domingo, 2 de julio de 2023

Broche de oro a la temporada federada...

30 de junio, fin de  temporada para  el  club GALIPA. 
En los  seis primeros meses del año, 222 partidos  jugados por sus pelotaris. Echad  cuentas: 222 partidos  de competición en 181 días.
Desglosado por modalidades: 95  en  Frontenis, 41 en Trinkete; 35 en Paleta  Goma,30 en Paleta  Cuero y 21 en Pala  Corta.
Y  ahora... organizaremos  el  Torneo MALOKA-GALIPA   en  la Playa de La  Arena, del  4  al  31  de  julio, más  de  90  partidos en 27 días.

Galipa es un  club grande en un pueblo pequeño.
No lo tenemos  fácil, pero resistimos,  tenemos presencia y  esencia.

Gastamos  energía, sí, manteniendo  viva  la llama de la pala  en  Zierbena. Día  a  día. Un día  sí  y  el otro  también. Y van pasando los años... Acabamos  cansados, sí, pero  respiramos  ese olor  a  salitre que   el  viento norte  nos trae  del mar y  comemos  calabacines, lechugas  y pimientos  que  crecen  en  suelos arenosos, regados por el  agua  que  corre por las  laderas de Punta Lucero, Montaño,  El Peñón,  El Pico y  Serantes, y nos  recuperamos para  estar  diariamente cerca  del  frontón, un lugar  donde siempre te  encuentras  con  amigos.

Los  amigos  son   de lo más  valioso, porque   es de las pocas  cosas que  se pueden  elegir. En  la  vida  casi  todo  te  viene  impuesto, o  dirigido, todo son obligaciones y  deberes; pero los  amigos los  eliges tú. Eskerrik asko por  elegirme.
Toño es un tornado. Temperamental y hasta desagradable  dentro  de la kantxa, pero  adorable  cuando  el partido  se acaba. Toño  está  haciendo historia  en  Galipa. Era un  pelotari  sin  techo desahuciado  por  sí mismo, un okupa  de los  frontones, pero sin  club.  Le  acogimos  en  Zierbena,  le prestamos  un bote sin  remos, sacó  todo lo  que llevaba  dentro  y   se hizo  a la  mar. Tiene  el  coraje  de los  marineros y  el  alma de los  pescadores. Ya  es  casi  un  galipo más, porque  habla más  de Zierbena que  de su  Zorroza  natal.

Cuando no le  quería nadie, nosotros le  quisimos. Ahora  que  le  quieren muchos, ¿cómo no íbamos a  quererle nosotros? Hay  que  ponerse los  zapatos  de uno  para   saber  lo  que   le  cuesta su  caminar.

Me  dijo  que  le  gustaría cerrar  la  temporada  con un  torneo  de paleta cuero o pala  corta. Todos quieren, todos piden, algunos hasta  cosas imposibles, y pocos  dan. Toño da. Al que da  lo que  tiene  no  se le puede pedir más. No  había  tiempo y  quedaban pocas energías. Planificamos  e  inventamos un  campeonato  relámpago, con  8 pelotaris que  pronto se quedaron  en  siete y  que se  jugaría  en  menos  de dos  semanas, con algunos días de  hasta  jornadas  dobles para  varios de ellos. Cada  uno,  cinco  partidos, con  compañeros  diferentes, y con  txapelas. Sin  txapelas  parece que  el  campeón  no  ha  ganado  nada. Eso es nuestra manera de entender este deporte.

Y  los  cuatro  mejores (disponibles),  a la  final. Y  la  final era y fue el  30  de  junio, el pasado  viernes, antes de las  campanadas que anunciaban el 1 de julio y la salida del Tour en Bilbao.

Tuvimos una  final  espectacular. Yo no  había  visto  en  Zierbena un  partido de paleta  cuero  así  desde los hermanos Maldonado contra los mejores  de  Bizkaia (Kurene, Armintza, Lagun Artea...). Aquello  estuvo bien mientras  duró. ¡Qué  momentos! Fue muy lindo. Pero se  acabó. Yo  di todo lo  que  tenía para  dar, tener  aquí  a los  argentinos  era la  felicidad  deportiva extrema, pero  se  acabó  demasiado pronto. Cuando uno da  todo lo que  tiene, no  puede reprocharse nada,  aunque no  consiga lo  que  quiere.

