jueves, 28 de julio de 2022

Yo pierdo, el Maloka gana.

Yo, al  fin y  al  cabo,  soy el único que puede elegir los rivales a los que me  enfrento  en el Maloka. Los demás no pueden  elegir,  juegan contra  quien  yo  les pongo. Y al  clasificarnos  David y yo para  1/8  de final, lo tenía  claro: Belarri--Mikel Goñi. ¿Por qué?  Porque para  mí  jugar  contra  ellos  era un honor, un privilegio y un recuerdo  inolvidable.  Siempre  me he sentido tan pobre que  necesito  hacerme algún  regalo para olvidar que soy mendigo. Y  jugar  contra Belarri--Mikel Goñi  era  un  regalo  extraordinario. 

En 2012, elegí  jugar en semifinales contra  Ibai Pérez--Rober Quadra, los que ganaron  esa edición. En 2016, elegí  jugar en 1/8 de final  contra  Diego--Jon Ander,  los  campeones de  ese año. En 2017  elegí  jugar  contra  Rober Pedrueza--Gaizka Basterra, porque  Rober Pedrueza  era mi ídolo del  equipo  de  fútbol sala de  Zierbena. En  2018,  elegí  jugar  contra Hueso--Trijueque, los  campeones de ese año, en  la liguilla del  grupo y  contra  Del Horno--Oskar,  subcampeones,  en  1/8  de final. Entonces, yo ya pensaba  que  era un  viejo y  que me  quedaba  muy poco  de poder jugar  en el  frontón; no podía perder las oportunidades de  jugar  contra  esos  crack. En  2019,  elegí jugar  en 1/4 de  final contra los Reyero, porque  Reyero  aita me  llevó  a las  finales  de  este  torneo  en  2005 y 2006,  siendo mi  compañero. 

En  2015 no elegí  jugar  contra nadie,  fue Asier Del Horno el  que me eligió  a mí para  jugar  de zaguero  suyo  en el Maloka. Fue un gesto por el que le profesaré admiración  eterna. Yo no había podido jugar  en 2014 por  operación  de  menisco y él  venía  de jugar  dos Malokas  con Igor Tajada, un  zaguero  incomparable  en  aquella  época.

No  entendí cómo Del Horno me proponía  que  jugara  con él. Él, que había  compartido vestuario con Julen Guerrero, Karanka, Yeste, Gurpegi, Orbaiz, Etxeberria, Urzaiz, Llorente, Ezquerro, Iraola, Larrazabal, Drogba, Makelele, John Terry, Andy Cole, Petr Cech, Lampard, Robben, Cañizares, Albiol, Marchena, David Silva, Joaquin... me invitaba a jugar  con él  un Maloka. Estuve  días  sin  poder  dormir, no me lo podía  creer,  me  temblaba  hasta la  mirada. Él  era una  estrella, la  estrella del Maloka. Yo  era  un  señor de 56 años. Del Horno y yo  ganamos  ese Maloka de  2015. 30 años después, volvía  a ganar la txapela  en  esta  kantxa. El día más feliz de mi  vida  en un  frontón. Por  la txapela, y porque  me la puso Pablo Fusto, mi  ídolo de la pala profesional. En  aquella  final, ganamos   a Belarri--Nino, a quienes les  daría un  abrazo  cada  día  del año.

Belarri le tengo  este  año  en el Maloka. A  Nino, no, pero  le  echo  de menos  cada  tarde. A Nino  es imposible  no  quererle.  A  Belarri  es  imposible no admirarle.

