Ruta muy recomendable, sobre todo si os salís de la "Senda Costera de Tapia de Casariego a la playa de Penarronda" (GR-204 E-9) y, como hicimos Amaia y yo, atravesáis las playas, bordeáis acantilados y cruzáis maizales para no separaros nunca del mar. Para ello es muy importante planificar el recorrido coincidiendo con las horas en que la marea está baja.
Nosotros, además, la alargamos y nos fuimos hasta la playa de Arnao, desde donde se puede contemplar de cerca el puente de Ribadeo, que une Asturias y Galicia.
Y las apps que llevábamos nos marcaron 16 kilómetros de ida. La vuelta también la hicimos a pie, pero casi toda por los caminos que marcaba la "senda costera", que era más rápida y no nos llevaría tanto tiempo, que queríamos llegar a cenar en Tapia de Casariego. Con todo, anduvimos cerca de los 30 kilómetros.
Partimos desde el precioso puerto de Tapia de Casariego, subiendo al Mirador Os Cañois, donde habíamos estado la tarde-noche anterior, y en el nos hicimos algunas fotos. En esa acercamiento se contemplaba una panorámica excepcional, faro de Tapia de Casariego y Muelle del Rocín, incluidos.
El fortín de Os Cañois data del siglo XVIII, cuando el rey Carlos III autoriza en 1780 la construcción de este lugar estratégico de fortificación defensiva para dar respuesta y frenar a los piratas que saqueaban la villa. Al estar sobre el acantilado, permitía controlar con artillería la ensenada del puerto y las muchas playas de su costa, que eran lugares de fácil desembarco y acceso a tierra firme.
Contemplamos su coqueta piscina de agua salada, que, casualmente, estaba cerrada por un desprendimiento de rocas...
...y seguimos el paseo descubriendo varias calas que afloraban con las primeras horas de bajamar: playa A Ribeiria, playa das Furadas, playa del Murallón o Maleguas, playa da Ribeiria y playa de Anguileiro o Los Campos, a la que accedimos por unas escaleras y peñas.
Aproveché para mostrarle a Amaia el hinojo marino (crithmum maritimun)...
Itsas mihilua euskaraz.
... y las caprichosas erosiones de las rocas
Pincha el enlace para escuchar la música que comento
A estas horas de la mañana, con una plan de excursión tan atractivo, en una playa solitaria y escuchando "Born Again" te dan ganas de bailar como si no nadie te estuviera mirando... y no quedarse como estacas aburridas, ¡pero mis ojos siempre están atentos!
Nos descalzamos, cruzamos la playa y accedimos a una urbanización "privada" por unas escaleras
Y miramos hacia detrás para ver lo que habíamos andado.
En el elegante jardín "privado" encontré varias plantas de Aeonium arboreum o Planta del Aire y Dondiegos de noche, dos de las plantas que conozco desde niño, gracias a que mi tío Ipe (era jardinero) y mi ama Teresa eran amantes de las flores y plantas.
Al salir de la urbanización "privada" desechamos acceder a la "senda costera" y nos fuimos hasta la punta de tierra, para acceder por un senderito entre brezos hasta tener bajos nuestros pasos la playa de La Paloma.
Accedimos como si fuéramos cabras y la atravesamos, recorriendo sus recovecos...
...para salir por una pasarela y continuar la ruta...
Un precioso espino albar (Crataegus monogyna), con exuberancia de bayas, vigilaba la playa.
Elorri zuria, euskaraz.
Seguimos nuestro avance viendo calitas que se descubren al retroceder el oleaje, algún islote y acantilados donde solamente llegan los más atrevidos y, a veces, kamikazes pescadores.
Y siempre hay un momento para reposar de tanto vértigo y mirar hacia atrás, donde Tapia de Casariego y su faro siempre se ven en la distancia, cada vez más larga.
Castelo, Las Poleas, Punta Campón y Punta Canlonga van siendo superadas por nuestras huellas... mientras sigo deleitándome con las plantas silvestres que vamos encontrando:
Manzanilla silvestre (Anthemis arvensis l.). Kamamila
Madreselva (Lonicera periclymenum). Basoko atzamarra
La playa Serantes ya está a la vista...
Mi plan era bajar a esta playa por las mismas rocas para nervios de Amaia, pasar desde ella, aprovechándonos de la bajamar, a las siguientes playas, Sarello y A Mixota, ésta última nudista y, allí, volver a subir al sendero sobre el acantilado para continuar la ruta. Pero vamos por partes. Primero mirad estas imágenes de la playa Serantes:
Yo siempre llevo a mi pueblo en mi mochila.
