Ayer, un amigo de la niñez cumplía años y le felicité a distancia. Le dije que esas amistades que perduran en el tiempo son las que mejor saben, porque, como él dice, cuando te haces "viejo", más que proyectos lo que tienes son recuerdos.
En La Arena, hace 50 años, tener amigos era tener un tesoro y yo tuve la suerte de que, con las primeras edificaciones, aparecieran Juan y el resto de la cuadrilla. Se forjó una amistad. Luego, la vida y tus decisiones te llevan por donde te llevan, pero cuando sientes que deseas lo mejor a un amigo en la distancia te das cuenta de que ese es un amigo de verdad y para siempre.
Cuantos recuerdos, recuerdos que te alimentan y reconfortan.
Nos daremos un abrazo cuando nos veamos de nuevo.
Zorionak, Juan!
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