Pon un Belarri en  tu  vida. Yo llevo años queriendo poner a Belarri  en mi  vida. Él lo sabe. La sonrisa de Belarri te hace feliz, te  alegra tu  vida. Su mirada refleja simpatía, humildad, humanidad... A Belarri solamente  le puedo ver  muy de vez en  cuando. El resto del  tiempo le  echo  en falta. El frontón me  enferma, pero no he aprendido a separarme de él. Belarri es bálsamo para las heridas. Belarri es antiinflamatorio, es medicina; el único medicamente que combate los contagios de la gente  tóxica. Yo quisiera poder escribir que  Belarri juega  en Galipa, pero  eso  es un  sueño  duradero que nunca  se  ha  cumplido. Puedo  soñar, pero no puedo  cumplir mis  sueños. Por eso  yo sonrío poco. Sólo  soy  feliz   a ratos. Pero he de conformarme  con lo  que  tengo, no importa lo que  desee,  no importa lo  que  pueda merecer, yo no brillo  en la  noche porque no soy una estrella, ni tampoco brillo de día porque no tengo luz, vivo en la oscuridad  de los  sueños incumplidos.

Unos nacen para dar, aunque no todos los que tienen dan. Y otros nacemos para mendigar, aunque  des todo lo que tienes y nadie  debería pedirte más. En la  soledad te das cuenta de que, quizás, sea más rico quien más  tiene,  pero que  es más  feliz quien sin tener  apenas nada, lo que  tiene lo da.

Mikel Goñi le veía  en  eitb. Mikel llenaba los  frontones. Despertó pasiones allá por  donde  fue  a jugar. La gente  iba  a ver  a Mikel, la gente  estaba necesitada  de un pelotari  así. Los  frontones se quedaban pequeños. Era  el mejor pelotari  de su generación. Su pegada  era  brutal. Quizás,  todo  eso  le  confundió. ¿Y? Yo sólo puedo hablar bien de él. El  Maloka  está feliz de  ver  a Mikel Goñi aquí, jugando a pala, sonriendo, disfrutando, firmando palas, sacándose  fotos... mi agradecimiento  será infinito. Mikel Goñi no necesita  venir  a jugar  aquí, a nuestro humilde  frontón, pero  viene, viene gratis (lo recalco porque  hay gente  que me lo pregunta),  viene a estar  entre  nosotros, como uno más de nosotros, pero él no es uno más,  es Mikel Goñi, un personaje mediático, el  conquistador de frontones. ¡Grande Mikel Goñi!


Hoy  soy  más feliz  que  ayer, porque  ayer  jugué  un partido  contra Belarri--Mikel Goñi. Me  ganaron  25-19. ¿Y qué importa  eso? Me sonrió,  me abrazó,  me  dijo: -¡¡¡qué  duro eres, cabrón!!!  Me  firmo  la pala... ¿qué más puedo pedir? Yo  perdí  el partido.  El  Maloka,  el torneo que organizo,  sale  ganando, porque  Belarri--Goñi  volverán a  llenar hoy  las  gradas  de nuestro frontón.

Belarri es un loco  adorable. Mikel Goñi es otro loco  adorable. Los  navarros  que  leen las crónicas de  haixeder me mandan  abrazos para  él. Del Horno es otro loco  adorable, porque él los ha  traído juntos al Maloka. Mucha gente sólo ve lo  que  tiene delante  de sus ojos, y, a veces,  ni  hasta  eso. El Principito siempre  decía  que lo  esencial es lo que no se ve con los ojos.

David y yo jugamos bien. Yo diría que  jugamos incluso más de lo que  se  vio ese día, pero cuando  estás en el Maloka jugando  contra Belarri--Goñi las piernas pesan más, los  brazos  golpean menos, la  cabeza se convierte  en un  asteroide errante. ¿Quién  es  capaz  de jugar  bien  contra  sus ídolos? David y yo no  somos  nadie y  estuvimos  ahí,  siempre, ganando  hasta  medio partido,  cerquita  de ellos  hasta   el 18--20... Yo me alegré de que ganaran  ellos, aunque  quería ganar  yo, pero... me entristece  que la gente  se  acerque hoy  y  me recuerde que ayer perdí y me  eliminaron. Para  esos  el  resultado  es lo único importante. Nunca leyeron a El Principito.

