Me habría gustado ver más partidos de pala de niños en el Torneo Maloka-22. Solamente hemos tenido tres partidos. Los tres, especialmente, los dos primeros fueron muy buenos, eso sí.
Los niños ya no juegan a pala y los que lo hacen es por iniciativa de sus progenitores. Prefieren otras actividades extraescolares, especialmente, en nuestra zona.
Pero el Maloka es un reclamo y durante estos días se ve, por las mañanas, a muchos niños jugando a pala en el frontón.
Es el EFECTO MALOKA.
Pero pasará unas semanas, antes de que acabe agosto, y el frontón volverá a quedarse sin niños, y seguramente, sin mayores también.
Yo soy viejo, maisu durante 36 años y enamorado del frontón durante 50. Sé de lo que hablo. Y tengo mi propia teoría sobre los niños del siglo XXI.
Hoy...
Dale una pala a un niño y la dejará olvidada en cualquier rincón.
Dale una consola o un móvil y se olvidará de ti.
A todos nos gusta que lo bueno dure siempre, pero luego dura lo que tiene que durar decía la canción de Doctor Deseo. Pues, que dure todo lo posible y que sigan los niños y las niñas cada mañana en el frontón. Yo iré a verles cada día, a regalarles pelotas para que jueguen, a sacarles alguna foto...
El EFECTO MALOKA también me alcanza a mí.
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