jueves, 2 de mayo de 2019

Marce Bañales, un ilustre de ZIERBENA

Marcelino Bañales Tajada  es uno  de los hombres ilustres  de mi  ZIERBENA natal.  Según  la  biografía oficial  de  este  pintor de  su época y  sus  gentes, nació en  el barrio  de Kardeo  en  1942 y  se crió  en el barrio  de La Cuesta. Me permito añadir  que  también  vivió  y pintó  en la Playa  de La Arena,  mi barrio (aunque  yo  digo mi pueblo), en un 2º piso  del nº  22, el  segundo  edificio  que  se construyó  en La Arena en los  años  70,  junto  a la casa  donde  yo nací y  viví.  Este  artista,  cuyo  gigantesco mural sobre la  vida y tragedia  de las gentes  del mar  luce  detrás del  altar de la ermita  de San Inazio (la  ermita  de mi pueblo que  tiene  anexionado el  frontis  del Torneo Maloka),  permanece para la  eternidad  en  su  estatua  de la kultur etxea  de Zierbena.
Yo le  recuerdo  verle pasar con  su barba,  sus ojos  pensativos y su humildad en el  saludo. Cada vez que  miro  su  escultura me parece  estar mirándole  en  realidad,  como lo hacía  de niño cuando le veía pintar  en  su terraza  sin que  él  se diera  cuenta. 

A mí  me  gusta leer sus poesías,  aunque  él tiene  el  público reconocimiento  de un gran pintor de su  tiempo. Me  encantan  sus  poemas, me parecen poemas  de un  hombre  de pueblo y me identifico plenamente  con  ellos. Os  dejo  dos  ejemplos:

MI TESTAMENTO
Cuando  me haya ido,
los niños  seguirán pintando.
Quedarán los paisajes queridos.
Los árboles  de la huerta  florecerán.
Las olas,  besarán  como  siempre
la arena rojiza  de la playa,
y desde mi ventana no oiré  el viento
cabalgando  sobre  el mar,
ni veré la niebla  arrulladora
abrazando las  montañas al pasar.

Cuando me haya ido,
dejaré mi testamento
a los jóvenes pintores.
Testaré la ría,
testaré mi mar,
testaré los montes
y testaré mi andar.

Los  caminos que he pintado,
los que  siempre quise pintar,
las rocas  de la mina,
las olas  de la mar,
las casas de mineros, 
las gentes  de mi pueblo 
y las cosas  del hogar.

Cuando me haya ido,
no quedará  vacío mi lugar.
Los niños  seguirán pintando
lo que han querido testar.
Cuando me haya ido
no  se habrá  acabado   mi andar.

REFLEXIÓN
Hoy  es el primer  día
del  resto  de mi  vida.
Los primeros instantes  en que  se olvida
del pasado más  reciente
la  tristeza y la melancolía.
Hoy  es el primer momento
de mi nacimiento  al  futuro,
y  en mis  alforjas  sólo tengo  seguro
la inseguridad del  caminante inquieto.
Hoy  es el primer día del  resto  de mi  vida.
Mirando al cercano pretérito
me da miedo mi  futuro incierto.
Joaquin Alcalde  fue  quien reprodujo  en bronce   al artista y, si no  recuerdo mal,  fue  allá por 2011 cuando  se le hizo un homenaje conmemorando los  20  años  de su fallecimiento. Yo  quise   estar presente  en  en acto  de mi barrio,  en la  ermita  de La Arena,  donde  se leyeron  varios  de sus poemas y  donde  se presentó  el libro "Marce Bañales, entre las minas y  el mar",  de Ricardo Santamaría, del  que  guardo un  ejemplar  como  tesoro.
Marce tenía razón en  eso  de  que "cuando me haya ido no  se habrá  acabado   mi andar", porque  debe hacer ya  casi 30  años  de su muerte y hay  galipos  como  yo, que sin entender ni de pintura ni  de poesía, seguimos leyendo y  emocionándonos con sus poemas y  mirando y  admirando  sus  cuadros y murales.

Para  saber más  de  Marce Bañales...


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