En la escuela había compañeros de clase que me llamaban "Dumbo" y se reían de mí, porque mis orejas eran grandes. Los maestros no les decían nada, al parecer no tenían tiempo de preocuparse de esas tonterías. Estaban ocupados enseñándonos a rezar el credo y otras oraciones que venían en la enciclopedia de tercer grado. Recuerdo que leíamos los evangelios, las hazañas de un tal Franco, que entonces le decían generalísimo y ahora le dicen dictador, y también nos explicaban el descubrimiento de América y la Reconquista, porque teníamos que aprender que los moros que vinieron a la península ibérica eran invasores, pero los españoles que fueron a América eran salvadores.
Con tantas importantes lecciones de vida, ¿cómo iban a perder el tiempo regañando a esos niños que se reían de mí y me llamaban "Dumbo"?
Llegué a pensar que la culpa era mía por tener las orejas grandes.
Lamentablemente para mí, mis compañeros y mis maestros vieron enseguida que mis orejas eran grandes, pero no supieron darse cuenta de que hasta los elefantes tienen sentimientos.
Ayer tarde estaba tomando una infusión en el Skull y a través de la cristalera vi pasar a uno de aquellos que se reían de mí y me llamaban "Dumbo". La vida le ha tratado bastante peor que a mí; andaba con dificultad, tenía una gran tripa y se le caía hasta la baba. Recordé todo lo que me hizo llorar hace 50 años y pensé en llamarle "baboso". Pero luego pensé que ni siquiera los caracoles merecen ser insultados de esa manera
Hoy he desafiado a mi propio cuerpo y he subido 1.000 escaleras,
pero no he llegado al cielo.
Caminando entre las nubes he sentido miedo
y me he dado la vuelta,
bajando las 1.000 escaleras que tan ilusionado había subido antes.
Y al verme donde al principio,
me he dado cuenta de que eso ya me había pasado antes en la vida,
cada vez que he hecho un gran esfuerzo para nada.
Muchas veces.
Yo sé que he conseguido lo que para el resto parecía imposible.
Yo lo sé.
Pero saberlo tú no siempre es suficiente.
De vez en
cuando, gusta que alguien
te lo reconozca.
A mis 60 años, noto ya que empiezo a tener Panza,
pero yo me sigo sintiendo un Quijote.
Mi tiendita de ultramarinos es de pueblo, como yo,
y yo sé que a vos os gusta comprar en grandes superficies,
así que bajaré la persiana y ¡adiós!,
no me merece perder el tiempo para que no me ayude nadie.
Si no me supisteis valorar mientras estaba,
prefiero jugar a ver si al irme me echáis en falta.
Sin ser fotógrafo he hecho fotos estupendas,
y, sin embargo, cuando las miro me siento triste,
porque nunca hubo nadie que tuviera tiempo para retratarme a mí.
En diez años le he hecho más de 30.000 fotografías.
Siempre las estoy mirando, por eso no saco tiempo para ver "Juego de Tronos".
Y todavía cada día me pregunta si la quiero...
Es muy posible que tú no me entiendas,
pero yo
te agradezco que me escuches.
Yo fui un niño de pueblo.
Y ahora que ya soy aitite
me doy cuenta que en los pueblos ya no hay niños que sepan jugar.
https://haixeder.blogspot.com/2019/04/reflexiones-de-un-hombre-de-pueblo.html
Si quieres ver...
Reflexiones ilustradas de un hombre de pueblo (Zierbena) 1ª parte:https://haixeder.blogspot.com/2019/04/reflexiones-de-un-hombre-de-pueblo.html
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