La despedida de mis querid@s alumn@s

En los últimos cuatro cursos he sido un maisu afortunado, muy afortunado. He sido el tutor de un grupo extraordinario. Ser su maestro ha compensado otros malos momentos vividos en la escuela por razones que nada  han tenido que ver con estos encantadores niños y niñas.

El próximo 2 de septiembre, sin ell@s, ni en la escuela y en mi clase,  ya nada será igual. Les voy a echar de menos, muchísimo. Les voy a recordar siempre y siempre les  llevaré en mi corazón, a tod@s.

Hemos vivido junt@s experiencias fantásticas e inolvidables en estos 4 años: los barnetegis en Segura y Alkiza, las excursiones por los montes de Ordunte (de Balmaseda a Karrantza), Ranero, las Cuevas de Pozalagua, Kobenkoba, Ventalaperra y del Arco, la Ventana del Relux, Biañez, Ahedo, la del pantano de El Juncal a Las Nieves, monte Punta Lucero, Playa La Arena, Museo Minero, Ferrería El Pobal, Bahía de Santoña, Sopuerta Abentura, Puente Colgante y Aquarium Getxo, Pakea Bizkaia... las frases y poesías, el puzzle + grande del mundo, el antzerki de Ipuinen Herriko Erregea,  su protagonismo en Korrika, Bake Eguna, Zuhaitz Eguna, Euskara Eguna, Pintxo Eguna, Liburu Eguna, Olentzero... las actividades compartidas con los de infantil de andereño Osane, la lectura en clase de las madres, las historias de El Principito, las salidas a los bosques de La Moradilla y La Calera del Prado, miles de fotografías,  el blog haixeder...

Hemos aprendido mucho un@s de otr@s, tod@s junt@s.

Ya han pasado dos semanas desde que ell@s se fueron y cada día pienso en ell@s y les recuerdo con gran cariño. Las vacaciones de verano se agradecen, pero saber que en septiembre no estarán conmigo me entristece, sé que me faltará algo que me hacía  ser un maisu feliz: su presencia, sus sonrisas, sus gestos, sus miradas, su inocencia, sus travesuras, su bondad, su dulzura, su grandeza.

Markel, Araitz, Maider, Ehari, Mª José, Nekane, Argiñe, Angel, Iskander, Xabi, Patxi, Erika, Oier, Aingeru, Alen y Nandy. (+ Andrea, Ekaitz y Ainhize).

Estarán siempre en mi memoria, están para siempre en mi blog.

Nada puede  hacer sentirse más orgulloso a un maisu que ha dedicado tanto tiempo a que sus alumn@s conozcan y sepan valorar la poesía que sean ell@s mism@s l@s que le escriban una para decirle adiós.

"Maisu, contigo aprendimos a respetar y ser respetados, 

a quitarnos la vergüenza y dejarla a un lado.

Tus poesías llenas de sentimiento

nos alegraban los días.

Aprendimos de los más grandes poetas:

Antonio Machado, Bécquer, Pablo Neruda...

y cuando salen  esos famosos poetas nos recuerdan a ti y pensamos...

¡Qué razón tenía el maisu cuando decía

que lo que con el corazón se aprende nunca se olvida!"

Quizás, debería haber insistido más en enseñarles mejor y dedicar más horas a todo eso que viene en los libros de texto, pero al recibir y leer la carta de una de mis niñas creo que no me he equivocado en mi manera de educar.

"Los profesores normales se limitan a enseñar, sacan los libros de debajo de la mesa y se dedican a  dar todo tipo de materia. Pero tú eres diferente, no eres serio ni misterioso, eres un libro abierto y sacas lo mejor de la gente, nunca te rindes y siempre defiendes lo que de verdad crees con el corazón.

Si la gente nos envidia es por ti. ¿Quién no tendría envidia de tenerte a ti como profe?

Pronto lo sabré porque no te voy a tener más junto a mí.

Pero yo nunca, nunca te olvidaré."

De tod@s y cada un@ de ell@s guardo un montón de  gratificantes momentos: anécdotas, complicidad, cariño, recuerdos que son un tesoro para mí... un humilde maestro de pueblo.

       

Su sonrisa e inocencia mitigaban mi sinsabores en la escuela hasta tal punto que prefería estar la jornada entera con ell@s e ignorar a parte del resto, porque l@s niñ@s son sinceros y lo único malo que tienen es que el tiempo los convierte en adultos.

                   

Un abrazo. Un beso.
Os quiero chic@s. Os lo merecéis.