lunes, 4 de junio de 2018

Excursión a la SENDA del GUARDA (Karrantza)


La naturaleza y el paisaje de Karrantza me tienen enamorado desde hace mucho tiempo y el sábado tenía una oportunidad de disfrutar de ambas en buena compañía, así que el viernes me quedé a dormir en Karrantza para  hacer esta excursión tan bien  comandada por Sergio Fernandez.
Escuché el canto de intrépidos pájaros  escondidos en el bosque, vi sobrevolar en nuestras cabezas a los buitres y al alimoche, caminé por  senderos almohadillados de hojas, atravesé  el hayedo entre la niebla, sortee  cascadas de agua que descendían llorando desde los montes de Ordunte, agoté la batería de mi cámara de fotos, es decir, disfruté muchísimo y, sin embargo,  al regresar  desde Karrantza a Zierbena, asombrado, me preguntaba que cómo es posible que solamente una escasa docena personas nos hubiéramos apuntado a esa  exquisita inmersión en la naturaleza carranzana. 

Nos acercamos en  vehículos hasta Las Arreturas, que en los carteles indicadores figura como Las Arroturas. Sin duda,  debió ser un señor importante, con traje y corbata, regidor de algún despacho medioambiental, pero poco conocedor y poco respetuoso con la tradición carranzada, quien determinó cambiar la E por la O. 
Aunque ,  después de 26 años trabajando en Karrantza, he de confesar que no es eso lo que más me llamó la atención, sino que la O siga aún en el cartel.
De Las Arreturas nos dirigimos andando, por la pista forestal, hasta La Buitrera. En el camino, Sergio nos hizo varias pruebas/juegos para despertar nuestro interés por la naturaleza: diferenciar diferentes troncos de árboles, manipular diferentes tipos de rocas, oler  el  aroma a mandarina amarga del abeto Douglas... con Sergio siempre se aprenden cosas nuevas, y no sólo me gusta lo que cuenta, sino como lo cuenta también.
Los otros once valientes que acudieron a la excursión (Alicia G., Sergio, Oier R., Jon M., Alicia L., Oier S., Esther, Jon B.. Jesu. Maite y Lucas), en el punto de salida.
En  los primeros cientos de metros  estaban muy bonitas las telarañas humedecidas por la  fina lluvia  y la niebla baja de la noche. Una de ellas parecía una medusa marina  al revés.
Eneko, de La Calera del Prado, subió en bici y nos saludamos.
 ...cuando Sergio  examinó nuestro sentido del olfato con las hojillas del abeto Douglas...

Para ello, el bueno de Sergio nos tapó los ojos con " gafas 3D carranzanas"

 En diferentes momentos de la ruta no pude sino detenerme a contemplar las  enormes piedras que se erguían  como majestades en su trono.

 Cada poco había que detenerse y escuchar  las cosas que contaba Sergio, siempre muy interesantes.

 Quizás, una  amanita ya en deterioro

Oier S.: --"Y pensaban que yo era pequeño para hacer esta excursión". 
Si es que ya decía El Principito, que a la gente  mayor le cuesta mucho entender las cosas y para los niños resulta agotador tener que darles siempre  una y mil explicaciones.
Espino álbar o majuelo... bajo el que Jon B. quiso darse un baño de gotas de lluvia y hojas.

 A ver cómo andamos de tacto... estas dos maderas son del mismo árbol, ¿o no?
Diferentes: peral y avellano. En la finura de la piel y en las estrías estaba la solución 
(que estábamos con los ojos tapados)

Y  la niebla empieza a volar...
Y Eneko ya baja de vuelta  mientras nosotros seguimos subiendo...

 A Jon B. cualquier sitio le parecía bueno para darse un baño.

 Maite, Esther y Jesu escuchan con atención las explicaciones de Sergio.

¡Nos acercamos a La Buitrera!
 Y a la orilla izquierda del camino nos encontramos una imponente haya trasmocha.

¡Cuántas historias tendrá para contar!
Y sin embargo, guarda silencio.
Las personas, en cambio,  
a veces, hablamos sin parar,
aunque no tengamos nada interesante que contar.


 Alicia G. y Jon M., pillados. Si mis fotografías les gustan, 
perdonarán mi intromisión en su momento de intimidad familiar de madre e hijo

 

Y llegamos a La Buitrera.
Me pregunté con humor si habrá  buitreras sin buitres,
del mismo modo que hay buitres que no están en su buitrera.
 Y en La Buitrera, los buitres se echaron a volar, dispersaron la niebla con sus alas, nos dejaron ver el cielo azul y el verde de los montes. Bueno, ¡por una vez hay que agradecerle algo a  un buitre!


Jon B. y su aita, Lucas, en el Campo La Celaria, sobre La Buitrera.

Jon y Jon: Jon Bengochea y Jon Modesto
con  la intriga en el cuerpo que nos acercamos a la entrada al bosque.



 ¡Cuidado! Senda estrecha,  barro, pisad en la piedras...pero tened  cuidado que resbalan, despacito.

¡Comienza el espectáculo del hayedo!
Dos ojos son  insuficientes para  poder mirarlo todo con la  atención que se merece.
 
 Y entre la niebla, se oye una  ronca voz   salida de entre las hayas...
"¡Guapas!"
Ellas,  miran y sonríen.
 Lucas  no puede sino arrodillarse ante  tanta majestuosidad y belleza
Alicia G. respira hondo y escucha el  particular canto del pájaro carpintero
Lucas  quiere inmortalizar el momento
Y Oier T. y su amama Alicia L. siguen las indicaciones de Sergio
 ...y seguimos avanzando...
 
 ...por lugares preciosos...
 ...vigilados por incontables hayas...

 

 Laguntza!

 Mientras Sergio  trata de  ayudar, 
Rober dice con humor... "si os caéis no pasa nada, que yo   os inmortalizo el momento con  la foto"
¡Ánimo!

 Yo me apoyo en mis dos bastones, que mira que si me caigo...



Sólo un color: VERDE.


 Arándanos y serbales entre las hayas
 

 Dedicadas a Oier S.
 Con él se puede ir de excursión. Prueba superada con matrícula de honor.
 Y regresamos por nuestros pasos... que llega la hora de volver.
 Aún queda mucho bosque por descubrir...
Eso será otro día...
 ... sin tardar mucho.

 ¡Buitres!


 Mira qué bocadillo me he traído, Rober   -parece decirme Jon B.
 ¡Pues, mira el mío,  a ver si te gusta más! --parece bromear Jon M.
Eso parece cosa de los buitres, Jon M.

 Kukupraka o dedalera
Mirad, allí hay restos de  corrales de piedra.

Y tuve que ir a mirarlo de cerca y... ¡vaya sitio para mirar y disfrutar de las vistas!...
 ... con Aldeacueva y Salviejo delante en la distancia

     ADIVINANZA     
"Un pastor en la montaña
vio lo que no ha visto el rey de España;
ni con capa ni sin capa
lo puede ver el Papa;
y Dios, con todo su poder,
tampoco lo puede ver".
¡Renacuajos! Zapaburuak!

 ¡Caballos y yeguas!
¡Colmenas de abejas!

 Flores silvestres (aguileña)
¡Mariposas!

     ¡Un placer, amig@s!     
     ¡Eskerrik asko por vuestra compañía!     
  
     Nos vemos en la siguiente...     

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