Una noche sin poder dormir es una noche muy larga,
porque cuando el sueño no viene a visitarte
las horas parece que nunca pasan.
Siempre me sucede cuando siento tristeza y rabia,
pero, al final, siempre amanece y la noche se acaba.
Durante la larga noche, sentado en mi terraza,
miraba el mar, como subía, como bajaba
y escuché esa voz que decía:
"Va a subir la marea y se lo va a llevar todo,
no vea si noto la fuerza,
¡yo creo que soy un toro!
¡yo creo que soy un toro!
...y ahora arriba soy el huracán"
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