IÑAKI--LARRINAGA   35   TOÑO--IRAURGI  32
Fuimos al  frontón pensando  que  ya habíamos visto este  partido, porque  estos cuatro ya se habían enfrentado en la liguilla express. Pero no. Los colorados, sí  eran la misma pareja, con el revesista de Lanestosa en la  delantera y  el  exprofesional de Innpala en la zaga. Sin embargo, los  azules, ambos zurdos, cambiaron su estrategia y colocaron a Mikel Iraurgi atrás, desplazando a Toño a los  cuadros delanteros. ¿Qué si fue un  acierto? ¡Claro! Ganó el  espectáculo.
De esta manera estábamos  viendo algo inusual  en  Zierbena, ya que  Iñaki--Toño  son nuestra  más habitual  de las  parejas  de  paleta  cuero y ahora  les  teníamos en  contra  y  ambos  de delanteros. Nos dio para  pensar, porque  ambos  estuvieron  a un nivel  sobresaliente.
Iñaki González Edesa lleva 13 temporadas en Galipa, viviendo en Lanestosa y Karrantza. Eso es  afición... y  algo más. Es un estandarte  del  club. Ha jugado  a paleta  goma, paleta  cuero, pala corta... y hasta  a frontenis, puntualmente. 

Dice que  la pala  corta es lo  que más le  gusta. Seguro que  si le  cortas un tronco de castaño y  se lo pones  en la mano, también  jugaría  con herramienta  tan  singular, y le metería buenos castañazos a la pelota.
Iñaki es como un semental cuando sale  de  toriles, una fuerza  bruta no  exenta de inteligencia en el juego. Su revés es un  arma de destrucción masiva.  ¿Sabéis lo  difícil que  es  golpear  así  a la pelotas  de paleta  cuero o pala  corta?  Muchos de sus  rivales se marchan desesperados  del  frontón. No saben cómo defenderle. Si empala bien, la pelota es un misil teledirigido. Si empala mal, la pelota  se  convierte en un misil  sin  control, inalcanzable.

Iñaki, sin desmerecer a nadie, posiblemente ha  sido  el MVP  de este  torneo relámpago para decir  agur a  la  temporada 22/23.
Toño Santisteban Raya, de delantero, es un jabalí, un depredador  al  acecho, con  garra en  su volea de derecha,  que  es su  zurda, y con electricidad en  su  machetazo de  izquierda,  que  es  su  derecha. Quizás, por  eso el irrepetible Ciber le llama  entre bromas "el  carnicero de  Zorroza". A  Ciber no  se sabe muy bien  cuándo hacerle caso, su mundo es un  50%  de  bromas y otro 50% de seriedad. 

Toño tiene   en cada tanto perdido  cinco segundos de peligrosidad, es como si entrara en trance y hasta que  vuelve  en sí. Es conocedor de la Biblia, porque se acuerda de todos los  santos, muerde la pala, se le  dan  vuelta los ojos, le sale  espuma por la boca, camina dando  vueltas sin dirección... solamente  son  cinco  segundos, pero, a veces,  se me  hacen  eternos.

¡Vaya  final  que jugó! Con  atrevimiento,  con ganas,  como un  soldado   en la  trinchera,  como  si  fuese  la última batalla de una guerra en la  que  estaba  disfrutando con  su  pala-ametralladora  de  620 gramos.
El  Abadiñarra Mikel Iraurgi  es como un bálsamo  curativo para Toño y para  cualquier otro  delantero que  sea inteligente, pero humilde. La inteligencia sin humildad te resta  como pelotari. De  esos  también  he  conocido a  alguno  en  Galipa. Cuando  acabó  el partido le felicité  a Toño por  su  final, pese a la derrota. Él me agradeció la organización de este  campeonato, porque  Toño, en frío, siempre es agradecido. Le dije  que se fijara  en la  actitud de Iraurgi, que no hay mejor  espejo para ser pelotari. Iraurgi es medicina para  este  deporte. Te felicita  cuando aciertas y te  anima cuando fallas, siempre  en positivo. La única  crítica que  se  hace  es  siempre  contra  sí mismo.  Que se fuera de Galipa  fue una pérdida  insustituible. Yo tendría  que  haberlo visto venir y haberlo atajado. Cometí un error importante. Me  consuela que perdí al gran  pelotari, pero mantuve al  amigo agradecido por lo que le pudiste  dar, menos de lo que él se merecía, seguro.
No hay  muchos Iraurgi por  ahí. Más bien  pocos,  más bien casi ninguno. Es un modelo de persona en  extinción. Y  qué pelotari... ¡por  dios y por la virgen santa! Juega bien a  todo: frontenis, paleta  goma, paleta  cuero, pala  corta y es un  trinketista de 1ª categoría también. He  conocido  a muchos  que  se creen por encima de él y no le  llegan ni a la  suela  de sus  zapatos. Y  su mejor golpe es... su sencillez y  su humildad. Eso es precisamente lo que les  falta a la mayoría de esos egopilotariak de los  frontones.

