Haixeder: Nire ikasleak eta neu, zabuka

En el CEP Concha los columpios están en el patio de infantil. Y cuando los niños y niñas "se hacen mayores de repente" y pasan a primaria ya no pueden ir a jugar a los mismos columpios en los que se han columpiado durante años. Y si van, deben hacerlo a escondidas, o cuando se han acabado las clases.

Pero un niño no es niño sólo hasta los 6 años, y también con 10 ó 12 le gusta divertirse en los columpios y con otros juegos infantiles.

Los profesores tenemos tendencia a poner normas para todo; aunque luego nos cueste un montón hacerlas cumplir. Es como si poner normas, que generalmente son prohibitivas de algo, nos hiciera sentirnos más seguros.

A mí, personalmente, me parece una estupidez poner barreras entre los niñ@s de un colegio como el de Karrantza; y creo en todo lo contrario, que habría que romper tantos obstáculos y prohibiciones y, por supuesto, no escribir las normas desde el punto de vista de los adultos.

Ahora hay una comisión de andereños que está trabajando en todo eso: diseños y normas de patios. Estoy expectante en ver qué propuestas salen.

Al rellenar una encuesta que nos pasaron, l@s niñ@s de mi clase de 6º de primaria pedían que en el colegio hubiera un gran parque infantil para tod@s, infantil y primaria; que se pusieran bancos para sentarse y, simplemente, estar hablando juntos, o intercambiando cromos, o escuchando música (bueno, el mp3, radio, teléfono y todo eso, hoy por hoy, está prohibido para el alumnado); pedían juegos pintados en el suelo; más juegos que los habituales, deportivos o de ocio; y también pedían que los profesores también jugáramos con ell@s en los recreo, que eso les motiva. Bueno, me parecen propuestas muy interesantes y espero que sean tenidas en cuenta. Al fin y al cabo, mis alumn@s son los mayores de nuestra escuela y se les supone mayor capacidad de análisis y razonamiento.

Ayer vi que cuando salieron del comedor, varios niños y niñas de mi clase fueron a los columpios de infantil y me fui a hacerles unas fotos, para darles un poco de cobertura y que pudieran estar allí un ratito, hasta que salieran del comedor los niños y niñas de infantil, al menos. Dicho sea de paso, que mis alumn@s juegan encantados con los de 3 eta 4 urte, por ejemplo, y que este encanto es recíproco; pero, ya se sabe, las normas son normas y, aunque sean estúpidas, siempre habrá alguien que te recuerde que debes cumplirlas; y, en ocasiones, quien no suele cumplir las que le corresponden a él.