá haber muchas nubes, pero todas son diferentes. Si vamos al hayedo de La Calera del Prado, mira que allí hay hayas, sí, cada cual más bella, cada cual más majestuosa, pero no hay dos hayas iguales. Entonces, muchas veces me he preguntado por qué damos la misma clase para todos los niños-as, como si todos fuesen iguales, como si todos entendieran lo mismo, como si a todos les interesara la misma explicación y supieran resolver el mismo problema. No hay dos niños iguales. Todos son diferentes. ¿Por qué no lo tenemos en cuenta?
No sé lo que los niños y niñas de Karrantza habrán aprendido de mí, no sé si les habré enseñado algo, mucho o poco, pero yo sí que he aprendido de ellos y ellas, he aprendido lecciones que no encontré explicadas en ningún libro de texto.
Cuando tienes en clase a un niño como era Josu, al que le debes exigir, le riñes y hasta le castigas a veces, pero luego ves cómo te sonríe, y sientes cómo te quiere... entonces, es entonces cuando te das cuenta de que tu clase se debe convertir en bosque de hayas y cielo de nubes.
También llevo años sin ver a Josu. Y ya ni le conocería si le viera. Ahora ya será un veinteañero o un millennial... pero creo que si él me viera a mí por ahí, vendría a saludarme con cariño. ¡Ojalá suceda! Tengo guardado un abrazo para él.
...(Josu, inoiz hau irakurtzen baduzu, zure amari, Ana, eta zure anaiari, Andoni, nire besarkadak helarazi, mesedez).
Beñat, Izaro eta Aitana.
La vida es un columpio.
Te impulsas, te balanceas y te mueves
robándole su sitio al aire.
Subes y bajas.
Bajas y subes.
Nunca estás siempre arriba
y jamás debes quedarte siempre abajo.
Avanzas y retrocedes.
Recuperas después de haber retrocedido.
A veces, y tristemente, solo.
En ocasiones, y afortunadamente, en compañía.
Puedes saltar pero sientes vértigo.
Atrévete a saltar y podrás llegar lejos.
La vida es un columpio.
Dasha eta Aimar
Lees una noticia de la escuela y en muchas se habla del bulling.
A mí, algunos niños de mi clase, me llamaban DUMBO.
Otros murmuraban que era hijo de un borracho
o que mi padre estaba en la cárcel.
Nadie me dijo que me estaban haciendo bulling.
Nunca sentí que me hicieran bulling.
Simplemente no existía (oficialmente).
Yo no era lo que ellos decían.
Yo era lo que yo me sentía.
Al bulling le hemos abierto las puertas los adultos,
porque un día los niños se dieron cuenta de que somos envidiosos, egoístas, arrogantes, falsos, acaparadores, mentirosos,
insolidarios, crueles, radicales, egocéntricos, irrespetuosos...
y decidieron imitarnos.
¿Acaso les premiamos por ser buenos compañeros,
honestos, nobles, humildes y sinceros,
leales, cariñosos, generosos y ondear la bandera del respeto?
Cuando los adultos seamos buen ejemplo,
los niños dejarán de besarse en el espejo.
Oier Ur Festan!
Fui maisu de su adorable amatxu y se notaba por la manera en que él me miraba, me hablaba y me trataba. Lo pensé tantas veces.
Yo tenía un reto, un sueño: "El Mato", pero era un sueño irrealizable.
Una tarde cogí un hacha y fui allí a descargar mi ira. Oier y dos de sus amigos se creyeron mi sueño y empezaron a trabajar conmigo. Así empezó todo.
El sueño nunca se cumplió, pero la noche fue muy larga y soñamos muchas bonitas historias con la ayuda de los niños y niñas de Karrantza que heredaron el entusiasmo de Oier, Yael, Pane...
Cristian eta Asier
Nire lankide maiteak, urtetik urtera, Kontxako sukaldariak.
Caminando...
me he tropezado con personas que sabían mucho,
pero que se creían que sabían todavía mucho más,
y, en realidad, sabían muy poco, apenas nada.
Y, caminando...
he conocido a personas que valiendo mucho,
eran trataban como si no valieran casi nada,
y, en realidad, tenían un valor incalculable.
Me senté a tomar un café con las segundas
y ya nunca quise volver a caminar.
Existen ladrones de bancos, que roban el dinero y no lo sabe ni gastar.
Existen ladrones de joyas, que roban relojes, pulseras y diamantes que no pueden lucir.
Existen ladrones de niños, que roban su infancia en un acto de crueldad.
Existen ladrones de libros, que aunque lean no podrán entender.
Existen ladrones de sueños, frustrados que ni tan siquiera saben soñar.
Urak dakarrena, urak darama.
La Senda del Guarda
Angel eta biok. Nire ustez, paregabea.
De una madre encantadora, un hijo adorable. Lo he comprobado tantas veces. Conocí a Angel siendo muy tímido, se le ponían los papos colorados cuando tenía que contestar a una pregunta, no le salían las palabras, le temblaba la piel... y le vi convertirse en un humorista que nos hacía llorar de la risa. Increíble.
Muchos lo habréis visto y escuchado. Merece la pena reponerlo...
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