30 de junio, fin de temporada para el club GALIPA.
En los seis primeros meses del año, 222 partidos jugados por sus pelotaris. Echad cuentas: 222 partidos de competición en 181 días.
Desglosado por modalidades: 95 en Frontenis, 41 en Trinkete; 35 en Paleta Goma,30 en Paleta Cuero y 21 en Pala Corta.
Y ahora... organizaremos el Torneo MALOKA-GALIPA en la Playa de La Arena, del 4 al 31 de julio, más de 90 partidos en 27 días.
Galipa es un club grande en un pueblo pequeño.
No lo tenemos fácil, pero resistimos, tenemos presencia y esencia.
Gastamos energía, sí, manteniendo viva la llama de la pala en Zierbena. Día a día. Un día sí y el otro también. Y van pasando los años... Acabamos cansados, sí, pero respiramos ese olor a salitre que el viento norte nos trae del mar y comemos calabacines, lechugas y pimientos que crecen en suelos arenosos, regados por el agua que corre por las laderas de Punta Lucero, Montaño, El Peñón, El Pico y Serantes, y nos recuperamos para estar diariamente cerca del frontón, un lugar donde siempre te encuentras con amigos.
Los amigos son de lo más valioso, porque es de las pocas cosas que se pueden elegir. En la vida casi todo te viene impuesto, o dirigido, todo son obligaciones y deberes; pero los amigos los eliges tú. Eskerrik asko por elegirme.
Toño es un tornado. Temperamental y hasta desagradable dentro de la kantxa, pero adorable cuando el partido se acaba. Toño está haciendo historia en Galipa. Era un pelotari sin techo desahuciado por sí mismo, un okupa de los frontones, pero sin club. Le acogimos en Zierbena, le prestamos un bote sin remos, sacó todo lo que llevaba dentro y se hizo a la mar. Tiene el coraje de los marineros y el alma de los pescadores. Ya es casi un galipo más, porque habla más de Zierbena que de su Zorroza natal.
Cuando no le quería nadie, nosotros le quisimos. Ahora que le quieren muchos, ¿cómo no íbamos a quererle nosotros? Hay que ponerse los zapatos de uno para saber lo que le cuesta su caminar.
Me dijo que le gustaría cerrar la temporada con un torneo de paleta cuero o pala corta. Todos quieren, todos piden, algunos hasta cosas imposibles, y pocos dan. Toño da. Al que da lo que tiene no se le puede pedir más. No había tiempo y quedaban pocas energías. Planificamos e inventamos un campeonato relámpago, con 8 pelotaris que pronto se quedaron en siete y que se jugaría en menos de dos semanas, con algunos días de hasta jornadas dobles para varios de ellos. Cada uno, cinco partidos, con compañeros diferentes, y con txapelas. Sin txapelas parece que el campeón no ha ganado nada. Eso es nuestra manera de entender este deporte.
Y los cuatro mejores (disponibles), a la final. Y la final era y fue el 30 de junio, el pasado viernes, antes de las campanadas que anunciaban el 1 de julio y la salida del Tour en Bilbao.
Tuvimos una final espectacular. Yo no había visto en Zierbena un partido de paleta cuero así desde los hermanos Maldonado contra los mejores de Bizkaia (Kurene, Armintza, Lagun Artea...). Aquello estuvo bien mientras duró. ¡Qué momentos! Fue muy lindo. Pero se acabó. Yo di todo lo que tenía para dar, tener aquí a los argentinos era la felicidad deportiva extrema, pero se acabó demasiado pronto. Cuando uno da todo lo que tiene, no puede reprocharse nada, aunque no consiga lo que quiere.
Fuimos al frontón pensando que ya habíamos visto este partido, porque estos cuatro ya se habían enfrentado en la liguilla express. Pero no. Los colorados, sí eran la misma pareja, con el revesista de Lanestosa en la delantera y el exprofesional de Innpala en la zaga. Sin embargo, los azules, ambos zurdos, cambiaron su estrategia y colocaron a Mikel Iraurgi atrás, desplazando a Toño a los cuadros delanteros. ¿Qué si fue un acierto? ¡Claro! Ganó el espectáculo.
De esta manera estábamos viendo algo inusual en Zierbena, ya que Iñaki--Toño son nuestra más habitual de las parejas de paleta cuero y ahora les teníamos en contra y ambos de delanteros. Nos dio para pensar, porque ambos estuvieron a un nivel sobresaliente.
Iñaki González Edesa lleva 13 temporadas en Galipa, viviendo en Lanestosa y Karrantza. Eso es afición... y algo más. Es un estandarte del club. Ha jugado a paleta goma, paleta cuero, pala corta... y hasta a frontenis, puntualmente.
Dice que la pala corta es lo que más le gusta. Seguro que si le cortas un tronco de castaño y se lo pones en la mano, también jugaría con herramienta tan singular, y le metería buenos castañazos a la pelota.
Iñaki es como un semental cuando sale de toriles, una fuerza bruta no exenta de inteligencia en el juego. Su revés es un arma de destrucción masiva. ¿Sabéis lo difícil que es golpear así a la pelotas de paleta cuero o pala corta? Muchos de sus rivales se marchan desesperados del frontón. No saben cómo defenderle. Si empala bien, la pelota es un misil teledirigido. Si empala mal, la pelota se convierte en un misil sin control, inalcanzable.
Iñaki, sin desmerecer a nadie, posiblemente ha sido el MVP de este torneo relámpago para decir agur a la temporada 22/23.
