Cardo cundidor o carolina (considerada mala hierba en terrenos de cultivo) es una planta erecta y vivaz y espinescente (con espinas) que florece (color púrpura) de mayo a octubre en campos de labranza, pastos, tierras baldías, bordes de caminos y claros de bosques de toda Europa, formando poblaciones compactas (en eso se diferencia de otros cardos). El cardo cundidor posee raíces que generan
nuevas plantas. Paradójicamente el arado es su mejor aliado. Es muy difícil de erradicar y presenta actitudes invasoras. Es bueno cortarlo con lluvia para que ésta penetre por su tallo y lo pudra.
Se le llama también cardo, cardo blanco, calcida, cardo canadiense, cardo borriquero, cardo burrero, cardo de las pelotas, cardo hemorroidal, cardo heredero, cardo
oloroso, cardo trigal, cardo triguero, chupaderos, ginetes, negrillo,
ramoncillo negro, ramoncillo oloroso, serrilla...
Es astringente, emético, diurético, protector hepático,
odontálgico y nutritivo. Se usa para tratar las hemorroides sangrantes, indigestiones, trastornos
hepáticos, dolores de muelas...
Las finas espinas de su follaje causan irritaciones de la piel
en las personas susceptibles, al igual que los pelos del papus en los
ojos.
Hay que decir que son comestibles sus tallos
tiernos, botones florales y hojas, crudos o cocidos.
Obviamente, hay que pelar la planta: cortarla, colgarla hacia
abajo y con un cuchillo filoso se van sacando las espinas y partes fibrosas de la corteza.
Astakardua, kardulatza edo gardua lur landuetan, larretan eta lekuirekietan oso erraz hazten da.
Las plantas ibéricas popularmente denominadas cardos se incluyen en
tres familias botánicas: Umbelíferas, Dipsacáceas y Compuestas. En rigor,
cardos deberían ser sólo las especies pertenecientes al género Carduus de
las Compuestas, pero el nombre común se hizo extensivo a multitud de plantas
herbáceas dotadas de espinas. La mayoría vive dos o más años existiendo cardos
enanos de no más de 2 dedos y gigantes que sobrepasan los 3 metros .
En todo Zierbena se le encuentra en multitud de prados y orillas de caminos; hallándose grandes poblaciones en Atxiga, por ejemplo, como se observa en las fotografías.
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