En la zona norte de playa Serantes se conserva una pequeña zona dunar en la desembocadura del río Tol y su afluente, el arroyo Péligos, donde encontré otra bonita planta silvestre, típica de las dunas, que también hay en Zierbena, la azucena de mar (Pancratiun maritumun)
Itsas lilipa, euskaraz.
A pie de playa Serantes había un chiringuito, "El Pirata", con el graffiti de la imagen, donde tomamos un refresco antes de continuar.
De playa Serantes hasta la playa A Mixota, pasando por Cala Sarello...
Salimos de la playa por un senderito abierto en la enorme duna que hay sobre la playa.
Y podemos contemplar la playa de A Mixota desde arriba, mientras nos sacudimos la arena de los pies para calzarnos y continuar hacia delante.
En A Mixota merecía la pena quedarse, pero estábamos de ruta.
Durante un buen rato, mientras caminábamos hacia delante,seguíamos mirando hacia detrás.
Llegamos a la playa Santa Gadea o Ribeiria (¿por aquí todas las playas se llaman así, o qué?), a la que llegamos después de toda una aventura para cruzar un enorme maizal del que nos costó salir y tras el cual nos recibió un grupo de simpáticas cabras, que alertaron a su dueño de los intrusos entre las boronas.
Sin pretenderloerlo pasamos por el Camino de Santiago en algunos tramos.
Ya muy cerquita de la playa de Penarronda, pasamos junto a la ermita de San Lorenzo.
Playa Penarronda con su islote en el centro.
Selfie
Observo el entorno, veo por dónde bajar, que quiero ir al islote a sacar una foto en su ojo y, luego, comer en algún lugar de la zona, que parece bastante turística.
Esta roca horadada se llama "El Castelo"
Nos detuvimos a comer en este restaurante sobre la playa Penarronda
Penarronda tiene forma de concha, es ventosa y en sus olas se practica el surf
Y al seguir bordeando los acantilados hacia Punta del Cuerno...
algas en las calas
Alcanzamos el punto kilómetro nº 10 de la "senda costera", pero nosotros ya llevábamos algún kilómetro más, al apenas entrar en ella y sí ir entrando y saliendo por las playas y acantilados.
Bromeo con el cansancio. Un hombre de pueblo es incansable.
Cruzamos un puente sobre una laguna y vemos el borde del acantilado por donde hemos venido en los últimos kilómetros.
Otro kilómetro más, 11.
Y otro más, 12.
Ya hemos sobrepasado la zona del Campo de Tiro, la Punta del Torco y llegamos a un faro desde donde se ve Ribadeo (Galicia) ya, que creo que se llamaba Punta de la Cruz.
Según van cayendo los kilómetros, las piernas andan más rápidas y nos presentamos enseguida en la playa de Arnao, junto a la que hay una zona recreativa, desde donde se ve perfectamente el puente de Ribadeo al fondo (estará amenos de dos kilómetros).
16 kilómetros de ida y... ¡ahora hay que volver hasta Tapia de Casariego!
Tras disfrutar de un helado y unos regalices rojos, emprendemos la vuelta siguiendo el camino de la "senda costera", por el que se avanza más rápidamente. Pasamos por este hotel de piedra
Cerquita de esta zona, donde ahora está situado el campo de tiro, durante la guerra civil, se construyó un campo de prisioneros de guerra, sobre todo mujeres y niños, llegando a haber más de 300 en sus tres barracones.
En nuestro camino de vuelta, sobrepasamos el Restaurante Parajes, donde habíamos comido, y mientras saco a Amaia una foto entre estas dos señales que indican las direcciones a cuatro de las playas por las que habíamos pasado antes... ¡¡SORPRESA!!
Nos encontramos con una carranzana con casta, GEMA
En la vuelta me gustó el jardín de una casita...
Este Dondiego de noche era absolutamente español...
A este antiguo lavadero ya no llega ni una gota de agua...
Lugares con tradición e historia
Cierres o vallados originales...
Aurrera gelditu gabe, cuando ya llevamos veintitantos kilómetros andados...
Al llegar a playa Anguileira, que la habíamos cruzado por la mañana al poco de comenzar la ruta, tuvimos que bordearla porque ya había subido bastante la marea.
Y llegamos a Tapia de Casariego (salida y meta)
A ducharse y a cenar al puerto de Tapia de Casariego...
Despido el reportaje con la foto esta que había en un cartel al subir la duna en la playa de A Mixota.
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