Toño Santisteban Raya, de delantero, es un jabalí, un depredador al acecho, con garra en su volea de derecha, que es su zurda, y con electricidad en su machetazo de izquierda, que es su derecha. Quizás, por eso el irrepetible Ciber le llama entre bromas "el carnicero de Zorroza". A Ciber no se sabe muy bien cuándo hacerle caso, su mundo es un 50% de bromas y otro 50% de seriedad.
Toño tiene en cada tanto perdido cinco segundos de peligrosidad, es como si entrara en trance y hasta que vuelve en sí. Es conocedor de la Biblia, porque se acuerda de todos los santos, muerde la pala, se le dan vuelta los ojos, le sale espuma por la boca, camina dando vueltas sin dirección... solamente son cinco segundos, pero, a veces, se me hacen eternos.
¡Vaya final que jugó! Con atrevimiento, con ganas, como un soldado en la trinchera, como si fuese la última batalla de una guerra en la que estaba disfrutando con su pala-ametralladora de 620 gramos.
El Abadiñarra Mikel Iraurgi es como un bálsamo curativo para Toño y para cualquier otro delantero que sea inteligente, pero humilde. La inteligencia sin humildad te resta como pelotari. De esos también he conocido a alguno en Galipa. Cuando acabó el partido le felicité a Toño por su final, pese a la derrota. Él me agradeció la organización de este campeonato, porque Toño, en frío, siempre es agradecido. Le dije que se fijara en la actitud de Iraurgi, que no hay mejor espejo para ser pelotari. Iraurgi es medicina para este deporte. Te felicita cuando aciertas y te anima cuando fallas, siempre en positivo. La única crítica que se hace es siempre contra sí mismo. Que se fuera de Galipa fue una pérdida insustituible. Yo tendría que haberlo visto venir y haberlo atajado. Cometí un error importante. Me consuela que perdí al gran pelotari, pero mantuve al amigo agradecido por lo que le pudiste dar, menos de lo que él se merecía, seguro.
No hay muchos Iraurgi por ahí. Más bien pocos, más bien casi ninguno. Es un modelo de persona en extinción. Y qué pelotari... ¡por dios y por la virgen santa! Juega bien a todo: frontenis, paleta goma, paleta cuero, pala corta y es un trinketista de 1ª categoría también. He conocido a muchos que se creen por encima de él y no le llegan ni a la suela de sus zapatos. Y su mejor golpe es... su sencillez y su humildad. Eso es precisamente lo que les falta a la mayoría de esos egopilotariak de los frontones.
Iraurgi sabe que el mundo no se acaba en un partido, ni que un partido se acaba en un tanto. Es una reflexión sencilla, y tan grande como un frontón, pero pocos la hacen.
Y el cuarteto de la final lo completó un ilustre, Koldo Larrinaga. El exprofesional colma los deseos de cualquiera que quiera entrenar y jugar con un rival mejor que tú, que así suele ser como mejor se aprende y progresa.
Larrinaga, Iraurgi y también otros están ayudando mucho a nuestros pelotaris de paleta y corta, porque se prestan a entrenar con ellos a menudo. A jugar a estas modalidades casi nadie quiere venir a jugar a nuestro club, a Galipa. Hoy casi nadie conduce un Opel si puede conducir un Porsche. La marca manda, la marca atrae, pero la marca también te ata y te ensombrece. Cuando tú conduces un Porsche, casi nadie te mira a ti, todos miran a tu coche. La gente se conforma con la presencia y se olvida de la esencia. Sólo de vez en cuando nace un Pello Bilbao.
Nos sentimos complacidos de ver a Larrinaga entrenar con nuestros pelotaris en Zierbena. Podemos aprender tanto de él: su calma, su actitud, su saque, su colocación, su cabeza fría para parar el partido en el momento exacto, su juego con la elección de la pelota, su nivel competitivo hasta en entrenamientos, su manera de ser, de valorar, los ojos con los que mira al mundo y a la vida. Un pelotari grande. Una gran persona.
Toño y Mikel Iraurgi se lo pusieron crudo en la final, pero supo sufrir, parar, elegir, jugar... del 29 a 25 a favor, vio cómo sus rivales hacían una tacada de seis tantos seguidos y se colocaban arriba, 31-29. Momento difícil. Iñaki juraba en arameo. Larrinaga pidió tiempo. Es la diferencia entre el que ha sido y sigue siendo grande y el que quiere y aspira a serlo. La pelota juega, pero, a veces, es caprichosa. Hay muchas escapadas que terminan siendo tanto. Tu cabeza la controlas tú. Ese control no se te debe escapar, porque suma muchos tantos aunque casi nadie se dé cuenta.
Ese tiempo de Larrinaga cortó la racha de los azules y dio la vuelta a lo que se venía encima. De los siete tantos finales, los colorados sumaron seis de ellos.
El partido, o la final, me encantó. Fue brillante, por parte de los cuatro. El post partido duró dos horas, no salimos del frontón hasta la medianoche. Disfrutamos de un pequeño lunch, obsequio de Galipa a los presentes y que agradecemos a Arantza Cantero Lasa su preparación. Pintxos, tortillas y ... cerveza (agua nunca puede faltar).
Y para acabar, que ya he escrito bastante, unas imágenes de la entrega de premios...
Eskerrik asko eta zorionak!ESKERRIK ASKO ZUEN ARRETAGATIK!
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