martes, 17 de febrero de 2015

"El profeta", Gibrán Jalil Gibrán

 …Dejad que en vuestra unión crezcan los espacios.
Y dejad que los vientos del cielo dancen entre vosotros.
Amaos uno a otro, más no hagáis del amor una prisión.
Mejor es que sea un mar que se meza entre las orillas de vuestra alma.
Llenaos mutuamente las copas, pero no bebáis sólo en una.
Compartid vuestro pan, mas no comáis de la misma hogaza.
Cantad y bailad juntos, alegraos, 
pero que cada uno de vosotros conserve la soledad para retirarse a ella a veces.

Hasta las cuerdas de un laúd están separadas, 
aunque vibren con la misma música.

Ofreced vuestro corazón, pero no para que se adueñen de él.
Porque sólo la mano de la Vida puede contener vuestros corazones.

Y permaneced juntos, mas no demasiado juntos.

Porque los pilares sostienen el templo, pero están separados.
Y ni el roble ni el ciprés crecen el uno a la sombra del otro.
                                                                                                                                              (Gibrán Jalil Gibrán)

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