viernes, 20 de agosto de 2021

Historias de un hombre de pueblo (agosto 2021)

Hoy me he reencontrado con unos  cuadernos de cuando era niño y algún libro también y no he podido resistirme  a ojearlos. He  visto cómo escribía con doce años, dibujos que hacía, frases que  inventaba... ha  sido una  experiencia gratificante. En una hoja  escribí, hace 50 años ya,  que no estaba de acuerdo  con lo  que  decía mi  Enciclopedia de  Tercer Grado, concretamente,  con eso de que los hombres (cuando  aquello  las mujeres  existían  también, pero el mundo  culto las ignoraba y  despreciaba) eran seres vivos racionales y  que  tenían  inteligencia, no  como los  animales,  que  eran  seres vivos, pero  sin inteligencia.

Estos días, la gente  de bien  se rasga las  vestiduras porque los talibanes han  reconquistado  Afganistán y  las mujeres van  a perder los  derechos  que han  conseguido  en las  dos últimas décadas. He  visto  desfilar  por los micrófonos de las televisiones y  radios a los politiquillos  del país,  haciendo  de defensores   de las  afganas. Y yo me pregunto: ¿cómo  estaban las mujeres de   nuestro país  hace  50  años? ¿Quién las  defendía? Olvidadas. Reprimidas. Silenciadas. Sometidas. Ignoradas, maltratadas...

En  mi  enciclopedia no existían pintoras, científicas, escultoras, escritoras... creo que la única  mujer  que  salía  era  la  Virgen  María. Esa sí, que  ser un hijo puta no  estaba  reñido  con  ser beato.

Vuelvo  a lo  de los  animales y  la  superior inteligencia humana.

No sé  yo...

En  el  siglo XXI  los  humanos ya  usan  GPS, lo reconozco, pero las  ballenas, los  ñus, los  salmones y las  aves  migratorias  han  funcionado  desde siempre  como  si  lo utilizaran, ¿no?

Si  has  criado  desde  pequeñito  a un  gato  o  a un  perro, te  das  cuenta  de qué  rápido  aprenden  y  de lo inteligentes  que  son.

Sinceramente, en mi ya  casi 62  años  he  tratado mucho  con humanos y  poco con  animales (poco para lo  que  me  hubiera  gustado), y  me  he  dado  cuenta  de que  tenía  que haber  hecho  al  revés. No sé, igual  es que  ya  empiezo  a  chochear, pero me  siento  feliz   cuando  estoy   acariciando a mi perro o a mi gato, o cuando  se  acurrucan  en mis piernas  si   me pongo a ver una  peli. Es cierto  que no me  hablan,  pero me miran y les  entiendo. Hay  hombres  a los  que les  hablas, pero no te  escuchan, algunos incluso ni te  miran  cuando les  hablas.

¡Joer! ¡Qué  somos inteligentes! 

¿Quiénes? 

¿Los políticos? A mí me parecen  zorros con  ropas  elegantes, comadrejas con  corbata, limacos con  calzados de marcas... ¿Los  que les  votan  a  semejantes  perlas?

¿Los  gestores  de la pandemia? Pues,  están  quedando como  el  culo... Más o menos  como los  diferentes  jueces  de  juzgados,  que  juzgan con la misma  ley,  pero  resuelven  sentencias contradictorias...

¿La juventud  del  botellón? ¿O  quienes  les  otorgan  el  título  de "preparados",  confundiéndolo  con  "informados"?

¿Los  de Sálvame  de Luxe y esa  serie  de fantochadas?

¿Los  drogadictos? ¿Los  alcohólicos? ¿Los maltratadores? ¿Los  suicidas? ¿Los terroristas? ¿Los traficantes? ¿Los que van  al monte  y  se pierden y  tiene que  ir  el helicóptero  a buscarles? 

Yo diría  que  hasta el puto  virus  este  es más listo  que  todos los  expertos, asesores, directores, consejeros delegados, etc. juntos. Bueno, no sé,  igual  he  exagerado un poco,  que  todos  esos  sí  que  son  muy "listos".

Igual  es  que  me  he  vuelto  escéptico,  además  de viejo. ¿Tú  qué opinas?

Voy  a  intentar  ser optimista. Mañana ,  cuando me levante, tras  desayunar mi  zumo  de  limón, pomelo y naranja,  rociado  de jengibre y apio; mis uvas moscatel, mis tostadas  de pan con  aceite  de oliva  virgen  extra... ¡¡¡qué no  digan mis  alumnas y  alumnos de 6º primaria que no hago un desayuno  saludable!!!, subiré  a la  terraza con  EKI y  ARGI y miraré  hacia la  carretera... y  si pasa  algún hombre inteligente, ya  os  aviso.


Si  tengo  dudas  le pido  ayuda a  Amaia. La verdad  es  que  ella  distingue con  facilidad  a  los gilipollas.  A mí me  cuesta más. 

1 comentario:

  1. Jajaja, Rober, lo que pasa es que la gente que hace las cosas bien pasa desapercibida... Sólo cuando se hacen las cosas mal nos damos cuenta de los errores, y es posible que valoremos lo que teníamos. De todas formas pienso que hay muchas personas buenas en el mundo, la mayor parte de ellas en el anonimato.Un abrazo. Edu

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