Belarri  jugó  estratosférico.  Eso  significa  respeto  hacia  David--Rober. Mikel  tuvo  que  luchar, correr,  sudar... eso  significa respeto por David--Rober. Si ellos   nos  ganasen   con la boina,  no habrían necesitado  jugar  así. Nada  hay más  honorable  que  perder  ante unos  rivales  que juegan  bien.

Muchos  ni  se paran  a pensar  que  yo ya no tengo  con quien  jugar, por  eso   sólo puedo jugar  con mi hijo. Y  si David no  fuera mi hijo, se sentiría libre y,  quizás, David podría jugar  con alguien mejor  que  yo. Asier Del Horno  sólo ha habido uno. Muchos no se paran  a pensar  que  yo ya no tengo  con quién jugar y  que  mi única  opción  en  jugar  contra los mejores. A veces,  sueño  con  crear  una máquina del  tiempo y  quitarme 20 años para  jugar  contra  ellos  con la  edad  que  tienen ellos,; o para  envejecerles  a ellos  20  años  y ponerles  a jugar  contra  mí  teniendo ellos la  edad  que  tengo  yo. Es otro  sueño irrealizable. Pero... algunos tenemos que  soñar. Es lo que te  queda.

Agradezco  de corazón las palabras de ánimo y el  cariño  recibidos  de muchos como Alfredo y Gorka, anónimos amigos que uno va  haciendo, poco a poco,  día  a día, partido a partido, derrota a derrota...

BELARRI--MIKEL GOÑI   25
DAVID A.--ROBER A.   19
URI--IÑI     19
ALBERTO--MACY   25
El  algorteño Iker Uri sustituyó a Aitor Guerras,  ausente por vacaciones en  estos 1/8  de final. 
Se presentaba  una eliminatoria  abierta, propicia para que los azulones asaltaran la banca del Maloka y  se  metieran en los 1/4  de final. Y  así  fue. Rocosos, organizados, sufridores,  sacrificados... alcanzaron  el premio  en un partido igualado, que  se resolvió  al  final, tras una  dura batalla  en la kantxa.
Íñigo Santamaría  se  ha  quedado   con sabor  agridulce en este  Maloka. Podían llegar muy lejos, pero  sus vacaciones ya  estaban planificadas. Triunfar  en el Maloka  e irse de vacaciones en julio, según  en qué  semanas, no son del  todo  compatibles.

Alberto  Casado (y Macy también) está  haciendo un  torneo  por encima de lo  que nadie  había imaginado.  Llegará donde tenga que  llegar, y  cuando le eliminen se quedará  con  sabor  amargo, pero  cuando pasen  días  y se den  cuenta  de las  barreras traspasadas,  se  sentirán  satisfechos de  su  paso por el Maloka.  Y también  orgullosos. No es para menos.

Uri  estuvo  bien, es muy buen pelotari, falto  de partidos en  esta  kantxa. Lógico. Quizás,  se ha  quedado  con hambre  de más Maloka.

Se acabaron  las eliminatorias de 1/8  del Maloka y en la mitad de  ellas, ganaron las parejas que  venían de ser subcampeonas de  grupo. ¿Inesperado?  Sí.  ¿Sorpresa? Quizá,  al  fin y  al cabo, los partidos se  ganan  en la kantxa, con  suerte o  sin ella, pero  en la kantxa.
      Eskerrik asko al público del Maloka      




































Uztailak 28, osteguna.   Jueves, 28 de julio

19 h (1º) (Umeak) 

Zierbenako Diego--Peio 

Zallako Ander—Asier  

19 h (2º) Eliminatoria ¼ de  final

HUESO—TRIJUEQUE     ORMAETXE ANAIAK

19 h (3º)    Eliminatoria ¼ de  final

LANDETA—SEOANE    IKER—KEPA

Uztailak 29, ostirala.   Viernes, 29 de julio

18:30 h (1º) ZUGAZA—SILVIA    INGE--LAURI 

19 h (2º) SEMIFINAL 

19 h (3º) SEMIFINAL

   

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