Sábado, 27 de julio, 19:30 h
Partido nº 195 de esta edición y nº 25 de esta categoría
ELIMINATORIA de 1/4 de final de categoría TOUR
DEL HORNO--TRIJUEQUE 23 BELARRI--TXIRLOI 25
No estaba Mikel Goñi, y se sabía de antemano, pero no pidieron cambiar el partido. Están entre los mejores, y son de los más mediáticos, pero no te marean, no te ponen piedras al pasar, te ayudan, entienden y valoran el trabajo voluntario y sacrificado de organizar este MALOKA.
Este año he aprendido lecciones muy válidas para el futuro, si es que hay futuro, porque el futuro es un pelotari desconocido.
Yo quiero escribir mi futuro, cerca o lejos de los MALOKA, tomando las decisiones correctas. No predigo mi futuro, simplemente lo voy a crear yo mismo. Lo que va a venir será mejor que lo que se va, pero no para todos, sino solamente para los elegidos. Las incomprensibles sombras de este MALOKA no van a tapiar la puerta del siguiente.
El futuro pertenece a cualquiera capaz de asumir el riesgo y de aceptar la responsabilidad de crearlo. Quizás, no existan los finales felices, pero vale la pena luchar por escribir una bonita historia y yo siento que he escrito la historia de diez MALOKAs.
Ya no quiero ser esclavo de falsos carceleros, quiero ser arquitecto de esperanzas. El pasado y el presente son un lodazal de promesas incumplidas, nunca podré encontrar menos generosidad y menos empatía en otro frontis.
El futuro no comienza hoy, pero el presente estará muerto mañana.
No vino Mikel Goñi, pero acompañando a BELARRI vino el Goñi de Ondarru, TXIRLOI. Y con TXIRLOI llegó XABAT. Y con XABAT llegó la fiel amistad en estado puro, sin contaminantes humanos.
Si TXIRLOI empaló 100 veces la pelota, 100 veces se escuchó el eco del amigo que le admira sin condiciones, eutsi, ezkerrez jo, ondo, gogor, segi, emon... Xabat enmudeció el micro y lanzó su voz al viento, llevando a Txirloi y a Belarri en una alfombra mágica por la kantxa del MALOKA.
Asier Del Horno, el capítulo más bello del MALOKA, una vez más hizo gala de ese don para detectar el momento de subir al ataque del córner y marcar un bello gol. Fue en la presentación de los pelotaris, llamando a XABAT para hacer el paseillo y lanzar la txapa.
Los gestos de humanidad de Del Horno siempre me han sobrecogido, por eso le admiro tanto, mucho más de lo mucho que le admiro por ser tan soberbio pelotari y por lo que fue en el fútbol. La habilidad en el deporte nunca puede estar por encima de la humanidad en el corazón. Del Horno es dueño de ambas.
Xabat sí quiso fotografiarse con Txirloi y Belarri, pero no quiso salir en la foto con Trijueque--Del Horno. El niño que lleva dentro fue eso, transparente como un zagal no adulterado.
Un populacho incontable al ojo humano, porque se movían como gaviotas tierra adentro cuando llega la tempestad, vibró con el partido.
Del Horno ha quedado eliminado, pero ha dejado buen sabor de boca y él se ha visto en condiciones de estar en el futuro del MALOKA, con MOMO, quizá. ¿Quién tiene esa llave?
Le atacó a Belarri, bien, de lado a lado, derecha e izquierda de pared robada, con clase, coraje y acierto, pero Belarri se crece cuando juega contra Del Horno y los mejores. Son los partidos que le gusta ganar. Los otros ni los quiere jugar. Todavía recuerdo cuando un año me llamó para inscribirse y me dijo.... "quiero que me pongas en el grupo a Del Horno, Hueso, Triju... si no me pones contra esos, ni voy a aparecer".
TRIJUEQUE sólo ha estado de paso en este MALOKA. En su viaje no tenía tiempo para quedarse, pero pienso que le ha servido para que quiera volver de vacaciones a esta kantxa en el futuro. Triju es mucho Triju. MALOKA es menos MALOKA sin el mejor TRIJUEQUE. Ni con Hueso, ni sin él. Ambos, tricampeones históricos e inalcanzables en esta kantxa han estado un tanto extrañados. HUESO ha sobrevivido al oleaje, por ahora. La mar cambia de repente en el cantábrico.
El botillero de TXIRLOI y BELARRI, XABAT, dejo sin credenciales al botillero más mediático de los MALOKA, Reyero. Si Reyero imitase a XABAT, se le echaría la grada encima, pero XABAT lleva un ángel dentro y el público lo supo entender y acabó emocionándose con él, cuando nada más acabar el partido, esperó a que se saludaran los cuatro pelotaris...
... se acercó a su ídolo, le cubrió los hombros con un toalla, con indescriptible delicadeza y admiración y, después, le abrazó. Fue entonces cuando el Goñi de Ondarru le cogió en brazos y le aupó como a niño grande ante el aplauso confidente del público. Grandes son los dos, lo demostraron.
Fue el momento mágico de la tarde. Fue uno de los momentazos del MALOKA.
El MALOKA se construye entre muchos. Es como un trozo de costa, en la que las olas infinitas, incontables e interminables van endulzando la orilla con granitos de arena, hasta crear playas, arenales y dunas, durante días, semanas, meses, años, siglos y milenios.
Pero, por desgracia, basta una destructiva tempestad para arrasarla. Y hasta un tonto de oficina es capaz de ser una gran tonto, pero una gran amenaza, por su ego, por su incompetencia, por la bandera de su estúpida ineptitud y burocracia.
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