Iraurgi sabe  que  el mundo no se acaba  en un partido, ni  que un partido se acaba  en un tanto. Es una reflexión  sencilla,  y tan grande  como un  frontón,  pero pocos la  hacen.
Y  el  cuarteto  de la  final lo  completó un ilustre, Koldo Larrinaga. El  exprofesional colma los deseos de cualquiera que  quiera   entrenar y jugar  con  un  rival mejor  que  tú,  que  así  suele ser como mejor se aprende y progresa.

Larrinaga, Iraurgi y  también otros  están  ayudando mucho a  nuestros pelotaris  de  paleta y  corta, porque  se prestan a entrenar con  ellos  a menudo. A jugar a estas modalidades  casi nadie  quiere venir a jugar a nuestro  club, a Galipa. Hoy casi nadie  conduce un Opel si puede conducir un Porsche. La marca manda, la marca  atrae, pero la marca también  te ata  y  te ensombrece. Cuando tú  conduces un Porsche, casi nadie  te mira  a ti,  todos miran a  tu  coche. La gente  se  conforma  con la  presencia y  se olvida de la  esencia. Sólo de vez  en  cuando nace un Pello Bilbao.

Nos  sentimos  complacidos  de  ver  a Larrinaga  entrenar con nuestros  pelotaris  en  Zierbena. Podemos  aprender tanto de él:  su  calma,  su  actitud, su  saque, su  colocación,  su cabeza fría para parar  el partido en el momento exacto, su juego  con la elección de la pelota, su nivel  competitivo  hasta  en entrenamientos, su manera  de ser, de  valorar,  los ojos  con los  que  mira  al mundo y a la  vida. Un pelotari grande.  Una gran persona.

Toño y Mikel Iraurgi se lo pusieron crudo en la  final, pero   supo  sufrir, parar,  elegir, jugar... del 29 a 25 a favor, vio cómo  sus  rivales  hacían una tacada  de  seis  tantos seguidos y  se  colocaban  arriba, 31-29. Momento difícil.  Iñaki  juraba  en  arameo. Larrinaga  pidió  tiempo. Es la  diferencia entre  el  que ha  sido y  sigue  siendo grande y  el que  quiere y aspira a serlo.  La pelota  juega, pero,  a veces,  es  caprichosa. Hay muchas  escapadas que  terminan siendo tanto. Tu  cabeza la  controlas tú. Ese control no se  te  debe  escapar, porque  suma muchos tantos  aunque  casi nadie se dé  cuenta.

Ese  tiempo de Larrinaga cortó la racha de los  azules y dio la  vuelta  a lo que  se venía  encima. De los siete tantos  finales, los  colorados  sumaron seis de  ellos.

El partido, o la  final, me  encantó. Fue  brillante, por parte de los  cuatro. El post partido   duró  dos  horas, no salimos del  frontón hasta la medianoche. Disfrutamos de un pequeño lunch, obsequio de Galipa a los presentes y que  agradecemos a Arantza Cantero Lasa su  preparación. Pintxos, tortillas y ... cerveza (agua nunca puede  faltar).

Y para  acabar, que ya he  escrito bastante, unas imágenes de la entrega de premios...
Eskerrik asko eta  zorionak!

ESKERRIK ASKO  ZUEN  ARRETAGATIK!

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