Arnedillo es un
municipio de La
Rioja, de menos de 500 habitantes (superó los 1.300 a finales del siglo XIX), atravesado por el río Cidacos, situado en
la Rioja Baja, a pocos kilómetros
de Arnedo, entre las sierras de
Hez y Peñalmonte, y a 61,6 km de Logroño.
El meandro del río Cidacos abraza el núcleo de Arnedillo
con la iglesia de San Servando y San Germán en el centro
Son muy conocidas las aguas
termales naturales que surgen en la superficie después de haberse filtrado a
gran profundidad adquiriendo una alta temperatura (unos 52,5 °C). Estas
son aprovechadas por el Hotel Spa Balneario TermaEuropa ubicado en la orilla derecha del río, a la salida del pueblo.
Los orígenes de Arnedillo se remontan al siglo X y en 1817 sufrió un terremoto que resquebrajó los montes circundantes y destruyó parte de sus edificios.
En Arnedillo hay huellas de dinosaurios carnívoros (yacimientos de Las Hoyas y La Mata); un puente de un ojo de medio punto asentado sobre roca, que se cree que será del siglo XVI; restos de un pequeño castillo (castillo Lombera se le denominaba en el siglo XIX) del siglo X, junto al cementerio actual, que fue residencia de los Obispos de Calahorra y posteriormente cárcel de clérigos rebeldes; la iglesia de San Servando y San Germán; y más de media docena de ermitas.
Hotel Spa Balneario de Arnedillo al fondo a la izquierda
Arnedillo es muy conocido por sus aguas termales, que fluyen por varios manantiales. Algunos de ellos son aprovechados por un balneario cuyos orígenes se remontan a la época romana. Otros manantiales son de acceso libre, llamados "Pozas".
Amaia y yo hemos estado un par de fines de semana allí y siempre llovió a raudales, aunque los lugareños nos confesaron que llueve poco en esa zona de La Rioja. La última vez que estuvimos llovió tanto que el río creció muchísimo y bajaba con una fuerza que asustaba y un ruido ensordecedor. Y la zona de la "Pozas" estaba inundada, al igual que el conjunto de huertas de la zona.
Al colocarme sobre un puente para sacar una ráfaga de la corriente del río parecía que iba a ser engullido por su torrenciales aguas y un poco de miedo sí que daba.
En un paseo que dimos por la Vía Verde del Cidacos, una senda que, en 1997, recuperó el trazado del ferrocarril de vía
estrecha que unía Calahorra con Arnedillo, dejándolo como vía verde, para el tránsito a pie, bicicleta o caballo, me encontré con este simpático txantxangorri (petirrojo)...
El último domingo del mes de noviembre se
celebra la fiesta de San Andrés. En ésta se saca al Santo en la
"Procesión del humo", recorriendo calles estrechas en las que
se quema grojo y romero humedecido con agua, provocando
gran cantidad de humo, que se inhala al pasar en procesión. Dice la tradición
que quienes pasan por "el humo" quedan prevenidos, para todo el
invierno, de enfermedades infecciosas como la gripe y el catarro.
Esta tradición comenzó en 1888, al
sufrir el pueblo los efectos trágicos de una epidemia de viruela negra, y
su consecuencia tuvo el efecto de una gran mortandad. Sus habitantes, vencidos
ante la desgracia, buscaron en la Fe lo que no podía proporcionarles la
ciencia de entonces. Colocaron una vela negra a cada uno de los siete Santos
que por entonces poseían, con el objetivo de sacar en procesión al que
estuviese junto a la última vela en apagarse. Éste fue San Andrés, al que ahora
procesionan.
Desde el año 2013 está considerada
Fiesta de Interés Turístico Regional.
En el centro del pueblo se aprecia el humo del inicio de la procesión
Esta imagen es una nueva experiencia que hice con mi cámara Sony. Habitualmente hago ráfagas a movimientos que suceden a mi alrededor para después poder insertaros estas atractivas imágenes en movimiento. Pero esta vez, como quería sacar al pueblo entero sin que fuera una imagen panorámica, lo que hice fue mover la cámara y moverme yo ante una imagen fija. ¡Y mirad qué salió!
Salimos todo guapos a dar un paseo por el pueblo, pero, como siempre, acabamos yendo por una senda de montaña, donde había habido hasta desprendimientos que tapaban el camino por tanta lluvia. Amaia me dijo que le encantan los sitios donde la llevo a pasear. ¡Ja, ja, ja!
El cementerio de Arnedillo con el castillo sobre él
El otoño es muy bonito en cualquier lugar
Cerca de Arnedillo está Herce, con un castillo con una torre fortaleza del siglo XIII y la ermita de San Salvador del siglo XIV. Desde allí había unas vistas preciosas tras andar una empinada subida de casi un kilómetro
Nos gustó mucho aquel lugar
Porque no todo es frontón............ eskerrik asko por llevarme allí, Amaia.
Eskerrik asko por enseñarnoslo. Somos muchos los que no podemos ir a verlo.
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